PEDRO PABLO PEÑALOZA
@pppenaloza
Durante las protestas que enfrentó Maduro en febrero de 2014, que concluyeron con un saldo de 43 muertes, cerca de 500 sitios web fueron bloqueados
PEDRO PABLO PEÑALOZA
@pppenaloza
CARACAS.- finales de 2013, la crisis que hoy devora a Venezuela ya asomaba sus fauces. El Gobierno del presidente Nicolás Maduro admitía que los desequilibrios guardaban relación con el sistema cambiario; sin embargo, descartaba que el origen del problema fuera la política oficial de controles y distintas tasas para adquirir divisas. A su juicio, todo era culpa de unas páginas en Internet.
“Quiero anunciar en este mismo momento que estamos procediendo, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, a proteger las redes y el Internet del país y estamos sacando fuera de las páginas web a Dólar Today, tucadivi.com, Lechuga Verde, dolarparalelo.org, preciodolar.info y dolarparalelo.tk”, decretó Maduro el 9 de noviembre de 2013.
El Jefe de Estado subrayó que “tenemos que defender al pueblo por todos los medios, la guerra económica se expresa en distintos escenarios, en esta oportunidad el escenario virtual de las páginas web”.
El Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) sostiene que “existen evidencias de que, a partir de 2013, comenzaron a usarse en Venezuela mecanismos de control de Internet, como ralentización de las conexiones o corte total de acceso a Internet, en momentos de alta conflictividad política; bloqueo just-on-time de páginas web o aplicaciones móviles”.
La opacidad es el rasgo distintivo de las medidas que adopta el Gobierno chavista contra los sitios web, indica José María de Viana, expresidente de la compañía de telecomunicaciones Movilnet. “El bloqueo responde a ‘instrucciones superiores’, no se establecen reglas claras ni obedece a decisiones judiciales, sino que se impone la discrecionalidad. De hecho, el soporte administrativo de ese bloqueo es muy precario, prácticamente se limita a comunicaciones boca a boca de las autoridades a las operadoras”, expone el ingeniero civil.
Durante las protestas que enfrentó Maduro en febrero de 2014, que concluyeron con un saldo de 43 muertes, “cerca de 500 sitios web fueron bloqueados para el acceso desde Venezuela”, reporta IPYS en su informe. Esta ONG destaca que entre febrero y marzo de ese año, mientras las calles venezolanas estaban en plena ebullición, se presentaron reclamos contra la estatal CANTV por supuestamente manipular “la velocidad del tráfico de datos hacia los servidores de Twitter y YouTube”, con el fin de obstaculizar la difusión de las imágenes de las manifestaciones y la represión oficial.
El director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), William Castillo, negó en aquella oportunidad que el Gobierno saboteara de alguna manera el uso de la web. “En Venezuela todos los días hay gente que no puede bajar fotos, pero es por el incremento del tráfico. Tenemos un uso intensivo de las redes. En nuestro país 43 de cada cien venezolanos o venezolanas usa Internet, ¿Qué dictadura le da acceso a este nivel de usuarios?”, enfatizó el funcionario.
Castillo ofreció esas declaraciones luego de que Maduro resolviera sacar del aire el canal internacional NTN24, decisión que justificó en estos términos: “Seríamos indolentes e ilegales si permitiéramos que se usara el espectro radioeléctrico de Venezuela para que un medio internacional, dirigiendo una política informativa agresiva contra nuestro país, abuse del derecho a la información”.
Una imagen repetida en las redes sociales es la de los modem de CANTV que reflejan que no hay conexión a Internet (TWITTER/@xavierodriguez_)
De la superautopista a la "trocha"
Al margen de la diatriba política y la censura, De Viana señala que la falta de inversión y la estatización de CANTV, la principal empresa de telecomunicaciones del país, afectan negativamente la calidad de Internet en Venezuela. “La parálisis tecnológica llegó a este sector”, apunta el profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Conatel precisó que al cierre de 2015 tenían acceso a Internet 16.728.894 venezolanos, “cifra que representa 62,5% de la población con edad igual o mayor a siete años”. En ese mismo reporte, el ente gubernamental resalta que la República Bolivariana se ubica por encima del promedio mundial de 46%, de acuerdo con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
No obstante, IPYS plantea en su estudio ir más allá del tema de la cantidad de usuarios. “La conectividad a Internet en Venezuela ha alcanzado niveles mínimos en el lapso 2013-2015, en lo que respecta a la calidad del acceso. Se observa el deterioro de la infraestructura, con la consiguiente disminución de la velocidad de las conexiones”, acota.
El análisis citado muestra que “en 2012 se registraba una velocidad de descarga promedio de 1,95 Mbps en Venezuela, frente a un promedio de 4,13 Mbps para toda Latinoamérica. Venezuela ocupaba la sexta velocidad en Suramérica. En 2015, sin embargo, el país ocupó el décimo y último lugar, con una velocidad de descarga promedio de 2,31 Mbps, frente a un promedio de 7,26 Mbps para Latinoamérica, según estudios de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL)”.
De Viana observa que el país pasó de la “vanguardia tecnológica” al atraso. El ex presidente de Movilnet –filial de CANTV- explica que la estatización de la empresa se tradujo en una disminución de las inversiones y provocó la fuga de centenares de profesionales altamente capacitados.
“Las compañías de telecomunicaciones deben invertir mucho por conceptos de obsolescencia tecnológica y competencia, y nosotros estamos con la misma tecnología de hace nueve años”, cuestiona el experto. Además, el sector también ha sufrido los embates de la crisis económica y se calcula que el Estado venezolano mantiene una deuda de mil millones de dólares con operadores y proveedores.
De Viana comenta que “desde hace tres años los operadores móviles no tienen acceso a divisas para importaciones y no se ha continuado ampliando las capacidades de esas redes”. Conatel reconoció en abril, a través de un comunicado, que “la drástica reducción del presupuesto de divisas de la República” forzó “a algunos operadores a suspender temporal y parcialmente algunos servicios”.
La ONG Acceso Libre recalcó en su último informe anual que Conatel “declaró que la inversión en telecomunicaciones había crecido para el año 2015, ubicándose en 77% con respecto al mismo período del año 2013. Este cálculo, no obstante, falla en considerar las cifras de inflación. De acuerdo con Freedom House, al convertir las cifras a dólares, las inversiones y ganancias han declinado un 64% y un 54% respectivamente a lo largo de los últimos trece años”.
“Tenemos una banda ancha limitada, un nivel de frecuencia de averías importante y que no se arreglan en el tiempo adecuado, problemas de operación y mantenimiento, y dificultad para conseguir repuestos”, describe De Viana, tras afirmar que Venezuela padece las consecuencias de no adelantar un proceso de renovación tecnológica.
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