Apoyado en su fuerte defensa, Denver Broncos conquistó el domingo la edición número 50 del Super Bowl 50 de la NFL al vencer con autoridad por 24-10 a los Carolina Panthers.
Para Broncos fue el tercer trofeo Vince Lombardi de su historia tras las conquistas de las temporadas 1997/98 y 1998/99.
Los Panthers, considerados los favoritos tras llegar a la final habiendo sufrido solo una derrota en toda la temporada, no pudieron alzar el primer título de su historia en el fútbol americano.
En un partido donde el foco estaba sobre los mariscales de campo, la defensiva de Denver Broncos hizo la diferencia en el duelo ante la mejor ofensiva de la Liga.
"Estuvieron impresionantes, no sólo hoy, durante toda la temporada", destacó el mariscal de campo Peyton Manning a sus compañeros.
Destacada durante el año al punto de considerarse una de las mejores de la historia, la defensa de Denver presionó a Cam Newton, el quarterback de los Panthers, y consiguió abrir el partido.
Después de pasar en blanco sus primeras tres fases ofensivas, Newton no tuvo protección y fue atrapado en su línea de gol por el defensa Von Miller, provocando una pérdida de balón que fue capitalizada por Malik Jackson, a los 6 minutos y 27 segundos del primer cuarto.
Esa acción empezó a moldear un partido para el olvido para "Super Cam". La máxima estrella de los Panthers nunca entró en ritmo, acertó apenas 18 de 41 pases, con dos pelotas sueltas y un pase interceptado que dejaron estériles las 290 yardas conseguidas.
Aseverando una premisa del deporte estadounidense, la defensa ganó el campeonato para los Broncos. El trabajo de Danny Trevathan y T.J. Ward fue formidable presionando a Newton, aunque todo el reconocimiento fue para Miller, que fue premiado como MVP del partido.
Miller llegó a impactar a Newton en cuatro ocasiones, incluyendo la jugada que abrió el partido. "Hemos trabajado duro por dos años. Mis compañeros y yo, todos los muchachos. Esto es para lo que trabajamos. Estoy tan orgulloso de mis muchachos, de mis compañeros y de los entrenadores", dijo el defensivo exterior de 113 kilos y 1,90 metros.
Denver Broncos, que se fue al descanso con una ventaja de 13-7, contó además con la conducción ofensiva del veterano Manning, que sin ser brillante y habiendo sufrido una intercepción, pudo haber terminado su carrera en la gloria, siendo campeón por segunda vez. A los 39 años, Manning se convirtió en el mariscal de campo más veterano en liderar un equipo al trofeo Vince Lombardi.
Tras el encuentro, Manning evitó dar precisiones sobre futuro, dándole más lugar a las especulaciones sobre su retiro. "Voy a tomar un consejo que me dieron: voy a tomarme mi tiempo y evitar tomar decisiones emocionales. Ahora quiero disfrutar, luego voy a tomarme mi tiempo y reflexionar sobre mi futuro", expresó Manning al recibir el trofeo de campeón.
A pesar del prolijo partido de su mariscal, el ataque de Broncos no funcionó de la mejor manera. De hecho, los Broncosno pasaron de las 200 yardas, en una de las producciones ofensivas más pobres en la historia del Super Bowl.
Denver sumó gracias a su pateador Brandon McManus, que estuvo perfecto y aportó tres goles de campo a la causa. Tal vez lo más destacado del ataque de Broncos fue con el corredor CJ Anderson encontrando espacios para sumar un touch down en 21 acarreos para definir la final.
