CARACAS.-PEDRO PABLO PEÑALOZA
Especial
Ramos Allup advierte que Miraflores “no está procurando nada para que aquí haya una salida institucional”
CARACAS.-PEDRO PABLO PEÑALOZA
Especial
Sin miedo a las urnas electorales, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, redobla la apuesta. El líder de la Cámara plantea una enmienda con la finalidad de recortar los períodos del Ejecutivo, el Legislativo y el Tribunal Supremo de Justicia, y dejar en manos del pueblo venezolano la resolución del conflicto que azota al país.
Ramos Allup advierte sobre las tensiones que atraviesan a la Fuerza Armada, sostiene que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro enfrenta una “crisis terminal” y alerta que Miraflores “no está procurando nada para que aquí haya una salida institucional”.
- En distintas ocasiones ha expresado su inquietud ante una posible intervención militar como respuesta a la crisis política del país. ¿Por qué esa preocupación? ¿Tiene pruebas de alguna conspiración militar?
- Pruebas no tengo, pero de que vuelan, vuelan. En Venezuela y América Latina, crisis como esta suelen desembocar en una irrupción de los militares para resolver los conflictos que la política no resuelve. Ese es el eterno pretexto de los militares para intervenir en casos como este. En la situación venezolana, con esta espantosa crisis económica y social, con este choque de poderes –que no tiene otro nombre- mediante el cual el Ejecutivo haciendo uso del Tribunal Supremo de Justicia pretende neutralizar todas las iniciativas de la Asamblea Nacional y el cumplimiento de sus deberes constitucionales, se está sirviendo la mesa para los que creen que la intervención de los militares es una solución.
El Gobierno, vuelvo a repetirlo, está en una crisis terminal, acosado desde adentro y desde afuera. Factores internos del propio chavismo, desesperados por la situación y el fracaso de su proyecto, están planteando la renuncia de Maduro como el mal menor. No tengo la menor duda de que el propio Gobierno puede estimular una salida militar como pretexto y justificación histórica de su fracaso. La cúpula militar, esta y las anteriores, por razones que no voy a mencionar, siempre han estado cuadradas con el Gobierno, pero en el seno de la Fuerza Armada Nacional existe un sector muy amplio y vasto que no respalda lo que está haciendo el Gobierno, y hay otro núcleo importante también que cree en una salida de fuerza. Hay militares institucionales, militares progobiernistas y hay el núcleo que pudiéramos denominar castrense que cree que los militares pueden intervenir para resolver.
- El presidente Nicolás Maduro insiste en que la revolución se sustenta en una férrea unidad cívico-militar. ¿Usted lo pone en duda?
- No es en absoluto así y el Gobierno lo sabe. El Presidente ni siquiera puede afirmar que hay una cohesión dentro del propio sector civil que apoya su Gobierno, porque es ampliamente conocido que enfrenta un cuestionamiento muy severo. Además, tampoco escapa a la consideración de los observadores que a uno de los factores que se consideraba con más fuerza dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, de repente le hacen una razzia y prácticamente le liquidan todos los miembros que tenía en la dirección nacional, menos cuatro. Todas esas son evidentes señales de que no hay ese factor de cohesión en el sector político civil que respalda al Gobierno y la situación es mucho peor en el seno de la FAN. Yo no me he reunido con ningún militar para hablar de estas cosas, pero son informaciones que se filtran porque hoy en día no hay secretos.
- Los militares mantienen el control de ministerios clave y recientemente el Ejecutivo sorprendió con la creación de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg). ¿Cómo interpreta estas decisiones?
- Creo que en lo que se refiere a los militares, el Gobierno lo que está demostrando es que necesita esas concesiones para contar con cierta base de respaldo en algún sector. Esta compañía recién constituida (Camimpeg) tiene como razón social las explotaciones petroleras, gasíferas y mineras; es decir, es más amplia que la de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Eso nunca se había visto. Son concesiones, contraprestaciones. Como decían los romanos: Do ut des, doy para que des.
- ¿Cómo sacar por la vía institucional a un régimen que desconoce a las instituciones?
- Si nos vamos a atener a que todo cuanto hagamos va a conseguir en el Gobierno un muro de contención y que para eso utilizará al TSJ, no haríamos nada. Si el Gobierno utilizando su TSJ insiste en negar nuestra autonomía y desconocer la voluntad popular, tendremos que seguir adelante. Eso sin duda agrava la crisis institucional que ya existe.
- Entre las opciones que se han planteado en el debate público (reforma constitucional, enmienda constitucional, Constituyente y referendo revocatorio), usted ha manifestado su inclinación por la enmienda. ¿Por qué?
- Sí, me parece la más sencilla. Te voy a hacer una revelación. En este interés por conocer las opiniones del Gobierno, se han producido muchas reuniones. Casi todas sin resultados, algunas con resultados mínimos. Yo conversé con el doctor Hermann Escarrá hace algunos días. Yo lo escuché en un programa de José Vicente Rangel decir que si la AN promovía una enmienda para recortar al Ejecutivo, podía producirse también una propuesta del Ejecutivo para recortar a la AN. Bueno, yo le dije –sin que él me expresara nada oficialmente de parte del Gobierno- que en lo personal me gustaría mucho que promoviéramos tres enmiendas para recortar a Ejecutivo, Legislativo y TSJ, que las votáramos por separado y que nos atuviéramos a los resultados.
- Habla de reuniones con personas vinculadas con el Gobierno y también ha admitido contactos con el vicepresidente Aristóbulo Istúriz. ¿Esos acercamientos han arrojado resultados?
- Contactos sí, resultados no. Ojalá los contactos hubieran estado acompañados de resultados. Eso es lo deseable. ¿Qué resultados hemos tenido? La comparecencia de los ministros, la concurrencia de algunos funcionarios a las comisiones con mil pretextos y evasivas. Lo insólito es que para mantener la autonomía de la AN frente a un Gobierno que irrespeta sistemáticamente la Constitución, tengamos en cada momento que estar insistiendo en el ejercicio de nuestras facultades constitucionales.
- Usted saludó la designación de Istúriz como Vicepresidente de la República.
- Aristóbulo es un político muy experimentado, un parlamentario de vieja data, tiene mucha relación incluso hasta personal con factores políticos de la oposición y todo eso cuenta. Si bien las relaciones institucionales entre poderes no dependen de las buenas o malas relaciones entre las individualidades, lo cierto es que si las relaciones son buenas eso facilitaría los entendimientos. Ojo, no quiero decir que por el hecho de que haya buenas relaciones los resultados van a ser buenos. Hasta ahora ha habido comunicaciones muy sinceras, muy respetuosas, pero los resultados prácticamente han sido muy pequeños.
- En la campaña electoral, usted dijo que no veía al presidente Maduro culminar su mandato en 2019. Luego de la derrota del 6 de diciembre, el Gobierno radicalizó su posición. ¿Mantiene la idea que expresó antes de los comicios?
- Sí, pero la dificultad de que termine no depende de que se haya radicalizado. Se radicaliza después, la situación terminal es antes. Esta radicalización es la terquedad del débil. Primero, perseverando en un proyecto manifiestamente fracasado. Al no rectificar, agravan su propia situación. El propio Gobierno está convencido de que no puede salir a flote. ¿Qué hace? Para mí, esta radicalización no es otra cosa que la instrumentalización de la crisis cuyo desenlace ellos quieren que sea factual. No tengo la menor duda. El Gobierno no está procurando nada para que aquí haya una salida institucional.
- Algunas encuestas ya lo incluyen a usted en la lista de presidenciables. ¿Qué opina?
- No he visto ninguna encuesta, pero la verdad si son buenas, malas o regulares yo no sé. No ando haciendo cálculos, simplemente estoy cumpliendo con mi deber. Si tengo suerte de que la gente apoye lo que estoy haciendo, formidable. Pero si la gente no apoyara, cosa que sería simplemente motivo de reflexión, es para tratar de hacer las mismas cosas de modo distinto. Creo que la gente ha visto que hemos honrado la palabra, eso es lo más importante en política.
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