
El hackeo dirigido contra la Agencia Europea de Medicamentos el pasado mes de diciembre acabó con información de la vacuna del COVID-19 filtrada en Internet
La Agencia se encuentra inmersa en una investigación para esclarecer la brecha de seguridad que sufrió a finales del pasado año cuando se detectó un acceso ilegal a documentos vinculados con el COVID-19, relativos a medicamentos y vacunas de terceros.
La información se filtró en Internet, pero, explica en un comunicado, esto no afectó ni al funcionamiento de la Agencia ni a los plazos sobre la evaluación y la aprobación de vacunas y medicamentos.
La información filtrada incluye documentos de Pfizer y BioNTech del proceso de autorización de su vacuna. Fue la firma de ciberseguridad italiana Yarix la que descubrió los datos en la darkweb y avisó a las autoridades.
Los archivos de la Agencia se publicaron en una entrada de blog por uno de los atacantes, que compartió mensajes de correo electrónico, así como capturas y documentos pertenecientes a un portal de comunicación segura reservada a personal autorizado.