A pesar de los altibajos económicos, el espíritu solidario está creciendo en Estados Unidos y prueba de ello son las donaciones filantrópicas para todo tipo de obras caritativas, cuyos montos se han disparado en los últimos cinco años. De acuerdo a un estudio recién publicado por la organización Giving USA., los aportes solidarios actuales superan los niveles previos a la recesión del año 2007 y superan los 358.000 millones de dólares, una cifra récord.
El estudio indica que a medida que la economía nacional fue tomando fuerza, la filantropía creció aún más rápido. Alcanzó el 2,1% del producto bruto interno el año pasado, por encima del 2,0% de 2013, lo que significa el porcentaje más alto desde antes de la crisis. Este crecimiento puede parecer insignificante, pero cada 0,1% logrado se traduce en 17.000 millones de dólares.
Jennifer Blanchard Smith, senior director de marketing y comunicación del Ronald McDonald House Charities (RMHC) y quien tiene conocimiento de la situación general de la filantropía nacional, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que la industria sin fines de lucro tiene un fuerte crecimiento, y no sólo en cuanto a dinero sino en participación de los donantes.
“Nosotros, así como muchas organizaciones sin fines de lucro (ONGs), medimos el éxito de nuestra misión no sólo con números. En los últimos años, hemos visto un cambio en la manera en que la gente está participando con nuestras entidades caritativas”, destacó.
Smith explicó que “ya no se trata de una simple donación online”, pues la gente que ayuda puede ver y seguir por internet cuáles son los resultados de su aporte, desde saber cuál es el destino del dinero y quiénes son los favorecidos, hasta ver cómo progresa la misión, etc. Incluso entran en contacto directo con los beneficiarios y los miembros de las organizaciones, todo gracias a los adelantos tecnológicos y mejoras en las ONGs.
Monedas que hacen fortunas
“Nosotros estamos priorizando por una comunicación más efectiva sobre el impacto de las contribuciones hechas a nuestra caridad”, explicó Smith y ejemplificó: “Nos fijamos en los resultados del programa de Cajas de Donaciones situadas en los restaurantes McDonald’s, que el año pasado, sólo en Estados Unidos, juntaron 27 millones dólares en monedas”.
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“Aunque sea un par de monedas, todo suma. Ese es un mensaje del impacto para que los que nos apoyan vean cómo su pequeño aporte, cuando se combina con el de sus vecinos, se suma para hacer una gran diferencia”, destacó Smith, quien comentó que su ONG prioriza por mantener informados a los donadores sobre los resultados logrados en la causa gracias a sus aportes.
Estas cajas sirven para que una familia pueda pasar una noche en una casa de la ONG mientras que su hijo reciba tratamiento médico; o para que un niño reciba un examen dental a bordo de un vehículo Ronald McDonald Care Mobile; o para que una familia pueda descansar dentro del hospital en una habitación familiar, cerca de la cama de su hijo en la UCIN (Unidad de cuidado intensivo neonatal).
Patrones de donación diferentes
En los últimos años se han visto grandes cambios en las formas en que las organizaciones filantrópicas consiguen dinero y aportes solidarios para lleva a cabo sus obras. “La conexión los clientes y los donantes nunca ha sido más importante o esperada y no importa si usted es una organización con fines de lucro u organización sin fines de lucro”, explicó Smith.
El cambio más importante es la forma en que estas entidades están conectando con la gente. “Los medios y redes sociales han abierto una puerta que permite acercarnos mucho más a nuestros donantes y mantener un relación más personal. Podemos comunicar y compartir con ellos cómo nuestro trabajo está fortaleciendo las familias en tiempo real”, dijo.
Fuera de las redes sociales, el mundo digital ha ayudado a transformar el acto de la donación a una experiencia diferente. Gracias a plataformas como GoFundMe y #GivingTuesday, el acto de donar dinero ya no es solamente pulsar "enviar" o un botón de donación. En cambio, los donantes quieren saber qué es lo que los conecta con la causa, según la experta.
Estas plataformas están permitiendo a los donantes conocer más fácilmente a las personas que están siendo afectadas y las personas que integran las organizaciones sin fines de lucro. “Esto es una inspiración”.
“Creo que todas las organizaciones no lucrativas quedaron sorprendidas con el impulso que la Asociación ELA consiguió con el #IceBucketChallenge. Sin embargo, no importa el tamaño de la campaña, las donaciones vendrán si se encuentran formas creativas que inspiren y motiven a la gente”, ejemplificó Smith.
“Otro gran cambio ha sido influenciado por el deseo de las compañías de llevar la responsabilidad social a la vanguardia de sus planes de negocio”, sostuvo. Solía ser suficiente que una empresa contara con un programa de donaciones complementarias, pero ahora, los consumidores tienen la expectativa de que las marcas vayan más allá de las donaciones tradicionales, quieres que se involucren más.
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