MIAMI.- LAURA RIVERA / DLA
@lauritrw
Con el paquete de medidas ejecutivas en materia de inmigración, anunciado este jueves, Barack Obama consiguió recuperar el apoyo de los grupos proinmigrantes e hispanos, entre otros; y a la vez, dio el disparo que esperaban los republicanos para declararle la guerra y prometerle enemistad por el resto de su mandato.
Los discursos ofensivos no se hicieron esperar. La oposición consideró que Obama se había montado en un trono de “emperador” o “monarca” y que sus acciones eran básicamente una “amnistía inconstitucional”, como dijo el senador Ted Cruz, o "políticas divisorias y manipuladoras”, según el exgobernador de Florida Jeb Bush.
Además, el gobernador de Texas, Rick Perry, advirtió que sus medidas "provocarán más inmigración ilegal, no menos" y el senador Marco Rubio cree que Obama debería haber asegurado primero la frontera antes de actuar.
El republicano John Boehner, líder en la Cámara Baja, advirtió el viernes que su bancada legislativa “actuará” y que está buscando cuál es la mejor fórmula para “frenar” las medidas anunciadas por el Presidente.
¿Qué hizo el presidente? Sacó el anillo de seguridad a la granada dos semanas después de las elecciones", dijo el republicano de Ohio Pat Tiberi, aliado de Boehner. "No creo que alguien sepa o sea capaz de predecir del todo lo que está sucediendo y la carnicería que esto crea para el proceso legislativo".
Obama justificó su acción “en solitario” diciendo que no podía esperar más a que el Congreso pasara una reforma integral, después de que el proyecto que presentó en el 2013 quedara detenido en la Cámara de Representantes.
Boehner rechazó estos argumentos y dijo que el Presidente es culpable de que los legisladores no confíen en él tras haber tomado decisiones unilaterales en temas de salud pública.
"Él creó un ambiente en el que los miembros no podrían confiar en él, y tratar de hallar una forma de trabajar juntos fue prácticamente imposible", aseguró Boehner. "Yo advertí una y otra vez al presidente que sus acciones hacían imposible que yo pudiera realizar lo que él quería que hiciera".
Argumentos Obama respondió a todas las críticas diciendo: “Cuando los miembros del Congreso cuestionan mi autoridad para tomar acción, yo les respondo con algo simple: pasen un proyecto (de ley)”.
Boehner no dio detalles de qué acciones concretas tomará la Cámara Baja para frustrar el intento del Presidente de modificar las normas migratorias para detener temporalmente la deportación de cerca de cinco millones de personas.
"Les diré, la Cámara, de hecho, actuará", dijo el líder republicano. "Escucharemos al pueblo estadounidense, trabajaremos con nuestros miembros y trabajaremos para proteger la Constitución de EEUU".
Pero los republicanos cuentan con pocas opciones hacia una solución que satisfaga a conservadores enfadados sin enemistarse de votantes de tendencia moderada, hispanos y otros que tendrán un papel crucial en las elecciones presidenciales de 2016. Las posibilidades incluyen presentar una demanda contra Obama o tratar de combatir sus medidas durante el proceso presupuestal.
El sheriff Joe Arpaio, como era de esperar, ya dio el primer paso. Presentó el jueves una demanda ante un tribunal federal de Washington para evitar que sean implementadas las medidas anunciadas por el Presidente.
El alguacil del condado Maricopa en Arizona dijo: "No es que yo esté tratando de hacer las políticas de inmigración por mi cuenta, pues esa es la potestad del gobierno federal, sino que estoy tratando de obligar al presidente y a los demás demandados a que acaten la constitución".
Republicanos por la Florida
"Obama dijo que era presidente y no emperador de EEUU. También dijo que al actuar unilateralmente se ignora la ley. Ahora dice que tiene autoridad para no deportar. ¿Por qué deportó a más de dos millones de personas, dividiendo familias, cuando, según él, podía evitarlo?", dijeron Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart, congresistas republicanos por la Florida a Diario las Américas.
"La acción ejecutiva del Presidente dificulta aún más la aprobación de una reforma justa y razonable del sistema de inmigración. Con esta acción, Obama ha demostrado que no tiene intención de trabajar con el nuevo Congreso”, opinaron.
