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Un milagro, pero no saben de quién, esperan los españoles para resolver la tensa situación en la región de Cataluña. Posponer al menos la declaración de independencia que se avecina, luego de que el Gobierno catalán lograra un “sí” en el referendo del pasado 1 de octubre, que fue previamente declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y contó con la participación de menos de la mitad del electorado.
Mientras unos abogan por el cumplimiento de las leyes establecidas por la Constitución española, que no permite la realización de un plebiscito separatista sin la aprobación del Parlamento español, los catalanes independentistas apremian al Gobierno regional para que declare la república catalana en claro desafío a la ley nacional.
Las palabras del rey Alfonso VI, cuando se dirigió al país por televisión el pasado martes, aludieron fuertemente al cumplimiento de la ley y no fueron bien recibidas por los catalanes independentistas porque no proyectaron las acostumbradas frases reconciliatorias del dialogo.
Preocupaciones
A todo esto, se suma la alta preocupación de grandes empresas afincadas en Cataluña, que dada la salida forzosa de la Unión Europea que produciría la secesión, comienzan a mirar hacia territorio “más español” para permanecer bajo la sombrilla del protectorado económico y político.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, asegura que “sabe lo que tiene que hacer” y tomará “las medidas necesarias” para detener el proceso separatista. No obstante, pide al presidente catalán, Carles Puigdemont, que desista de la declaración independentista “para evitar males mayores”.
No se conocen las medidas que el Gobierno español tiene preparadas para hacer frente a una hipotética declaración unilateral de independencia. Ante la pregunta ¿qué harán?, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, contestó: “El Gobierno tomará las medidas que le dan la Constitución y las leyes, en amparo de los derechos y libertades de todos los catalanes y todos los españoles”.
Sobre la probabilidad del uso de la fuerza, que la Comisión Europea no aconseja pero justifica el “uso proporcionado” para “mantener el Estado de derecho", el titular de Justicia no se pronuncia pero subraya que “los tiempos y las necesidades de cada momento las controla el Gobierno”.
Para muchos está claro que el proceso catalán de independencia no ha cumplido las normas de la ley. Incluso hay independentistas que reconocen la falta de transparencia, como el profesor de derecho de la Universidad de Lleida, la más antigua de Cataluña, Ferran Espaser,
“Puedo ser independentista y votar sí pero reconozco que hemos saltado ciertas reglas”, declaró el catedrático a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Espaser no sólo se refirió a las reglas que plantea la Constitución y que Rajoy invoca, sino también a ley del referendo que fue adoptada por el Parlamento catalán, hace apenas un mes, sin obtener la mayoría absoluta que habría representado la pluralidad de la población.
“La oposición se retiró, no quiso votar, y eso supuso una clara victoria 72 a 60 para aprobar la ley del referendo”, recordó.
“Me hubiera gustado al menos 90 votos a favor, la mayoría absoluta, como hacemos con otros temas, pero no pudo ser”. En otras palabras, el cuerpo legislativo catalán desistió de un mayor número de votos y por ende de conseguir los apoyos necesarios, tanto en España como en el exterior.
Circunstancias
No es menos cierto que los políticos actúan según las circunstancias, aunque ello signifique hacerse de la vista gorda a veces, incluso pasarse alguna ley menor.
“Yo diría que sí. Que muchos políticos pasan de alguna ley según las circunstancias, pero pasar de la Constitución y declarar independencia es un asunto mayor”, comentó Mario Benítez, un militar jubilado, que prestó servicio en la Policía Nacional por 30 años.
Por otra parte, hay asuntos que los catalanes consideran mayores. “No se trata sólo de que nos sintamos culturalmente diferentes, hablemos otro idioma o nos sintamos discriminados. Por muchos años, desde finales del siglo XIX, hemos querido ser independientes, al menos votar sí o no, y siempre el Gobierno de turno ha buscado la manera de detenernos, con la fuerza o las leyes”, argumentó el profesor.