MIAMI. - El huracán Helene, uno de los fenómenos meteorológicos más devastadores en la historia reciente de EEUU, tocó tierra el 27 de septiembre en la región de Big Bend, en la costa noroeste de Florida, con una fuerza monumental, clasificado como huracán de categoría 4, cuyos vientos sostenidos de 140 mph, lo colocan entre los huracanes más peligrosos que han afectado el sureste del país.
En el peor momento de la tormenta, casi 1.3 millones de personas quedaron sin electricidad en varios estados del sureste del país. Ese total incluye más de 373.000 personas en Georgia, casi 494.000 en Carolina del Sur y más de 347.000 en Carolina del Norte. Más de 40.000 personas seguían sin electricidad en Florida y Virginia, así como otras 10.000 personas en Virginia Occidental, según el sitio web poweroutage.us.
El impacto devastador en Florida
Florida fue el primer estado en sentir la furia de Helene cuando tocó tierra cerca de Perry, a pocas millas de la costa, trayendo consigo una marejada ciclónica y vientos huracanados que dejaron a su paso un paisaje desolador. Los daños más severos se registraron en la región de Big Bend, donde las comunidades costeras quedaron devastadas. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia para 41 condados antes de la llegada del huracán y movilizó a la Guardia Nacional del estado para asistir en las tareas de rescate y limpieza.
DeSantis señaló, este miércoles 2 de octubre, que más de 49.000 residentes de Florida aún se encuentran sin electricidad, mientras que las agencias estatales trabajan para restaurar el suministro en las áreas más afectadas.
El gobernador destacó la importancia de reconstruir siguiendo los códigos de construcción de Florida para prevenir mayores daños en futuras tormentas.
Florida desplegó 217 miembros de la Guardia Estatal y movilizó a 100.000 socorristas para atender las necesidades más urgentes.
FEMA, por su parte, ayudó con la distribución de agua, hielo y otros suministros esenciales en las zonas más afectadas. A pesar de estos esfuerzos, la recuperación es un proceso largo, y aún no se ha determinado la magnitud total de los daños materiales.
Carolina del Norte
El estado más afectado por el huracán Helene ha sido Carolina del Norte, donde se han confirmado al menos 90 muertes, y muchas más personas permanecen desaparecidas. Las intensas lluvias causaron desbordamientos de ríos y arroyos, provocando inundaciones históricas en áreas montañosas como Asheville y sus alrededores. La infraestructura vial fue severamente dañada, con varias carreteras principales colapsadas o bloqueadas por deslizamientos de tierra.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, señaló que las inundaciones que azotaron el estado son las peores en un siglo. Más de 50 equipos de búsqueda y rescate se desplegaron en la región en un esfuerzo por salvar a personas atrapadas en áreas aisladas. Cooper también subrayó la magnitud del desafío que enfrenta el estado: “Es imposible hacer llegar la ayuda por tierra por lo que la estamos enviando en helicóptero” …” La recuperación a largo plazo será monumental. Todavía estamos en las primeras fases de rescate y asistencia."
FEMA envió más de un millón de litros de agua y 600.000 comidas a los residentes de Carolina del Norte. Además, los equipos de búsqueda y rescate y la Guardia Nacional continúan trabajando incansablemente para llevar a la gente a un lugar seguro, a pesar de que muchas áreas permanecen incomunicadas debido a los daños en la infraestructura. La red hospitalaria en la región está desbordada, pero la llegada de personal médico y de enfermería de otras partes del país ha ayudado a aliviar la carga.
Organizaciones no gubernamentales como Samaritan’s Purse y Dream Center han enviado equipos de voluntarios para ayudar en las labores de reconstrucción, una tarea que, según expertos, tomará meses o incluso años completar. “Estamos brindando ayuda en las montañas del condado de Watauga y en ciudades aledañas como Ashe y Avery”, dijo un portavoz de la congregación.
Carolina del Sur
En Carolina del Sur, el huracán Helene dejó un saldo de al menos 30 muertos, lo que lo convierte en el ciclón tropical más mortífero en el estado desde el huracán Hugo en 1989. Las inundaciones y los vientos huracanados causaron daños generalizados en viviendas y negocios, dejando a cientos de miles de personas sin electricidad. El gobernador Henry McMaster pidió paciencia a los residentes mientras los equipos trabajan para restablecer los servicios básicos en las comunidades afectadas. "Queremos que la gente mantenga la calma. La ayuda está en camino, pero llevará tiempo", aseguró McMaster durante una conferencia de prensa.
Las organizaciones civiles y religiosas también han jugado un papel crucial en las labores de asistencia. Grupos como Texans On Mission desplegaron equipos en el terreno para ayudar en la limpieza y recuperación de viviendas inundadas y afectadas por la caída de árboles. La situación sigue siendo crítica en muchas áreas rurales donde el acceso es limitado y las comunicaciones han sido interrumpidas.
Georgia
En Georgia, Helene trajo consigo lluvias torrenciales, inundaciones y vientos que arrasaron vecindarios enteros, especialmente en el sur del estado. El gobernador Brian Kemp, tras sobrevolar las áreas afectadas, describió la devastación como "si una bomba hubiera explotado”. En Augusta, una de las ciudades más grandes del estado, los residentes enfrentaron cortes en el suministro de agua debido a la obstrucción de las bombas ocasionadas por los escombros. Las autoridades locales distribuyeron agua embotellada para paliar la crisis, mientras los equipos de reparación trabajaban para restaurar el sistema de agua potable.
Los residentes de Georgia, como en otros estados, han recibido asistencia de organizaciones no gubernamentales y equipos de respuesta de FEMA, que están proporcionando refugio temporal y alimentos a los damnificados.
Kemp reconoció en rueda de prensa que “unas 107 instalaciones avícolas habían sido dañadas o totalmente destruidas por la tormenta”, en Georgia que, junto a Carolina del Norte, es uno de los estados mayores productores de carne de pollo del país.
Tennessee
Tennessee no fue inmune al poder destructivo de Helene, donde las fuertes lluvias y los vientos derribaron árboles y provocaron deslizamientos de tierra en áreas montañosas. Al menos seis personas han sido confirmadas muertas en el estado, y los equipos de rescate se enfrentaron a condiciones extremadamente difíciles para salvar a los residentes atrapados. En el condado de Washington, dos personas fueron arrastradas por las aguas mientras intentaban evacuar. Los esfuerzos de búsqueda y rescate se han visto obstaculizados por la falta de acceso a muchas áreas rurales.
Virginia
Virginia, aunque no fue golpeado con la misma intensidad que otros estados, también sufrió los estragos del huracán Helene. En este estado se confirmaron dos muertes, y miles de residentes aún permanecen sin electricidad. Los daños en la infraestructura vial y los desbordamientos de ríos dificultan las labores de rescate y asistencia, pero las autoridades locales, con la ayuda de FEMA y la Guardia Nacional, están trabajando para restaurar la normalidad en las áreas afectadas.
Gobierno federal
El presidente Joe Biden se involucró directamente en la respuesta al huracán Helene. Ordenó el despliegue de hasta 1.000 efectivos en servicio activo para ayudar en las tareas de recuperación, y este 2 de octubre visitó las áreas afectadas en Carolina del Sur. Durante su visita, Biden se comprometió a brindar todo el apoyo necesario para la reconstrucción de las comunidades devastadas. "Estamos aquí para ayudar y no nos iremos hasta que el trabajo esté terminado", dijo el presidente tras sobrevolar las zonas más afectadas.
La presencia de la FEMA ha sido fundamental en los esfuerzos de recuperación, con más de 92 equipos de búsqueda y rescate desplegados y millones de litros de agua, alimentos y suministros básicos entregados en los estados afectados. La recuperación, sin embargo, será un proceso largo y costoso, y aún es muy temprano para determinar la magnitud total de los daños.
Daños preliminares
Solo las pérdidas de cultivos podrían generar 7.000 millones de dólares en pagos de seguros, según estimó un funcionario del Departamento de Agricultura.
Por su parte, Moody’s Analytics dijo que espera daños materiales de entre 15.000 y 26.000 millones de dólares. La estimación preliminar de AccuWeather sobre los daños totales y las pérdidas económicas causadas por Helene en los distintos estados es de 95.000 y 110.000 millones de dólares”.
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