MIAMI.- REDACCIÓN
Su música, su energía y su alegría es recordada este miércoles en el que celebraría su cumpleaños
MIAMI.- REDACCIÓN
Celia Cruz, una de las figuras más carismáticas y legendarias de la música latina nació un 21 de octubre de 1925. Trabajó casi hasta el último día de su vida. Su música, su energía y su alegría es recordada este miércoles, en el que celebraría su cumpleaños número 90.
"La Guarachera" de Cuba falleció el 16 de julio del 2003 en Fort Lee Nueva Jersey a los 77 años dejando un legado musical que a 12 años de su muerte nadie olvida.
Reconocida en el mundo entero como la Reina de la Salsa, Celia Cruz viajó llevando su mensaje lleno de ritmo y contagiando de alegría. Pero su carrera principalmente la desarrolló en Cuba, México y principalmente en Estados Unidos.
Celia Cruz cuando era joven. (CORTESÍA)
Era maestra, pero su inclinación y pasión por la música la arrastró sin pensarlo hacia el éxito. El 15 de julio de 1960, ya iniciada la Revolución cubana dirigida por Fidel Castro, surge un contrato para la Sonora Matancera en México y ella era una de sus integrantes.
Nunca más volvió a Cuba. A partir de allí su ascenso en la industria de la música comienza a dar saltos importantes.
En 1965 cierra un período de 15 años con la Sonora Matancera. Inicia su carrera como solista y su esposo Pedro Knight decide también dejar a la Sonora Matancera para convertirse en su representante, arreglista y director personal en 1966. En este tiempo, Celia Cruz había adoptado la nacionalidad estadounidense. Ese mismo año, Tito Puente la llamó para trabajar junto con su Orquesta.
Con Tito Puente editó cinco álbumes musicales que le marcarían el rumbo, sus canciones llegaban ya a oídos de todo el público latino.
Durante la década de los 80, Celia Cruz grabó y realizó varias giras por Latinoamérica, dio múltiples conciertos y programas de televisión así internacionaliza su imagen, pero sobre todo su voz con la famosa frase ¡Azúcar! que le daría su sello personal y característico.
Celia Cruz en una de sus presentaciones en el Madison Square Garden de Nueva York. (EFE)
Para la década de los 90, Celia no solo hace música, también dedica parte de su tiempo a la actuación. Participa en la telenovela El Alma no tiene color, pero ya había hecho Valentina junto a Verónica Castro.
En 1998 graba el disco Mi vida es cantar del cual sale uno de los temas que la identificó desde entonces, La vida es un carnaval.
Para el 2002, La Negra tiene tumbao movía las caderas hasta del más apático.
Ese mismo año celebra 55 años de vida artística en Venezuela, país que rendido a sus pies le rinde homenaje, firmando un libro en la famosa Casa del Artista y haciendo un concierto en el emblemático Teatro Teresa Carreño. El show se llamó "Celia, 55 años de música".
Durante una presentación en México su salud se deteriora y descubre que padece de cáncer cerebral. Se sometió a cirugía para extirpar el tumor a finales del 2002 para tratar de retomar su vida en la industria de la música. De hecho graba, Regalo del Alma.
Con la energía de siempre se presenta en los Grammy Latino, se hace acreedora del Premio y hasta canta en vivo La Negra tiene tumbao que arranca los aplausos y la admiración de todos.
Celia Cruz, una leyenda de la música latina. (EFE)
En marzo del 2003 el mismo año en que falleció grandes de la música como Gloria Estefan, Marc Anthony, La India entre otros le rindieron un homenaje en vida en un show televisado por la cadena hispana Telemundo.
El 16 de julio falleció en su casa y a petición de la propia Celia sus restos fueron trasladados a Miami, donde durante dos días sus admiradores se despidieron de ella. Luego fue trasladada al Cementerio Woodlawn del Bronx en Nueva York, donde aún descansa.
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