JERUSALEN.- Una comunidad que fue atacada durante el asalto de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, reportó el viernes la muerte de uno de sus residentes, que fue tomado como rehén.
Hamás asegura que no liberará a más cautivos hasta que Israel ponga fin a su ofensiva y se retire de Gaza. El ataque de Hamás sobre el sur de Israel se cobró la vida de unas 1.200 personas
JERUSALEN.- Una comunidad que fue atacada durante el asalto de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, reportó el viernes la muerte de uno de sus residentes, que fue tomado como rehén.
La comunidad del kibutz de Nir Oz no reveló la causa del deceso de Tamir Adar, de 38 años. De los alrededor de 250 capturados durante el asalto insurgente, unos 80 eran de Nir Oz, que tiene unos 400 habitantes.
La abuela de Tamir, Yaffa Adar, de 85 años, también fue capturada, pero estuvo entre los más de 100 rehenes liberados durante un alto el fuego de una semana en noviembre. Según las autoridades israelíes, los insurgentes tienen todavía 113 rehenes, incluyendo 19 mujeres y dos menores de cinco años, así como los cadáveres de otros 24.
Hamás asegura que no liberará a más cautivos hasta que Israel ponga fin a su ofensiva y se retire de Gaza. El gobierno israelí prometió aplastar al grupo insurgente y llevar de vuelta a casa a todos los rehenes.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, aseguró que en el norte de la Franja de Gaza, donde barrios enteros han quedado reducidos a escombros, hay todavía varios miles de combatientes de Hamás. También hay intensos combates en el centro del asediado enclave y en la ciudad de Jan Yunis, en el sur, donde, según las autoridades israelíes, la estructura militar del grupo sigue prácticamente intacta.
El ataque de Hamás sobre el sur de Israel se cobró la vida de unas 1.200 personas.
El ministro de Defensa israelí esbozó un plan preliminar para la administración de la Franja de Gaza cuando termine el conflicto y planteó que ni Israel ni Hamás gobiernen este territorio palestino que sigue bajo intensos bombardeos este viernes.
El plan para el "día después" de la guerra fue presentado en la noche del jueves por el ministro Defensa israelí, Yoav Gallant, en vísperas de la llegada a Oriente Medio del jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken.
Blinken emprendió su cuarto viaje a la región desde que estalló la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre.
El futuro del pequeño territorio palestino está en el centro de las preocupaciones de la comunidad internacional, en un contexto de creciente presión para un alto el fuego que proteja a los civiles y las advertencias de la ONU de una crisis humanitaria que ha dejado a miles de personas desplazadas y expuestas al hambre y las enfermedades.
"Hamás no gobernará Gaza (e) Israel no gobernará a los civiles de Gaza", señaló Gallant, al presentar a la prensa el plan de posguerra.
"Los habitantes de Gaza son palestinos. En consecuencia, entidades palestinas se encargarán (de la gestión) a condición de que no haya ninguna acción hostil o amenaza contra el Estado de Israel", agregó.
Bajo el plan, la guerra israelí en el territorio continuará hasta asegurar el retorno de los rehenes capturados por Hamás en los ataques del 7 de octubre y garantizar que se hayan desmantelado "las capacidades militares y de gobierno de Hamás", que controla Gaza desde 2007.
Después de eso, según el plan, comenzará una nueva fase en la que organizaciones palestinas asumirán la gestión del territorio.
Israel prometió "aniquilar" a Hamás después de que el grupo lanzó los sangrientos ataques del 7 de octubre, que dejaron 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras israelíes.
La ofensiva israelí dejó gran parte de Gaza reducida a escombros y ha provocado al menos 22.438 muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
FUENTE: Con información de AP/AFP