Los especialistas sostienen que anteponemos las emociones a la lógica de las cosas y eso, nos lleva a cometer imprudencias
Para acertar debemos usar el sentido común.(Archivo)
El sentido común, ese del que hablamos con cierta regularidad, puede definirse como un mecanismo natural para juzgar razonablemente las cosas sin necesidad de una confirmación científica. En buena medida, está relacionado con la experiencia que cada quien ha tenido en el transcurso de su vida y que le otorga la capacidad de no complicar excesivamente una situación, pero ciertamente, depende de lo que se entiende por convención social, que no es otra cosa que la aceptación colectiva. n Este es el primero de los sentidos internos, los otros son: la imaginación, la memoria y la capacidad estimativa-cogitativa. Dentro de la dinámica metabólica del cerebro, los sentidos internos son los responsables de los pulsos neuronales que nos mantienen alerta en función del entorno, y desde esta perspectiva, el sentido común cumple una doble función clave, por una parte unifica y regula la multiplicidad sensorial de los sentidos externos (oído, gusto, tacto, vista y olfato); y por otra, sirve de enlace entre éstos y los sentidos internos. n
Las funciones que tradicionalmente se le atribuyen al sentido común son: conocer las diferentes cualidades captadas por los sentidos externos y establecer una comparación entre dichas cualidades; conocer los actos u operaciones de los sentidos externos, y distinguir los objetos reales de las imágenes fantásticas. n Dispositivo natural n
Si bien el basamento del sentido común puede ser tan débil, tan delgado, que basta una simple situación para volverlo obsoleto, pues suele dictar el u201cdeber ser u201d sin mayores argumentos o explicaciones, es necesario tener claro que ignorarlo solo nos lleva a cometer imprudencias. No se trata sólo de violar las normas sociales establecidas para la convivencia, sino de ignorar nuestro yo racional para hacer que nuestros impulsos sean más fuertes que nuestra conciencia de la realidad. n Ciertamente todos tenemos que enfrentar con regularidad situaciones en las que debemos tomar una decisión y es en ese momento cuando debemos confiar en nuestras experiencias, sabiduría y en el dispositivo natural que representa nuestro sentido común, pero la mayoría de la gente prefiere ignorarlo, y es entonces cuando la negligencia hace de las suyas. n Casos de todos los días n
Por ejemplo, un conductor que salió con retraso seguramente irá a exceso de velocidad, no respetará las señales, correrá riesgos innecesarios y tomará decisiones arriesgadas que lo podrán en peligro a él y a los demás, lo único que tendrá en la cabeza es que debe hacer lo que sea para llegar a tiempo a su destino, lo que implica que su sentido común estará dominado por su sentimiento de ansiedad. n El sentido común debería protegernos de cometer errores como dejar a un niño solo dentro de un automóvil, colocar la basura fuera de lugar, en fin, hay tantos ejemplos que nos demuestran que el sentido común no es tan común como debiera. No lo menosprecie, no se trata de un accesorio inútil, sino una herramienta para protegerlo a Ud. y a quienes lo rodean.