WASHINGTON.- El presidente Barack Obama en una conferencia de prensa el 5 de noviembre de 2014, en la Casa Blanca, Washington, donde reconoció la gran victoria republicana en los comicios legislativos de este martes. (EFE)
WASHINGTON.- "Quiero ver si los republicanos quieren una ley. (...) Ya he mostrado mucha paciencia buscando una solución bipartidista", afirmó Obama y aseveró: "No me limitaré a esperar (...). Antes de fin de año voy a hacer lo que sea necesario para que funcione nuestro sistema [migratorio]"
WASHINGTON.- El presidente Barack Obama en una conferencia de prensa el 5 de noviembre de 2014, en la Casa Blanca, Washington, donde reconoció la gran victoria republicana en los comicios legislativos de este martes. (EFE)
LAURA RIVERA/ DLA
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Después del rotundo triunfo republicano en las elecciones del martes, en las que dicho partido consiguió desbancar a los demócratas que dominaban el Senado desde hace ocho años y mantener su poderío en la Cámara de Representantes, el presidente Barack Obama reconoció ayer la victoria de la oposición y dijo haber escuchado el mensaje que le dio el pueblo con su voto. Prometió entonces, entre otras cosas, que tomaría acción para mejorar el sistema de inmigración antes de fin de año.
"No cabe duda de que los republicanos tuvieron una buena noche", dijo el mandatario en una rueda de prensa ayer desde la Casa Blanca sobre el resultado electoral, pero aclaró su posición de ventaja: "Yo soy el que fue elegido por todo el mundo, no por este estado o aquel distrito electoral".
"A todos los que han votado, los he escuchado, así como a los casi dos tercios de estadounidenses que decidieron no votar, también los he oído", aseguró.
Cuando se le preguntó qué hará ahora con problemáticas como, por ejemplo, la mentada reforma migratoria, dijo: "No cambiaremos nuestra agenda. Le he dicho a mi equipo que resuelva los temas que nos preocupan, que haga todo lo posible para que tomen efecto [las medidas que ha propuesto]".
"Quiero ver si los republicanos quieren una ley. (...) Ya he mostrado mucha paciencia buscando una solución bipartidista", afirmó Obama y aseveró: "No me limitaré a esperar (...). Antes de fin de año voy a hacer lo que sea necesario para que funcione nuestro sistema [migratorio]".
El jefe de Gobierno recordó a la audiencia que él hizo un esfuerzo para cambiar la ley de inmigración pero que su proyecto "quedó congelado" en el Senado y que John Boehner admitió que no controla al grupo más derechista de su partido. Por lo tanto, se deduce que Obama piensa usar sus poderes institucionales para modificar al menos la política de deportaciones de inmigrantes ilegales y favorecer su cambio de estatus legal.
Agregó -con tono desafiante- que ahora que los republicanos tienen el control de todo el Congreso, espera "ansioso" ver si consiguen darle solución a esta problemática y "no perder más tiempo".
El Presidente dijo que ahora que Mitch McConnell y a John Boehner -líderes de la oposición en el Congreso- eran de la misma línea política, esperaba que hicieran pronto una agenda y se la presentaran.
Se mostró dispuesto a negociar y a acercarse a ellos, a pesar de la relación distante y hostil que mantiene hace años con McConnell, al que invitó en broma a tomar un trago.
Obama anunció que sus tres prioridades antes de que tome posesión el nuevo Congreso (enero de 2015) serán el ébola, la lucha contra el Estado Islámico y sacar adelante el presupuesto.