domingo 16  de  febrero 2025

Cuba y Venezuela naufragan en el mismo mar

La ayuda económica venezolana fue un elemento que dio oxígeno a los cubanos. De esa manera se pudo consolidar a la cúpula tradicional en el poder en la isla
Diario las Américas | FRANCISCO OLIVARES
Por FRANCISCO OLIVARES

Mientras en Venezuela se derrumba la economía cerrada y estatista impuesta por el chavismo-madurismo, en Cuba se abre una pequeña fisura de cambio cuando Raúl Castro deba dejar la Presidencia del Consejo de Estado el próximo 19 de abril. Ya con 87 años de edad, él y toda la generación que lideró la revolución y le impuso a Cuba un sistema dictatorial comunista que relegó a toda su población a la pobreza, al atraso y al aislamiento internacional, desaparece inevitablemente.

Aunque Raúl Castro reconoció el fracaso de la economía cubana en los dos últimos congresos del Partido Comunista y un sector del partido se abrió a ciertos cambios con alguna apertura en la iniciativa privada de pequeños emprendedores, y con grandes proyectos de inversión como los de Mariel, la cúpula tradicional, aferrada al poder y a una ideología fracasada, ha estancado esas iniciativas destruyendo las expectativas que se crearon cuando se anunciaron.

La ayuda económica venezolana había sido un elemento que dio oxígeno a los cubanos y permitió frenar el ritmo de la apertura al permitir cierta mejora económica. De esa manera se pudo consolidar a la cúpula tradicional en el poder frente a las nuevas ideas que fermentaban desde las universidades y de la nueva generación de dirigentes.

La represión se hizo más severa y la población, soportando la miseria se quedó esperando inútilmente que llegaran las grandes inversiones internacionales que llevaran algo de modernidad y bienestar a un país que vive en 50 años de atraso.

Si bien se producirá un cambio de mando en Cuba, la sucesión asignada a Miguel Díaz-Canel, un hombre de confianza de Raúl Castro, tendrá la misión de mantener el control del país apoyado por la cúpula militar, la cual maneja las más importantes empresas que generan las divisas para el país. Se trata pues de una casta político-militar que goza de privilegios y que a toda costa frenarán las presiones de apertura que puedan producirse desde la sociedad.

Pero su gran aliado de los últimos 20 años, en el cual basaron su sobrevivencia está en bancarrota. Es decir el proyecto chavista en Venezuela ha caído en una profunda crisis que hace inviable mantener el nivel de recursos económicos que han servido de sustento a la Cuba rescatada del Período Especial.

Este nuevo escenario que se avecina será un factor fundamental para que en ambos países renazca el sentimiento de cambio hacia la libertad y la democracia y el deseo de bienestar.

Pero Cuba también fue un aliado fundamental para que el gobierno chavista se mantuviese en el poder. Así le implantó fórmulas como pudo ser el sometimiento de la población a través del hambre y la entrega de grandes privilegios al sector militar.

Sin embargo los dólares provenientes del petróleo venezolano eran fundamentales para mantener ambos proyectos socialistas. Pero el madurismo profundizó la crisis en la principal industria venezolana, arrasó con la producción industrial primaria y la corrupción generó una élite corrupta que se fue separando del control del Estado llevando las grandes fortunas a los paraísos fiscales. De allí que ambos regímenes, el de Cuba y el de Venezuela se encuentran desasistidos la una de la otra del proyecto que iniciaran Fidel Castro y Hugo Chávez. Hoy el aislamiento y la crisis de recursos los colocan a las puertas de un cambio necesario.

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