Muchos lo conocen por su destacado papel en el circuito artístico de esta ciudad. Otros, por su insólita creatividad en el mundo de la publicidad, donde su padre, Ricardo Arregui, fue un auténtico pionero y una de las personalidades más respetadas del exilio cubano. Clase y refinamiento tal vez sean los atributos que mejor definen a Richard Arregui, primogénito del titán cubano que falleció el pasado 18 de marzo a los 98 años.
Claro que, como dice el refrán, “de casta le viene al galgo”. Y es que los Arregui son una de las familias más respetadas de Miami. Ricardo padre fue dueño en La Habana de una de las compañías de publicidad (Fergo Arregui) más destacadas de la isla, llegando a generar en 1958 $18 millones anuales. Exilado en Miami con su esposa Olga (que venía embarazada de Richard) en 1961, sobrevivió inicialmente recogiendo tomates hasta lograr abrir su agencia Arregui International Advertising, la primera en este país dedicada exclusivamente al mercado hispano. Poco después nació Vicky, hermana menor de Richard y hoy una de las más famosas diseñadoras de moda hispanas del país (Vicky López Castro). Richard estudió Historia del Arte en la Universidad de Miami y se decantó por el negocio del arte. Trabajó en la galería Barbara Gillman del Design District, abrió con Phillis Hsia su propia galería en Coral Gables, Arregui Hsia, y fue él el “inventor de las Noches de Galería de Miami al convencer a las escasas galerías (Fred Snitzer, Virginia Miller, Martínez Cañas, etc.) que comenzaban a abrir en aquel entonces en la ciudad, principalmente en Coral Gables, de organizar una noche mensual de recorrido cultural y social por ellas. Trabajó también con Fred Snitzer, único galerista local admitido en Art Basel Miami Beach, compaginándolo con su labor en la agencia de su padre. Casado desde 1999 con Susan Fulton y padre de dos gemelos de seis años, Richard, que se desempeña como asesor independiente, acaba de aterrizar hace seis meses en la compañía Vivant Skin Care, revolucionaria línea dermatológica que trata el acné, la pigmentación y el envejecimiento de la piel con la revolucionaria fórmula de Vitamina A patentada por el investigador y dermatólogo Dr. James Fulton, padre de Susan. Fulton descubrió en 1969 el famosísimo Retin A, tuvo 12 clínicas dermatológicas especializadas en el país y fue el primero en incluir esteticistas en su equipo médico. Su esposa Sara fue quien tomó la iniciativa de crear Vivant, y sus productos tan sólo podían adquirirse en los consultorios de los mejores dermatólogos del país, en spas exclusivos y en su website. Los Fulton, que criaron a sus cuatro hijos en Newport Beach, Ca. (donde aún tienen casa), se mudaron en el 2000 a Key Biscayne, trasladando también la sede de Vivant, cuyos productos se manufacturan en Miami Lakes. A la muerte del Dr. Fulton en el 2013, su viuda se encontró sin fuerzas de seguir adelante sola con la compañía. Con la meta de mantener vigente el maravilloso legado de su padre, Susan, que había dejado su trabajo como restauradora y diseñadora de muebles y tapices para criar a sus gemelos, decidió entonces tomar las riendas del negocio familiar trayendo de su mano a su marido Richard, con toda su experiencia en mercadeo y promoción. En una época –y más aún en esta ciudad- donde una piel sana no es un lujo, sino un requisito profesional y social, la pareja promete hacer olas. Nuevo look, nuevo blog, nuevos productos y un gran alboroto social. ¡Alerta!