MIAMI.-Entre los comerciantes de Miracle Mile está circulando una petición, firmada ya por cien personas, para que las autoridades de Coral Gables cumplan la programación aprobada y la manera cómo se supone que se desarrollarían las obras de modernización de esa emblemática calle de la ciudad y de la Avenida Giralda.
Los propietarios de negocios, en un número significativo, están muy preocupados porque, según ellos, hubo cambios inconsultos en los tiempos de construcción y en la forma como se había prometido que se llevarían a cabo los trabajos: cuadra por cuadra, con una duración de dos meses por cada una.
Pero de acuerdo con Claudia Romero, copropietaria del restaurante español Belmont, “al tomarse nueve meses no vamos a aguantar. Hay gente que ha perdido entre el 40 y el 60% de sus ingresos”.
El contratista de la obra, René Castillo, explicó que los trabajos, en general, tienen un retraso de dos semanas. Empezaron en el costado sur. Más que poner nuevas tuberías de acueducto, lo más dispendioso de esta obra es la instalación de los pisos especiales, con figuras artísticas, que habrá en las dos calles.
Según lo explicó Castillo, esos adoquines se pondrán cuadra por cuadra, tanto en Miracle Miles como en Giralda, pero el reemplazo de tuberías, redes eléctricas, servicios públicos y jardinería se harán en todo el costado sur. Y después seguirán con el costado norte.
De acuerdo con Yanitza Zacarias, propietaria de Leggenda Bridal –una tienda de vestidos de novia- la ciudad debe proteger a los pequeños negocios de la zona, “que las grandes cadenas comerciales no acaben con las tiendas manejadas por las familias, que es uno de las características que hacen tan especial a Miracle Mile”. También, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, pidió a los medios que inviten a los residentes a visitar Miracle Mile y Giralda, y que no la muestren como una zona imposible de transitar.
Estacionamiento
A pesar de que hubo muy pocos asistentes a una reunión comunitaria celebrada en el teatro Actor´s Playhouse, localizado en Miracle Mile con la 280, el ambiente fue tenso.
Uno de los residentes, en un tono acalorado, les reclamó a los funcionarios presentes (Peter Iglesias, administrador asistente de la Ciudad; Javier Betancur, director de Desarrollo Económico; Kevine Kinney, director del Departamento de Parqueo; René Castillo contratista de la empresa Ric-Man y Guillermo Nuñez, gerente del proyecto) su “falta de disponibilidad para actuar” y les exigió que hubiera estacionamientos gratis, por lo menos por una hora, para los clientes que visitan el área intervenida. Los negocios se están muriendo porque ustedes no están haciendo casi nada. Esa idea que el municipio está considerando trabajar en las noches o los fines de semana, mientras los negocios mueren, no puede ser”.
Kinney indicó que, con respecto a los estacionamientos, “son gratis para los visitantes de Miracle Mile y Giralda. Hay 10.000 tiquetes para que el costo de los parqueos sea mínimo o no tenga ninguno. Su distribución depende de la programación”.
Para Romero la acera donde queda su restaurante ya no tendrá el servicio de estacionamiento de autos (valet parking), la gente tendrá que ir a dos cuadras de distancia para encontrar un edificio de parqueos que se satura muy rápido.
Betancur informó que el municipio ha instalado, en toda el área intervenida, 188 señales que informan no sólo la localización de los negocios sino que están abiertos.
También hay planeadas varias actividades públicas en la zona para mantener la presencia continua de visitantes.
Retrasos
Iglesias confirmó que hubo problemas con unos materiales que retrasaron los trabajos, pero que ya los empezaron a instalar en Miracle Mile. “Vamos a tratar de mejorar la programación y de acelerar el proceso. Esta semana veremos la programación para optimizarla de la mejor manera posible. Y en una o dos semanas vamos a tener más claridad sobre los tiempos”.
Castillo aclaró que el plan que existe es poner los adoquines cuando los negocios estén cerrados. En general las jornadas de trabajo van entre las 5:00am y las 5:00pm. Trabajar en las noches, según el contratista, representa más problemas que soluciones, por el ruido de la maquinaria y la interferencia que se presenta con los clientes. Sin embargo, hay autorización para desarrollar la obra en esas horas.
En la próxima semana cuadrillas de trabajadores, en horas nocturnas, estarán trabajando de Galiano a Douglas Road.
Aclaró que “la programación que existe es de la colocación de los adoquines, no de toda la infraestructura que se debe hacer”. Reiteró que la obra tendrá una duración de 18 meses y advirtió que si no cumple ese plazo tendrá multas. “Mi prioridad es cumplir esa programación, pero mi deseo es terminar antes de tiempo”, enfatizó el contratista.
Sin embargo, la percepción de Romero es otra. “Esto ha sido un cambio de última hora. Dijeron que iban a avanzar en bloques pequeños. Y lo cambiaron sin autorización de nosotros, lo están haciendo con el costado [sur] entero. El tiempo era antes de 2 o 3 meses, porque eran bloques. El plazo no va a ser de 18 meses, porque ya están atrasados. La acera cerrada por nueve meses. Eso es una locura. Miracle Mile va a estar destruida en los dos costados durante meses”.
¿A una milla de la quiebra?
Uno de los comerciantes más antiguos de la zona, cuyo negocio lleva 75 años en el mismo sitio, recordó que en Coconut Grove se suspenden las obras entre el día de Acción de Gracias y el mes de enero. “La temporada de Navidad es crítica para nuestros negocios. En la programación, el costado norte empezará el 16 de noviembre y es probable que se extienda al otro año. Vamos a estar bajo construcción en dos temporadas de Navidad. Eso no va a incomodar a los comerciantes, los va a quebrar”.
Por lo tanto, la idea de los comerciantes es que terminen primero el costado sur y después el norte.
En el mes de abril de este año, días antes de la inauguración de la modernización de Miracle Miles y Giralda, el alcalde de Coral Gables, James Cason, habló con DIARIO LAS AMÉRICAS y aclaró que los trabajos de mayor envergadura se harían de noche. Y aclaró que no se emprenderían en la totalidad del área, sino cuadra por cuadra y costado por costado. “Queremos que haya la menor cantidad de inconvenientes para los negocios”.
Eso es lo que están buscando, de manera urgente, los comerciantes de esas dos calles que no quieren que sus negocios se vean seriamente afectados por el retraso o el supuesto incumplimiento de los acuerdos del municipio con sus empresarios.
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