MIAMI.-BELÉN GONZÁLEZ
Especial
Los problemas digestivos asociados al consumo de leche de origen animal abren el camino a sustitutos producidos a partir de cereales, frutos secos y legumbres
MIAMI.-BELÉN GONZÁLEZ
Especial
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 6.000 millones de personas en el mundo consumen leche de origen animal, así como sus productos derivados, y es que estos alimentos han sido considerados una valiosa fuente de nutrientes por su aporte de proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas.
Pero más allá de los nutrientes en su composición, el consumo de leche animal está asociado a problemas digestivos, alergias e intolerancia a la lactosa. Según especialistas, esto es el resultado de la ingesta de un producto que no está “diseñado” para responder a las necesidades nutricionales del ser humano.
Esta es la razón por la cual las llamadas leches vegetales, muy de moda actualmente, se han convertido en sustitutos de la leche de origen animal para muchas personas, bien sea por sus necesidades fisiológicas, una estricta dieta vegetariana o porque deciden probar otras opciones que aporta determinados beneficios a la salud.
Si bien el consumo de estas bebidas de origen vegetal está creciendo, y cada día se suman nuevos seguidores, no se trata de una novedad asociada a la modernidad, pues desde hace siglos forma parte de la dieta asiática.
Ciertamente, estas bebidas no son precisamente “leche” en el concepto estricto del término, pues se trata de productos elaborados a base de agua e ingredientes de origen vegetal. Sin embargo, están cargadas de beneficios porque no contienen lactosa ni colesterol, suelen ser de bajo contenido calórico, tienen un elevado porcentaje de grasas mono y poliinsaturadas, altos niveles de vitaminas del grupo B y potasio, y sus componentes son fáciles de asimilar y digerir.
Variedades y origen
Básicamente, estas bebidas se clasifican en tres grandes grupos, dependiendo de su procedencia. Por una parte, están las que se producen a partir de cereales como el arroz, la avena y la cebada, que se caracterizan por su alto contenido en fibra, vitaminas y minerales.
En el segundo grupo encontramos las bebidas vegetales derivadas de los frutos secos, como las almendras, las avellanes, el sésamo o las nueces. Se trata de una opción muy nutritiva y completa, que además es rica calcio y en ácidos grasos beneficiosos para la salud.
Finalmente, están las leches procedentes de legumbres y frutas, como las de soja y coco. La primera es la más conocida a nivel mundial y tiene una herencia directa de la cultura asiática, que aporta proteínas de alta calidad, mientras que la segunda de consistencia cremosa, no sólo tiene un sabor especialmente agradable, sino que es rica en grasas saludables.
Propiedades individuales
Las proyecciones de consumo de alternativas lácteas de origen vegetal para el año 2018 indican un incremento superior al 15% a nivel global, por eso es interesante conocer un poco más las opciones que ofrece el mercado.
Comencemos con la leche de soya, cuyo consumo se remonta a la antigua China. Esta bebida, introducida en América a principios del siglo XIX, no contiene lactosa, ayuda a mantener estable el azúcar en sangre, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos, favorece la flexibilidad de las arterias, combate la retención de líquidos y resulta efectiva en el control de la hipertensión arterial.
Otra opción es la leche de almendras, la más popular actualmente. Esta variedad disminuye los niveles de colesterol en la sangre, favorece la producción de leche materna, ayuda a combatir enfermedades nerviosas, así como la anemia. Es además una bebida beneficiosa para el cerebro y los músculos por su alto contenido en potasio. Incluso contribuye a prevenir la osteoporosis y tiene un importante papel antioxidante.
La leche de avellanas, de agradable sabor, es rica en grasas monoinsaturadas, también llamadas saludables, con enorme impacto a nivel preventivo contra las enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, la leche de avena fortalece el sistema digestivo pues es rica en fibra, ayuda a disminuir el riesgo de diabetes, colesterol y grasa corporal, y es capaz de suministrar energía al cuerpo.
Por otra parte, la leche de arroz, que se obtiene gracias a la fermentación, en varias etapas, de los granos de arroz integrales, frescos, molidos y cocidos. Se trata de una bebida ligera, de sabor dulce, que no contiene gluten, es una gran aliada en el equilibrio del sistema nervioso, favorece un estado de ánimo estable, y tiene propiedades depurativas e hipotensoras.
Finalmente, la leche de coco que es producida al mezclar agua con pulpa de coco y aporta hasta 2 gramos de proteína por 100 ml. No tienen colesterol, es baja en azúcar y grasa, y se emplea en la cocina como sustituto de la crema de leche, precisamente pos su consistencia.
Es importante tener claro que la leche de origen animal, en sí misma, no es perjudicial para la salud, pero el consumo excesivo no es recomendable, especialmente porque existen otros alimentos capaces de aportan los mismos beneficios nutricionales y sin ninguna de las desventajas asociadas a la lactosa y a las proteínas que componen los lácteos.
Beneficios de las leches vegetales
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