La cámara alta del Congreso estadounidense se tiñe de rojo, mientras que la cámara baja continúa sumando escaños conservadores como preludio de la era Trump
El expresidente Donald Trump y los congresistas Mario Díaz-Balart, Carlos Giménez y María Elvira Salazar.
AP / DLA MIAMI. - Las elecciones generales del cinco de noviembre marcaron un nuevo rumbo en la política estadounidense, además de devolver las llaves de la Casa Blanca al presidente Donald Trump, el resultado podría poner en manos republicanas el control total del Congreso, una realidad que facilitaría el cumplimiento de la agenda conservadora al menos por los próximos dos años.
Este martes se disputaron 34 de los 100 escaños del Senado. Después de seis años de control demócrata en la cámara alta, los republicanos lograron 52 sillas, al retener sus escaños y sumar los de Virginia Occidental, Ohio y Montana.
El control republicano del Senado tiene un impacto directo en la capacidad del inquilino de la Casa Blanca para aprobar los nombramientos de su gabinete y avanzar sus políticas.
El senador republicano de Florida, Rick Scott, con el 55.61% de los votos, se impuso a la demócrata Debbie Mucarsel-Powell, quien obtuvo el 42.75%. De esta manera, el exgobernador de Florida, crítico de la política de Joe Biden hacia Latinoamérica, aseguró su reelección tras su primer período de seis años en el Senado.
Scott, de 72 años, aboga por la construcción del muro fronterizo, la defensa de la familia tradicional, el crecimiento económico, la reducción del gobierno federal y la bajada de impuestos, coincidiendo con varios puntos de la agenda de Trump.
Otro senador que aseguro su tercer término fue Ted Cruz, de 53 años, al ganar fácilmente al representante Colin Allred. “Esta victoria decisiva debería sacudir al establishment demócrata hasta lo más profundo”, declaró Cruz, tras una de las batallas más caras disputadas por el Senado. Según la Comisión Federal de Elecciones, Allred gastó más de $77.6 millones, mientras que Cruz usó $77 millones en su campaña.
Entre los ganadores republicanos latinos destaca el colombo estadounidense Bernardo “Berni” Moreno, de 57 años, quien venció al senador de Ohio Sherrod Brown, que buscaba su cuarto mandato.
Moreno, quien hizo campaña en favor de la clase media, afirmó que “todas las políticas públicas en EEUU deberían girar en torno a un concepto simple: ¿qué es bueno para los trabajadores y las familias estadounidenses?”. Entre sus prioridades mencionó asegurar las fronteras, restaurar la integridad electoral, recortar el gasto público, reducir la inflación, apoyar a Israel, regular a las grandes tecnológicas y proteger la vida prohibiendo el aborto tardío.
La próxima semana, el Senado celebrará una elección secreta para elegir al líder republicano que sucederá a Mitch McConnell, quien anunció su retiro. La importante posición es pretendida por el senador John Thune de Dakota del Sur, John Cornyn de Texas, y Rick Scott de Florida.
“Conozco al presidente Trump desde antes de que cualquiera de nosotros se postulara para algún cargo. Como líder republicano, protegeré los intereses de los senadores y ayudaré al presidente Trump a lograr sus objetivos. El éxito de nuestro país y de nuestra Conferencia dependerán del éxito del presidente Trump”, dijo Scott, al anunciar su pretensión a liderar el Senado.
“Nosotros tenemos un gran partido republicano a lo largo y ancho de este país, pero necesitamos un buen partido republicano en DC. Necesitamos un partido republicano que comience a solucionar los problemas de este país. Florida es el centro del partido republicano y Washington debería aprender de lo que hemos hecho aquí. Nosotros somos el mejor ejemplo de mezcla cultural del mundo”, dijo Scott al agradecer el voto a los floridanos.
La Cámara Alta está encargada de confirmar los secretarios del Gabinete y los nombramientos judiciales, incluida la posibilidad de designar jueces para la Corte Suprema. Además, el control unificado del Congreso permitiría avanzar en proyectos de interés conservador.
Las minorías encuentran espacio en el Senado, el demócrata Rubén Gallego, un exmarine de origen colombo americano y veterano de Irak, obtuvo un escaño en el Senado por Arizona. Gallego, defensor del aborto y de los derechos de las comunidades nativas, es graduado de Relaciones Internacionales por Harvard.
Por primera vez, dos congresistas afroamericanas coinciden en el Senado: las demócratas Lisa Blunt Rochester de Delaware y Angela Alsobrooks de Maryland. Hasta ahora, solo tres mujeres afroamericanas han servido en la Cámara Alta.
Nueva Jersey eligió al demócrata Andy Kim para llenar la vacante dejada por Robert (Bob) Menéndez tras su condena bajo acusación de soborno. Kim se convierte en el primer coreano estadounidense en ocupar un puesto en el Senado.
La batalla por la Cámara de Representantes está siendo reñida y prolongada. Aunque los republicanos llevan la delantera, aún es difícil predecir quién alcanzará los 218 escaños necesarios para controlar la cámara baja.
Al momento de escribir esta nota, los republicanos habían ganado 209 escaños y los demócratas 187, con 39 escaños aún por definir. Los conservadores necesitan nueve más para asegurar la mayoría. Pero, según los conteos, ya tienen proyectada la victoria en siete distritos, lo que técnicamente los dejaría a solo dos escaños de obtener la mayoría en la Cámara.
Los demócratas, por su parte, necesitan sumar 31 escaños adicionales y ya han proyectado victorias en cinco distritos. La contienda se concentra en distritos de California, Iowa, Pensilvania, Nebraska, Ohio y Nueva York.
Los conservadores llegaron a estas elecciones con una mayoría de 220 escaños en la Cámara y los demócratas con 212. Pero en cada elección se deben votar los 435 escaños de la Cámara.
Dada la importancia de la contienda por la cámara baja del Congreso, los demócratas gastaron una enorme cantidad de dinero en campañas. Según el informe de Político Cook, el partido liberal invirtió más de 132 millones de dólares frente a los 61.6 millones de los republicanos.
Si los conservadores logran la mayoría, se repetirá el escenario de 2017 a 2019, cuando Trump tuvo control sobre el Congreso. Sin embargo, en esta ocasión, la agenda de la Casa Blanca contaría con el respaldo del Senado.
El republicano Mike Johnson, reelecto, presumiblemente continuará como presidente de la Cámara. Considerado un aliado de Trump, Johnson aboga por reducir los impuestos, asegurar las fronteras y regular las agencias federales.
El sur de Florida fue epicentro de la “marea roja” que inundó todo EEUU, donde todos los congresistas cubanoamericanos republicanos lograron retener sus escaños.
Carlos Giménez obtuvo el 64.58% de los votos, superando al demócrata Phil Ehr en el distrito 28 que obutuvo 35.42% del apoyo del electorado.
María Elvira Salazar también retuvo su escaño en el Distrito 27 con el 60.39% de los votos frente a Lucía Baez-Geller, quien obtuvo el 39.61%.
Por su parte, Mario Díaz-Balart se alzó con el 70.94% de los votos en el distrito 26 frente al 29.06% obtenido por su oponente demócrata Joey Atkins.
La representante demócrata Frederica Wilson retuvo su escaño para un quinto mandato en el distrito 24, con el 68.24% de los votos, venciendo al republicano Jesús Gabriel Navarro, quien obtuvo el 31.76%.
Díaz-Balart, que comenzará su duodécimo mandato, dijo: “Tenemos que enfrentar lo que está destruyendo a las familias, que es el costo de la vida: el precio de la gasolina, la comida o la electricidad, que aumentan por las políticas de la extrema izquierda de la administración Biden-Harris. Además, parte de la seguridad nacional es ayudar a nuestros aliados y enfrentar a los enemigos de la democracia”.
La congresista Salazar, defensora de causas bipartidistas en apoyo a inmigrantes venezolanos y crítica de la dictadura de Maduro, se comprometió a exigir al dictador venezolano que cumpla los acuerdos de Barbados. “Como miembro del Comité de Relaciones Exteriores en el subcomité de las Américas, con un Trump en la Casa Blanca, América Latina será diferente”, afirmó Salazar.
Entre las victorias significativas está la de Sarah McBride, de Delaware, quien se convierte en la primera persona abiertamente transgénero en ganar un escaño en la Cámara de Representantes. McBride hizo campaña por la ampliación del acceso a atención médica y en favor de los derechos reproductivos.
En Dakota del Norte, Julia Fedorchak fue la primera mujer del estado en ser elegida al Congreso.
El próximo Congreso tendrá que enfrentar temas como políticas migratorias, financiamiento gubernamental, niveles de impuestos, ayuda militar a Ucrania, apoyo a Israel, comercio con China y regulación de grandes corporaciones. Aunque los republicanos obtengan la mayoría, no es de esperar que siempre voten en bloque, como se vio en 2017, cuando Trump tuvo que retirar su reforma sanitaria.
La Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, que reformó el código tributario federal, está en juego en el próximo Congreso. Trump ha manifestado su deseo de que esta ley se vuelva permanente.
El resultado del conteo de los votos en los distritos faltantes acabará por delinear el rumbo que llevará el próximo gobierno de los EEUU, bajo la era Trump.
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