MIAMI.- La fallida sublevación del grupo mercenario Wagner contra Vladimir Putin y su cúpula, aún muy cuestionada, vuelve a tomar un giro con el regreso del jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, a Rusia.
MIAMI.- La fallida sublevación del grupo mercenario Wagner contra Vladimir Putin y su cúpula, aún muy cuestionada, vuelve a tomar un giro con el regreso del jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, a Rusia.
La agencia de noticias AP reporta que, según el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, que intercedió para evitar la guerra civil en Rusia, Prigozhin regresó a San Petersburgo y las tropas de ejército siguen en los campamentos en territorio ruso y bielorruso, donde se alojan desde antes y después del intento de motín contra Moscú.
Según los reportes de la prensa rusa, Prigozhin recuperó el dinero en efectivo confiscado durante el registro de sus oficinas, lo que hace pensar en acuerdos o contubernios.
Antecedentes
Alexander Lukashenko ayudó a negociar el acuerdo por el que Prigozhin puso fin a su frustrada rebelión del 24 de junio, a cambio de garantías de seguridad para sí mismo y para sus soldados. El pacto permitió el traslado tanto Prigozhin como de sus tropas a Bielorrusia.
Pero han trascendido pocos detalles del acuerdo, y el paradero y el futuro del jefe de Wagner, así como el de su ejército privado, no están claros. El Kremlin ha rechazado hacer comentarios acerca del paradero del magnate militar o sobre sus movimientos desde el alzamiento.
Aunque hace unos días Bileorrusia confirmó que Prigozhin se encontraba allí, Lukashenko dijo a periodistas extranjeros que el jefe de los mercenarios estaba en San Petrersburgo mientras que sus tropas estaban en sus campamentos.
El gobernante bielorruso no especificó la ubicación de los campamentos. Antes de la revuelta, los mercenarios de Prigozhin combatieron junto a las fuerzas de Rusia en Ucrania, y cualquier acuerdo entre el grupo Wagner y Moscú podría incluir una nueva escalada contra el pueblo ucraniano.
Preguntado por si Prigozhin y sus mercenarios iban a trasladarse a Bielorrusia, Lukashenko respondió con evasivas apuntando que eso dependería de las decisiones que tomen el magnate y el gobierno ruso.
Durante la rebelión el 23 de junio, Wagner tomó rápidamente Rostov del Don, en el sur de Rusia, y capturaron el cuartel general militar en la ciudad, lo que provocó fuertes cuestionamientos sobre la capacidad del ejército ruso y también creó dudas sobre la veracidad de los hechos.
Wagner inició entonces una marcha hacia la capital rusa, Moscú, en lo que Prigozhin describió como una “marcha de la justicia” para derrocar al ministro ruso de Defensa y al jefe del Estado Mayor.
Prigozhin aseguró que sus fuerzas estaban a menos de 200 kilómetros (124 millas) de Moscú cuándo ordenó detener el avance en virtud del inesperado y misterioso acuerdo mediado por Lukashenko.