martes 11  de  noviembre 2025
MIGRACIÓN

Primera sesión de la reunión de cancilleres transcurre sin solución para cubanos varados en Costa Rica

Cuba estaría sentada en la mesa de Nicaragua y podría ofrecer, con mucho tacto diplomático a sus ciudadanos en Costa Rica, una política de retorno a La Habana con apoyo de Nicaragua; aunque inicialmente la isla se había negado a recibirlos alegando que salieron del país legalmente

JOSUE BRAVO
Especial.-

SAN JOSÉ. El Gobierno de Nicaragua mantiene su posición de intransigencia en la reunión de cancilleres de países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en San Salvador, y exigió a Costa Rica que tome las medidas correspondientes para “retirar” de las zonas fronterizas unos 3.000 migrantes cubanos que tratan de cruzar la frontera para continuar su travesía a Estados Unidos.

Según la posición oficial del Gobierno de Nicaragua, expuesta por el vicecanciller y embajador ante la Organización de Estados Americanos, Denis Moncada, la presencia de los miles de cubanos “augura y alienta nuevas acciones violentas, lesivas de la soberanía que el Gobierno de Nicaragua ha hecho y hará respetar”.

“Cada día crece, por centenares, el número de emigrantes ilegales cubanos que el Gobierno de Costa Rica ha ubicado en nuestras fronteras, hasta contabilizar ya varios miles, en claro chantaje, presión y amenaza de repetir la invasión y violación de nuestro territorio”, reza el comunicado de la posición de Nicaragua, que fue leído por la vocera del Gobierno, Rosario Murillo.

Según el comunicado, la crisis de migración ha sido utilizada por Costa Rica “para legitimar la llamada Ley de Ajuste y la Política de Pies Secos/Pies Mojados, que Estados Unidos de Norteamérica diseñó y mantiene como parte del bloqueo [embargo comercial] contra Cuba, denunciado y condenado por el mundo entero”.

Nicaragua cerró la frontera el pasado 13 de noviembre a más de 2.000 cubanos, quienes se han quedado varados en Costa Rica tras la desarticulación de una red de coyotaje que los dejó a la deriva pro este territorio.

Hasta este martes suman más de 3.000 los cubanos acumulados en la zona fronteriza de Peñas Blancas, sin que puedan continuar con su ruta migratoria hacia los Estados Unidos.

"El Gobierno de Costa Rica ha creado y manipulado esta crisis que pretende desconocer e ignorar las causas y la responsabilidad de los Estados Unidos en el aliento de una migración insegura, indigna, desordenada e ilegal, que afecta a Cuba y que está afectando ya a la región centroamericana", añadió.

Por otra parte, "el gobierno de Nicaragua ratifica su posición de no prestarse a legitimar políticas ilegales que causan daño, sufrimiento y pérdidas económicas a seres humanos, familias enteras, gobiernos y pueblos de Cuba y la región", expresó Nicaragua.

Mientras tanto, los ministros de relaciones exteriores de los países miembros del SICA continúan dialogando para encontrar una salida a la crisis. La primera sesión terminó sin acuerdos ante la intransigencia de Nicaragua.

Durante la tarde, se suman al encuentro los homólogos de Cuba, Ecuador, Colombia y México.

De esta manera, Bruno Rodríguez, el canciller de Cuba, ya se encuentra en San Salvador, quien, según adelantan algunos analistas, se sumará a la dura posición de Nicaragua.

El canciller de Costa Rica, Manuel González, quien lamentó la posición de Managua, ha planteado la adopción de medidas para un tránsito seguro, ordenado y documentado de migrantes cubanos.

También exigió el retiro del ejército nicaragüense de la frontera, acción innecesaria que pretende intimidar y amenazar a Costa Rica. “Nicaragua pide retirar los migrantes de frontera. Eso es irónico. Hay 12 albergues humanitarios en Costa Rica, la gente puede circular tranquila en un país de libertad”, respondió González a las pretensiones nicaragüenses en su cuenta de Twitter.

"¿Qué peligro corremos los centroamericanos al permitir el paso seguro, ordenado y documentado de las personas migrantes de nacionalidad cubana en esta apremiante coyuntura? La respuesta es que ninguno", dijo González en el encuentro.

“Como resultado de esta reunión adoptemos un acuerdo que en estricto apego al derecho internacional autorice el transito como una medida de excepción y temporal, para aquellas personas migrantes de nacionalidad cubana debidamente documentadas y que establezca las medidas que aseguren el cumplimiento del acuerdo”, añadió.

La cancillería de Nicaragua ha sostenido reuniones previas a este encuentro con Rodríguez, así como con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, país por el cual los cubanos inician su ruta a Estados Unidos una vez que dejan La Habana.

Cuba estaría sentada en la mesa de Nicaragua y podría ofrecer, con mucho tacto diplomático a sus ciudadanos en Costa Rica, una política de retorno a La Habana con apoyo de Nicaragua; aunque inicialmente la isla se había negado a recibirlos alegando que salieron del país legalmente.

Esta posibilidad de devolverlos a su país, aunque está contemplado en instrumentos migratorios internacionales, no ha sido muy valorada por Costa Rica, dada su condición de país respetuoso de derechos humanos.

Así se lo manifestaron la noche del lunes representantes del Gobierno de Costa Rica a los cubanos en los albergues, con el ánimo de bajar tensiones ante rumores de “virarlos” de nuevo hacia La Habana.

“Aquí nadie quiere virar a Cuba”

“Estamos con una tensión enorme. Cada vez que me dan noticias de este tipo, se me sube la presión porque soy hipertensa. El Gobierno de Costa Rica nos dijo que nos darían noticias, buenas o malas. Aquí nadie quiere dormir, estamos esperando noticias sobre nuestro futuro. Nosotros sólo queremos ir hacia delante porque hacia Cuba no queremos virar”, dijo Jamileth Laffitte Rodríguez.

La joven viaja con su esposo, ambos son originarios de Ciudad de La Habana, y debieron vender su casa en 1.500 dólares para emprender la travesía.

“Estamos viviendo difícil. De Costa Rica no tenemos queja, nos han tratado muy bien. Aquí nadie quiere virar a Cuba. Virar a Cuba sólo muertos en una bolsa plástica. Vendimos todas nuestras cosas y no tendríamos dónde vivir. No sabemos el castigo que nos expondríamos si regresamos a Cuba”, dijo Manuel Labrada, un joven de 25 años, originario de Holguín.

“Con la ayuda de Dios esperamos llegar a Estados Unidos, porque en mi caso, sólo tengo 51 dólares en mi bolsillo”, añadió.

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