Después de Nueva York, Londres y Rotterdam, Jean Paul Gaultier finalmente lleva la exposición sobre su arte en la moda a casa, a París.
Y para compensar que no inició su gira mundial en su país natal, el modisto ha honrado a la capital francesa con una exposición que cuenta con un nuevo escenario y nuevos vestidos. Se podrán ver 175 creaciones de ensueño, más que nunca antes. Y entre las novedades figura el largo vestido negro de tul con que el Gaultier hizo que la cantante austriaca Conchita Wurst cerrase los desfiles de alta costura de su marca en julio de 2014.
Gaultier invitó a la drag queen austriaca en el Grand Palais a desfilar junto con las maniquíes con las que a comienzos de los años 80 comenzó a llamar la atención. Gaultier fue el primero en comenzar a trabajar con modelos andróginos.
El modelo Andrei Pejic, que saltó a la fama luciendo un vestido de novia de Gaultier, se llama ahora Andrea tras el cambio de sexo. Las creaciones que él llevó se pueden ver ahora en el Grand Palais.
El modisto francés trabajó en tres películas con Pedro Almodóvar, para el que diseñó el singular traje de Victoria Abril en Kika o el traje de lentejuelas transparente que lució Gael García Bernal en "La mala educación". Y el realizador manchego volvió a contar con él para "La piel que habito".
La exposición no deja de ser colorida y estridente. Se pueden ver las faldas para hombre de Gaultier, así como sus característicos suéters de marinero, sus vestidos con corsé y sus corpiños de encaje con los que a Madonna le gustaba mostrarse en público.
Una de las razones por las que el modisto de 62 años es considerado en el mundo de la moda como enfant terrible se pude encontrar en sus vestidos de piel, látex y con reminiscencias sadomaso. El sexo siempre tuvo una relevancia destacada en sus creaciones. "Todo el mundo debería practicar todo el sexo que pueda, pues el sexo cambia el cerebro. Te hace más inteligente, más rápido y estás de mejor humor", dijo Gaultier hace unas semanas.
Un repaso a la infancia y juventud del creador explica de dónde surge la floreciente fantasía del creador. Y ello se puede ver en las fotos privadas de la muestra, que abre sus puertas hasta el 3 de agosto. En una de ellas aparece Gaultier de niño, a quien se le ve encantado en el salón de belleza de su abuela.
