Eva Dignös.-dpa
Los profesionales observan que cuanto más personal es un acompañamiento terapéutico, ya sea en persona o por Internet, menores son las posibilidades de que se vea interrumpido
Eva Dignös.-dpa
Mónica fue trasladada por su empresa a Bélgica. Era una gran oportunidad y quería probarse en ese nuevo terreno, pero al poco tiempo de llegar comenzaron a surgir ciertos problemas, tanto afectivos como de adaptación, que le generaban un conflicto permanente. De pronto sintió que necesitaba conversarlos con alguien profesional. ¿Pero cómo buscar un terapeuta en Bélgica, si apenas dominaba el idioma?
Ahí fue cuando una amiga de su España natal le salió al rescate: conocía a un muy buen terapeuta que podía ayudarla "a distancia".
¿Una terapia psicológica por Internet? Parece inconciliable. ¿Acaso no es fundamental tener un contacto personal? ¿No es crucial poder ver y evaluar las reacciones inmediatas?
Este tipo de terapias puede ser de gran ayuda para múltiples problemas. No sólo hay terapeutas que brindan este tipo de apoyo superando las distancias. También existen servicios de autoayuda, por ejemplo en situaciones de estrés, que pueden ser un gran aporte a la hora de evitar que una situación escale.
Las conversaciones, aunque sean digitales, pueden ayudar a alguien que en su entorno no logra conversar con un profesional que le ayude a detectar las causas de sus problemas. En muchos casos este tipo de ofertas pueden abrirle una puerta al paciente para que se aproxime a su problemática desde otro ángulo. Y, por supuesto, si se trata de un trastorno mayor, siempre se puede optar por una terapia más intensa.
En la era global las terapias han adquirido nuevos métodos. De hecho analizarse a distancia ya no es una rareza. De todos modos, la opinión de los profesionales varía.
Barbara Lubisch, directora de la Asociación Alemana de Psicoterapeutas, cree que este tipo de ayudas puede ser útil si se trata de apuntalar a una persona, pero considera que es una opción a la que se debe recurrir cuando no existen otras alternativas.
"La terapia psicológica debe aportar un diagnóstico diferenciado y una planificación de tratamiento que sólo se puede obtener en el contacto personal", opina la especialista.
Sin embargo, también existen los defensores de las propuestas online, que aseguran que los servicios por red también pueden tener sus ventajas. Las ayudas online brindan la posibilidad de ser anónimas. Alguien que ha perdido a un familiar o amigo cercano y no se atreve a recurrir a un consultorio puede buscar ayuda por estas otras vías.
De todos modos, los profesionales observan que cuanto más personal es un acompañamiento terapéutico, ya sea en persona o por Internet, menores son las posibilidades de que se vea interrumpido.
Por eso no se recomienda recurrir a programas automatizados o mecánicos, y ahí el paso fundamental es cómo elegir. Las ofertas en la red son muy amplias y no todo lo que se plantea como una "terapia" sirve.
"Los programas más serios fueron desarrollados por psicoterapeutas o médicos", advierte Lubisch. "La descripción debería ofrecer informaciones detalladas sobre el desarrollo, la evaluación y la organización que los brinda, en particular en lo que se refiere a la protección de datos", apunta.
Lo ideal es contar con una buena recomendación. Si se trata de un buen profesional, los pacientes pueden confiar en que él será quien mejor juzgue si la problemática puede ser tratada o no a distancia. Pero lo fundamental, siempre, es saber que es posible buscar ayuda, sin importar dónde uno esté.
LEA TAMBIÉN: