MIAMI.- JESÚS HERNÁNDEZ
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@hesushdez
Cuatro familias no paran de implorar el irrenunciable derecho a juzgar a quienes conspiraron o cometieron el horrendo asesinato de los pilotos de Hermanos al Rescate
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Al cumplirse 20 años del derribo de las avionetas de la organización humanitaria Hermanos al Rescate por misiles cubanos, los familiares de los pilotos abatidos no cesan de clamar justicia.
Armando Alejandre, Carlos Costa, Mario de la Peña y Pablo Morales murieron el 24 de febrero de 1996 cuando las avionetas Cessna en las que volaban fueron abatidas por aviones de guerra en espacio aéreo internacional, según comprobó un informe de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), adscrita a la ONU.
"Fue un acto terrorista, premeditado, contra dos avionetas desarmadas. Ni siquiera fueron advertidos que podrían ser derribados", recordó Maggie Alejandre Khuly, hermana de Armando Alejandre, que junto a Mario, Carlos y Pablo, buscaba a refugiados cubanos en el mar y ayudaba a los guardacostas de EEUU a rescatarlos.
El día del derribo, que coincidió con el aniversario 101 del inicio de la Guerra de Independencia de Cuba, los pilotos, tres de ellos estadounidenses y uno cubano, notificaron sus planes de vuelo a las autoridades aéreas de Miami y de La Habana. La meta era llegar al llamado paralelo 24, ubicado en aguas internacionales, al norte del límite de las 12 millas de mar territorial de Cuba, en el Estrecho de la Florida.
Acorde al informe oficial de OACI, las avionetas se encontraban a 21 y 22 millas de la costa cubana, cuando dos aviones caza de la Fuerza Aérea cubana, un MiG-23 y un MiG-29, dispararon sus misiles contra ellas.
El ataque fue casualmente observado desde un buque crucero y un barco pesquero, así como desde la tercera avioneta de Hermanos al Rescate, al mando de José Basulto, presidente de la organización, que logró escapar.
Voluntad política
“Podemos decir que el Gobierno de Estados Unidos, desde Bill Clinton hasta Barack Obama, no tuvo voluntad política para hacer justicia. Optaron por sobrellevar la situación lo mejor posible para no perjudicar las relaciones internacionales. Prefirieron enfocar el caso como un problema de derecho internacional, y ahí quedó. Hoy vemos cómo ambos países restablecen relaciones diplomáticas, mientras tratan de rehacer las relaciones comerciales”, señaló Alejandre Khuly.
Hace apenas cinco días, durante un simposio conmemorativo en Miami, que fue organizado por la agrupación Patria Martí, Alejandre Khuly aseguró haber perdido la confianza en los Estados Unidos en cuestión de los derechos humanos.
“Si coinciden con el poder económico que necesita el país, entonces sí funcionan, si no, se olvidan por completo”, subrayó.
De hecho, Miriam de la Peña, madre de Mario de la Peña, señaló que durante la presidencia de George W. Bush hubo cierta disposición para llevar a cabo “un proceso judicial justo”.
De la Peña recordó que lograron una condena al derribo de las avionetas en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, así como el veredicto de culpabilidad en un juicio civil contra el Gobierno de Cuba.
“Quisieron compensarnos con dinero del fondo para las familias víctimas del terrorismo, pero no lo aceptamos. No se trata de dinero, si fuera dinero tendría que venir del Gobierno de Cuba, no del contribuyente estadounidense”, resaltó Alejandre Khuly.
Entonces, el cubano Gerardo Hernández, cabecilla de la Red Avispa de espionaje cubano en EEUU, fue condenado por conspirar en el derribo de las avionetas.
Sin embargo, Hernández, que fue sentenciado a dos cadenas perpetuas, obtuvo, junto a cuatro compañeros de causa por espiar, el perdón del presidente Barack Obama, como parte del proceso que restablecería las relaciones diplomáticas con Cuba.
Perspectivas
Tras 20 años del horrible suceso, los familiares de Armando, Carlos, Mario y Pablo refuerzan sus ansias para juzgar a los militares cubanos por su presunta participación en la consumación del hecho.
“Hay muchas maneras de apoyar la justicia. Una de ellas es llamar la atención de los medios de comunicación. Llamar a las cadenas de televisión, a la prensa, para que se ocupen de temas tan importantes como este”, manifestó De la Peña.
Alejandre Khuly recordó cómo lograron probar que “fue un crimen premeditado, durante el juicio al espía Gerardo Hernández. Incluso hay grabaciones, donde Fidel y Raúl Castro manifiestan la autorización del derribo”.
Y ahora, que Cuba y EEUU formalizan sus relaciones diplomáticas, e incluso hablan de facilitar el trabajo de la Organización Internacional de Policía Criminal, (INTERPOL), los familiares de los cuatro pilotos abatidos planean continuar sus esfuerzos.
“Si es cierto que INTERPOL podrá trabajar en Cuba, esperamos que podamos proceder judicialmente contra el general Rubén Martínez Puentes, que ordenó el ataque, y los pilotos Lorenzo y Francisco Pérez Pérez, que ejecutaron la orden. Vamos a ver si este gobierno o el próximo hacen algo para traer a esas personas a EEUU, para hacerles un juicio”, definió Alejandre Khuly.
De cualquier manera, la normalización de las relaciones diplomáticas abre la puerta a otras dificultades. La administración del Gobierno cubano no ha cambiado y los Castro no permitirían la extradición de los implicados porque eso significaría reconocer el acto violento y el daño ocasionado.
“Ha sido un año muy difícil, desde que el presidente Obama perdonó a Gerardo Hernández y lo devolvió a Cuba”, comentó Alejandre Khuly, visiblemente afligida. “Si el único acto de justicia que teníamos se esfumó, con una orden presidencial, sólo podemos decir que tenemos pocas esperanzas que el Gobierno estadounidense pida la extradición del general y los pilotos implicados”.
Más tarde reconoció: “Fidel y Raúl Castro nunca serán juzgados en EEUU, mucho menos ahora que hay intereses políticos y económicos. Además es algo muy complicado, pues es muy difícil juzgar a jefes de estado, a no ser que se trate de un genocidio de miles de personas e intervenga una corte internacional”.
De todas formas, quedan la fuerza y la esperanza.
“Quiero mencionar unas palabras del arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, cuando habló sobre la [reciente] captura de los militares involucrados en la muerte de seis jesuitas en 1989: “Lo que interesa es que opere la justicia y que se recuerde el caso apegado al derecho por el bien de la sociedad”.
Más tarde recalcó: “Nosotros no queremos matar a nadie, sólo queremos justicia. No sabemos cómo lograremos la justicia, pero sí sabemos que nunca vamos a olvidar a Armando, Carlos, Mario y Pablo.”
Actos conmemorativos
La organización Hermanos al Rescate y los familiares de los cuatro pilotos han organizado una serie de actos conmemorativos para el miércoles 24.
11 am, encuentro junto al Monumento a los Hermanos al Rescate, Opa-locka International Airport, 14201 NW 42 Avenue, Opa-locka.
3 pm, la fuente del Graham Center, en Florida International University, acoge una vigilia organizada por CAMP 4 Justice Foundation.
7 pm, familiares de los pilotos abatidos organizan misa en la iglesia católica St. Agatha, 1111 SW 107 Avenue, Miami
8 pm, misa organizada por Hermanos al Rescate en el Santuario Nacional Ermita de la Caridad, 3609 South Miami Avenue, Miami.