MIAMI.- El condado Miami-Dade, el más grande del estado de la Florida, es el cuarto en Estados Unidos con la mayor cantidad de niños autistas matriculados en sus escuelas. Sin embargo, todavía muchos padres desconocen todas las alternativas disponibles para lograr que sus hijos, con esta condición especial, lleven una vida lo más normal posible.
Durante la última década, la prevalencia del autismo ha aumentado de 20 a 70 por cada 10.000, es decir, 1 de cada 68 niños puede sufrir algún trastorno relacionado con el autismo, siendo el varón el más propenso a padecerlo, según algunos estudios.
Aunque en la actualidad no existe un recuento exacto de las personas con autismo, se estima que alrededor de 1,5 millones en los EEUU tienen algún “trastorno del espectro autista”, y aunque las razones de este incremento no están claras, es ampliamente aceptado por las autoridades sanitarias que hay un mayor número de individuos diagnosticados con autismo.
Pero quizás lo primero que deben saber los padres es que hay escuelas de muy alto nivel para reducir el impacto de ese trastorno en el niño, en donde se enfatiza la estimulación “a cada minuto, todos los días”, alcanzando resultados que no dejan de sorprender a los médicos y científicos estudiosos de esta condición especial para la que no se conoce hasta el momento, una cura definitiva.
Elizabeth Medero y Eglee Núñez, directivas de S.T.A.R.S Autism School, una moderna institución que acaba de abrir sus puertas en una edificación más amplia, en el suroeste del condado, coinciden en que el autismo es una condición neurológica “que no se debe esconder”.
Elizabeth es madre de un niño que tiene ese trastorno y habla partiendo de su propia experiencia. “Esto lo supe cuando él tenía un año y medio, porque era muy callado y no jugaba como los demás niños. Pero hoy que tiene 6 años es un niño casi normal, que tiene mejor vocabulario que su hermana gemela”, dijo.
Y agregó: “Si como madre yo hubiera escondido lo que tiene mi hijo, hoy él no sería quien es porque la solución no es tenerlo encerrado en casa, sino llevarlo a un centro, como el nuestro, donde pueda interactuar con otros niños y donde reciba las terapias y las enseñanzas que necesita”.
Por su parte, Eglee cree que la estimulación temprana es garantía de buenos resultados. Su experiencia de más de 15 años le indica que el niño con ese padecimiento debe integrarse a un programa especializado a partir de los dos años de edad.
“En esta escuela tenemos 15 terapistas y 8 maestros de educación especial que atienden a los estudiantes de manera individualizada, de lunes a viernes. No abrimos los fines de semana porque ese es un espacio que los padres deben aprovechar para estar con sus hijos y reforzar lo que nosotros les enseñamos en la escuela”, manifestó.
El autismo se caracteriza porque el niño presenta deficiencias en las habilidades sociales y comunicativas, y desarrolla ciertos comportamientos repetitivos.
Solo puede ser diagnosticado por un médico y no existe examen de sangre que lo confirme, y hasta el momento tampoco tiene cura, pues los investigadores han descubierto que no existe una única causa para el desarrollo de ese trastorno.
Existe una ley federal que apoya la programación de servicios de educación especial y servicios relacionados para niños y jóvenes con discapacidades, denominada Acta para la Educación de los Individuos con Discapacidades o IDEA.
“Esa ley prohíbe que los niños con autismo sean aislados en sus casas y abre muchas posibilidades para que estos niños puedan recibir mucha atención y que lleguen a ser personas útiles a la comunidad”, recalcó Elizabeth.
El propósito principal de IDEA es asegurar que todos los niños con discapacidades tengan disponible una “educación pública gratis y apropiada”, que enfatice servicios de educación especial y servicios relacionados, diseñados para cumplir con sus necesidades únicas, y prepararlos para el empleo y para vivir independientemente.
Bajo IDEA, cada estado tiene al menos un centro de información y capacitación para padres cuya función principal es proveer asistencia a padres de niños con discapacidades, haciéndolos entender el proceso de la educación especial.
“Nosotros aquí trabajamos muy de cerca con los padres porque ellos permanecen un tiempo importante con el niño y deben saber la forma de tratarlo y cómo entender ese mundo algunas veces distinto”, señaló Eglee.
S.T.A.R.S Autism School es un centro que tiene una capacidad para 100 niños con ese trastorno, en donde los padres pueden acceder a becas financiadas con recursos públicos.
“Anteriormente estábamos en una edificación en donde nos tocaba rechazar estudiantes. Solo podíamos recibir 45 debido a que ese lugar era un poco pequeño. Hoy eso ha cambiado para beneficio de la comunidad”, dijo Elizabeth.
Síntomas del niño autista
- Acentuada falta de reconocimiento de la existencia o de los sentimientos de los demás.
- Ausencia de búsqueda de consuelo en momentos de aflicción.
- Ausencia de capacidad de imitación.
- Ausencia de juego social.
- Ausencia de vías de comunicación adecuadas.
- Marcada anormalidad en la comunicación no verbal.
- Ausencia de actividad imaginativa, como jugar a ser adulto.
- Marcada anomalía en la emisión del lenguaje con afectación.
- Anomalía en la forma y contenido del lenguaje. - Movimientos corporales estereotipados.
- Preocupación persistente por parte de objetos.
- Intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.
- Insistencia irracional en seguir rutinas con todos sus detalles.
- Limitación marcada de intereses, con concentración en un interés particular.