MIAMI.- El gobierno de Florida avanza en los preparativos para levantar un segundo centro de detención de inmigrantes, según registros estatales que muestran la adjudicación de contratos para la llamada “Instalación de Detención Norte”, que ampliaría la capacidad inaugurada el 1 de julio en el primer centro, conocido como “Alcatraz de los Caimanes”, emplazado en un aislado aeródromo de los Everglades, cuya construcción ya ha supuesto más de 245 millones de dólares en contratos estatales.
Nueva instalación de Florida en Camp Blanding
El nuevo centro se ubicará en Camp Blanding, un polígono de entrenamiento de la Guardia Nacional, a 27 millas al suroeste de Jacksonville. Sin embargo, el gobernador Ron DeSantis advirtió que el desarrollo de la instalación está condicionado al incremento de deportaciones desde el sur de Florida. “Esperamos con ansias el aumento del ritmo” de las deportaciones, declaró DeSantis, remarcando que el estado está “listo, dispuesto y capaz” de ampliar sus operaciones.
El presidente Donald Trump ha calificado la dureza y lejanía del actual centro como adecuadas para recluir a lo “peor de lo peor”. Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó que la instalación puede servir de modelo para otros centros similares en el país.
El pasado 22 de julio, DeSantis anunció el inicio de los vuelos de deportación desde Alligator Alcatraz. El gobernador estimó que en Florida hay entre 70 mil y 80 mil inmigrantes ilegales con órdenes finales de deportación. “El DHS simplemente no tenía la capacidad para retener y procesar a estos extranjeros ilegales antes de su deportación. Algunos sheriffs usaban instalaciones locales, pero había una enorme necesidad de capacidad adicional”, señaló.
Contratos y preocupaciones
La División de Manejo de Emergencias de Florida (FDEM) adjudicó un contrato de 39.000 dólares para instalar una estación meteorológica portátil y sirenas de rayos en la futura “Instalación de Detención Norte”, según consta en la base de datos pública estatal. El equipo permitirá monitoreo climático en tiempo real y alertas de seguridad, especialmente relevantes ante el inicio del pico de la temporada de huracanes.
Defensores de los derechos de los inmigrantes y ambientalistas han advertido sobre los riesgos en la primera instalación, un complejo remoto de carpas y remolques levantado en días por personal estatal y contratistas, en una zona vulnerable a lluvias intensas y calor extremo. Para disipara las preocupaciones surgidas, FDEM publicó la semana pasada un borrador de plan de evacuación de emergencia para la “Instalación de Detención del Sur de Florida”, aunque partes esenciales del documento sobre transporte y reubicación de detenidos fueron censuradas bajo las leyes de confidencialidad estatal.
El director ejecutivo de la FDEM, Kevin Guthrie, defendió los protocolos de emergencia y aseguró que el centro está preparado para resistir huracanes de categoría 2, con vientos de hasta 110 mph. “Les prometo que los chicos de los huracanes tienen cubierto el tema”, afirmó Guthrie.
Demandas y resistencia ambiental
Diversos grupos de derechos civiles y ambientalistas han presentado demandas contra la instalación en los Everglades, denunciando condiciones inhumanas para los detenidos: falta de alimentación y atención médica, prohibición de visitas legales y detención sin cargos ni acceso a tribunales federales.
En paralelo, la tribu Miccosukee y organizaciones ecologistas han demandado a las autoridades por daños a humedales sensibles, solicitando a la jueza federal Kathleen Williams una orden para frenar las operaciones y nuevas obras en “Alligator Alcatraz”. Los demandantes argumentan que las agencias federales incumplieron la ley ambiental vigente desde hace 55 años, al no evaluar debidamente el impacto de la construcción y por impedir la participación pública en el proceso.
[email protected]