JERUSALÉN.- El gobierno de Israel anunció este jueves que no permitirá la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza hasta que el grupo militante Hamás libere a los cerca de 150 rehenes israelíes que fueron tomados cautivos durante un reciente ataque. Esta medida se produce en medio de crecientes tensiones en la región tras un ataque de Hamás en Israel y la respuesta militar de Israel.
El ministro de Energía israelí, Israel Katz, enfatizó que "no se activará ni un solo interruptor eléctrico, ni un solo grifo se abrirá y no entrará ni un solo camión de combustible hasta que los rehenes israelíes regresen a casa". Israel sostiene que la liberación de los rehenes es una condición fundamental para cualquier cambio en la política de ayuda humanitaria a Gaza.
La decisión de Israel genera preocupación en la comunidad internacional, ya que la Franja de Gaza se encuentra en medio de una crisis humanitaria debido a los recientes enfrentamientos. Miles de civiles palestinos se han visto afectados por la falta de alimentos, agua, combustible y medicinas.
"La situación humanitaria en Gaza es extremadamente delicada, y la negativa de Israel a permitir la entrada de ayuda es motivo de preocupación", dijo un portavoz de las Naciones Unidas. "Hacemos un llamado a todas las partes a encontrar una solución pacífica y a garantizar que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan desesperadamente".
Hasta el momento, Hamás no ha respondido a las demandas de Israel de liberar a los rehenes. La tensión en la región continúa aumentando, con ambas partes dispuestas a mantener sus posiciones.
La comunidad internacional sigue trabajando para buscar una solución negociada que alivie la crisis humanitaria en Gaza y restaure la estabilidad en la región.
El conflicto actual se desencadenó por un ataque de Hamás el pasado sábado, que dejó más de 1.300 personas muertas en Israel, incluyendo 247 soldados, una cifra sin precedentes en décadas. La posterior respuesta militar de Israel ha cobrado la vida de más de 1.400 personas en Gaza, según las autoridades de ambos lados. Israel afirma que aproximadamente 1.500 combatientes de Hamás han muerto en su territorio, y que cientos de los fallecidos en Gaza son miembros de Hamás.
La escalada de violencia ha dejado miles de personas heridas en ambos bandos y ha llevado a un aumento en el número de desplazados en Gaza, con más de 340.000 personas huyendo de sus hogares, lo que representa cerca del 15% de la población de la Franja.
La situación en Gaza es crítica, con la única central eléctrica de la región agotando su combustible y cerrando sus operaciones. Esto dejó a la población sin electricidad y generó una severa escasez de agua para más de 650.000 personas, según las Naciones Unidas. Los hospitales en Gaza también están al borde del colapso, con un flujo constante de heridos y sin suficientes suministros para atender a los pacientes.
La comunidad internacional insta a las partes involucradas a encontrar una solución pacífica que permita la entrega de ayuda humanitaria a Gaza y ponga fin a la escalada de violencia que ha cobrado un alto costo en vidas humanas y ha empeorado la crisis humanitaria en la región.
FUENTE: Con información de AP