MADRID — El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, está empleando la política de temor con los ciudadanos para pedir el voto para los socialistas, argumentando que de ganar la derecha"perderían", según él, los beneficios que asegura su gobierno ha otorgado.
Tras la aplastante derrota contra los socialistas, Sánchez equiparó este miércoles a la derecha y a la extrema derecha y llamó a los votantes de izquierda a "dar la batalla" contra ellas en las elecciones generales anticipadas del 23 de julio.
"La derecha extrema y la extrema derecha están envalentonadas", señaló Sánchez, al afirmar que el Partido Popular (PP, derecha) y Vox (extrema derecha) son formaciones "ya del todo semejantes en la forma y en el fondo", en una intervención ante diputados y senadores socialistas en el Parlamento.
"Debemos dar la batalla, porque nuestro país se merece lo mejor", dijo.
En principio previstas para finales de año, Sánchez decidió sorpresivamente el martes adelantar las legislativas apenas horas después de que su Partido Socialista y otros partidos de izquierda sufrieran una derrota sin paliativos en las municipales y regionales del domingo, una jornada en la que el gran triunfador fue el PP, aunque Vox también logró buenos resultados.
Recordando el eslogan del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha llamado a "derogar el sanchismo", en referencia al gobierno de Sánchez, el líder socialista afirmó que la derecha busca "desmantelar todo lo conquistado, acabar con los avances sociales logrados en estos últimos cinco años" de gobierno de izquierda.
Según Sánchez, entre las reformas en riesgo, enumeró el aumento del salario mínimo, la reforma laboral para acabar con la precariedad, impuestos excepcionales a los beneficios de los bancos y las empresas energéticas y una ley sobre cambio climático para acelerar la inversión en energías renovables.
"Hay que clarificar" en las urnas "si los españoles quieren seguir políticas de ampliación de derechos o quieren derogar esos derechos, tal y como clama la coalición de la derecha extrema y la extrema derecha", dijo Sánchez en un intento de infundir temor entre los votantes cansados de las políticas socialistas.
El PP, que planteó las municipales y regionales como un plebiscito a Sánchez, ganó abrumadoramente esos comicios, arrebatándole a los socialistas seis regiones, si bien en la mayoría de ellas puede depender de Vox para tener una mayoría en los parlamentos regionales.
Según las encuestas, el PP se encamina a ganar las legislativas, aunque podría necesitar a Vox para gobernar.
La imagen de Sánchez ha sufrido por el desgaste tras más cinco años en el gobierno y el impacto de la inflación y la merma del poder adquisitivo de la población, pero también por los constantes enfrentamientos entre los socialistas y sus socios de coalición de Podemos, la izquierda radical chavista.
FUENTE: Con información de AP