MIAMI.- Dos controvertidos proyectos de ley que avanzan en el Congreso de Florida encendieron las alarmas en Miami-Dade, un condado cuya economía palpita al ritmo del turismo.
Julissa Kepner, presidenta de la junta del Buró de Convenciones y Turismo del Gran Miami, advirtió sobre un posible "precipicio económico" si las medidas se convierten en ley
MIAMI.- Dos controvertidos proyectos de ley que avanzan en el Congreso de Florida encendieron las alarmas en Miami-Dade, un condado cuya economía palpita al ritmo del turismo.
Las propuestas legislativas HB 1221 y HB 7033 buscan redirigir una porción significativa de los ingresos del Impuesto al Desarrollo Turístico (TDT) —conocido como el "impuesto hotelero"— desde la promoción turística hacia el alivio del impuesto predial para residentes y otros fines.
Líderes locales, como Julissa Kepner, presidenta de la junta del Buró de Convenciones y Turismo del Gran Miami (GMCVB), advirtieron sobre un posible "precipicio económico" si estas medidas se convierten en ley.
Propuestas
El núcleo de la HB 1221 propone que, a partir de 2026, el 75% de los fondos del TDT se destinen a reembolsos del impuesto a la propiedad, dejando solo un 25% a discreción de los condados.
Entretanto, la HB 7033 plantea la eliminación del requisito de destinar fondos a promoción turística. De tal manera, los condados ya no estarían obligados a gastar al menos el 40% de los ingresos del TDT en campañas publicitarias o promoción del turismo.
Además, contempla la disolución de los Consejos de Desarrollo Turístico (TDC) antes de que termine 2025 y restringe severamente el uso futuro de estos fondos para estrategias de marketing.
Los defensores argumentan que la HB 1221 otorga alivio fiscal directo a los floridanos y mayor control local sobre los ingresos, priorizando las necesidades de los residentes sobre la promoción de un destino ya consolidado.
Sin embargo, Kepner refutó la norma en ciernes tras considerarla “muy negativa” para los intereses del turismo en Miami-Dade.
"Es muy importante entender eso", recalca, "estos impuestos [...] los paga el turista, no los paga el residente".
Kepner explicó que estos fondos, generados por los visitantes, son precisamente los que permiten financiar no solo la promoción del destino a través del GMCVB, sino también apoyar entidades locales de arte y entretenimiento, vitales para el atractivo de la región.
La magnitud económica en juego para Miami-Dade sería considerable. El turismo sostiene directamente más de 200.000 empleos en el condado, desde trabajadores hoteleros hasta choferes de Uber y personal de restaurantes.
Esta es una "de las máquinas más importantes de la economía" local, según Kepner.
Datos del GMCVB indican que cada dólar invertido en marketing turístico genera $63 de retorno y que los visitantes aportaron $11 mil millones en salarios y más de $2 mil millones en impuestos locales y estatales solo en 2023.
Un punto crítico del debate es el beneficio real versus el percibido para los residentes. Mientras la propuesta busca ofrecer alivio fiscal, análisis citados en documentos del GMCVB estiman que la reasignación del TDT en Miami-Dade representaría un ahorro promedio de apenas $60 por residente.
Esto contrasta drásticamente con los más de $2.200 en ahorros fiscales anuales que, según el mismo Buró, cada hogar del condado recibe actualmente gracias a los ingresos generados por la industria turística que esta ley podría debilitar.
Kepner también puso en contexto una inminente pérdida de competitividad. En este sentido, se refirió a la necesidad de competir con destinos como Las Vegas, Los Ángeles e incluso el Caribe, que siguen invirtiendo fuertemente en atraer visitantes y convenciones globales.
Describió los fondos del TDT como la "gasolina para la economía", esencial para mantener la marca internacional de Miami y asegurar eventos que requieren presupuestos dedicados e incentivos.
El impacto negativo no se limitaría a la promoción general. La disolución de los TDC, subrayó Kepner, también "cortaría la oportunidad" a municipalidades más pequeñas dentro de Miami-Dade que carecen de recursos propios para promocionar sus atractivos locales, como teatros o parques.
Además, recordó cómo fondos del TDT fueron cruciales durante la pandemia, permitiendo invertir $5 millones en promover espacios abiertos y acelerar el regreso al trabajo de miles de empleados locales.
Mientras el proyecto de ley HB 1221 espera su eventual debate en el Senado de Florida, la industria turística de Miami-Dade y líderes como Kepner intensifican sus esfuerzos para "educar" a los legisladores sobre las posibles consecuencias.
La tensión reside entre una promesa de alivio fiscal inmediato, aunque modesto, y el riesgo de desmantelar un motor económico que ha demostrado ser fundamental para la prosperidad y resiliencia del condado.
DIARIO LAS AMÉRICAS abordará este tema con mayor profundidad en nuestra edición impresa.