miércoles 9  de  julio 2025
Trasplante capilar

Luchando contra la Alopecia

Según la Sociedad Internacional de Recuperación de Pelo los procedimientos de restauración de cabello se han duplicado en los últimos 10 años

Belén González

Especial

El trasplante capilar es una intervención quirúrgica de carácter estético que se realiza con el objetivo de recuperar el cabello perdido, aunque las técnicas actuales permiten además la restauración de pestañas, cejas, barba  y vello corporal. Se trata de una cirugía ambulatoria, que puede durar entre dos y ocho horas dependiendo del área del cuero cabelludo que se busque repoblar, y en la que se administra anestesia local.

La pérdida de cabello, un trastorno definido con el término alopecia, afecta tanto a hombres como mujeres, aunque la prevalencia es mayor en el género masculino dada su condición androgenética.

De hecho, tan solo en los Estados Unidos, aproximadamente 40 millones de hombres son víctimas de la calvicie por eso no extraña que los procedimientos para recuperar el cabello perdido sean hoy en día tan populares, tanto así que seis de cada diez cirugías estéticas masculinas sean microtrasplantes capilares.

Este tipo de procedimiento tiene su origen en el trabajo del doctor Norman Orentreich, considerado el pionero de los trasplantes capilares modernos, quien en 1959 presentó ante la Academia de Ciencias de Nueva York, su técnica de injertos  para reparar áreas de calvicie. El sistema, llamado “punch” implicaba la implantación de trozos de piel con pelo, que se obtenían usando un sacabocado de aproximadamente 4 milímetros de diámetro. Si bien a nivel estético el resultado era más bien rudimentario, el mecanismo fue la base para el desarrollo de los actuales injertos de cabello.

Variedad de procedimientos

El también llamado implante capilar, injerto capilar o implante de pelo se basa en el trasplante de unidades foliculares, término que define a los pequeños grupos de cabello que nacen y crecen dentro de la raíz conocida como folículo piloso.

En este tipo de cirugía se usa el mismo principio de implantación en la zona afectada, pero los mecanismos de extracción varían. Básicamente existen dos sistemas: uno de ellos es  el FUSS en el que se remueve con un bisturí una tira de cuero cabelludo del área donante para extraer de allí las unidades foliculares que serán implantadas.  Este método resulta un tanto doloroso y deja una cicatriz de entre 18 y 20 centímetros de largo.

La otra opción se conoce como FUE, un procedimiento más complejo basado en el uso de una herramienta especial que permite al cirujano remover cada unidad folicular directamente desde el cuero cabelludo. Este sistema emplea anestesia local y permite extraer aproximadamente 2000 unidades foliculares en unas 12 horas, es ciertamente más costoso, pero también más preciso y de rápida recuperación.

Calvicie femenina

Muchos creen que la calvicie es un problema netamente masculino pero según datos del American Health Journal, aproximadamente 21 millones de mujeres sufren de pérdida de cabello como consecuencia de enfermedades como la tricotilomanía y el lupus, así como de ciertas condiciones entre las que destacan el estrés, el embarazo, la falta de sueño, el uso de ciertos medicamentos y la deficiencia de ácido fólico y algunas vitaminas.

Un dato interesante es la diferencia en el proceso de cómo las mujeres pierden su cabello en comparación con los hombres, pues en el caso masculino la calvicie comienza en la línea del cabello y luego progresa hacia la corona de la cabeza, mientras que las féminas experimentan más bien un adelgazamiento en la parte superior de la cabeza que se hace visible con la aparición de pequeños espacios despoblados.

Este trastorno afecta emocionalmente a las mujeres en mayor medida que a los hombres, dado los altos estándares estéticos a nivel social, aunque ciertamente, ellas están siempre mejor dispuestas que los varones a someterse a cualquier tipo de tratamiento que les permita superar su condición.

Resultados y limitaciones

Un trasplante de cabello puede producir resultados sorprendentes pero estos dependen de la calidad de las unidades foliculares implantadas,  de la sensibilidad artística del cirujano y de la pericia del equipo encargado del manejo de pequeños tejidos.

En la mayoría de los casos, el cabello implantado crecerá naturalmente varios meses después del procedimiento, este será de carácter permanente y no requerirá de ningún cuidado especial. Sin embargo, un pequeño porcentaje de pacientes puede presentar inflamación en la frente y los párpados durante el post-operatorio, también es posible la calidad del cabello residual u original en la zona receptora, un fenómeno denominado “hair shock”.

Por eso es importante tener en consideración que toda persona debe ser evaluada individualmente por un especialistas y superar los cuatro criterios básicos que lo descartarían como candidato a un trasplante de cabello: la edad, pues este procedimiento no es recomendado en pacientes menores de 25 años; el área en la que se ubica la pérdida de cabello; la extensión de la pérdida capilar; y el tipo de pelo, siendo el grueso y enrulado el que garantiza mejores resultados.

Temas

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar