CARACAS.- REDACCIÓN
Venezuela pasó de ser un país que recibía a inmigrantes provenientes de otros continentes, a una nación que ve marchar a gran parte de sus ciudadanos
CARACAS.- REDACCIÓN
Venezuela pasó de ser un país que recibía a inmigrantes provenientes de otros continentes, como el europeo y el asiático, a una nación que ve marchar a gran parte de sus ciudadanos, en su mayoría jóvenes, empujados por la crisis económica y social que les impide avizorar el progreso en su tierra natal.
En un ratículo publicado por el diario El Impulso se señala que durante el gobierno de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, los últimos quince años, del país petrolero han salido aproximadamente millón y medio de venezolanos que decidieron comenzar sus vidas desde cero en otras naciones.
Sin embargo, esta cifra se maneja desde finales de 2014, por lo que es imprescindible tomar en cuenta a los miles de venezolanos que decidieron emigrar en lo que va de año, y que todavía no han ingresado a las estadísticas de los centros especializados en los procesos migratorios.
Testimonios de los que dejan el país
Los testimonios de quienes optan por la opción de abandonar el terruño son variados. Juan Carlos Cordero, ingeniero mecánico radicado en Panamá desde 2012, manifestó que "el mayor sacrificio que se hace al salir es sin duda emocional ¿Ha valido la pena? No lo sé. Aunque tengo estabilidad económica siento que no lo puedo compartir con mis seres queridos, eso no se compara con nada. Panamá me aporta visión de progreso, experiencia laboral y tranquilidad. Yo aporto mi honestidad y mi buena disposición para que las cosas funcionen mejor cada día”.
El caso de Verónica Ochoa, profesora de inglés que emigró a Ecuador, no es distinto. Para ella el dolor del desarraigo se ha visto compensado por las oportunidades profesionales y económicas que no consigue en su país.
"Sacrifiqué mi estabilidad emocional y familiar por un futuro mejor. Tengo siete meses fuera de mi país y ha sido muy duro. Si he durado tres días sin llorar ha sido mucho. Sin embargo, ha valido la pena. Actualmente, tengo un empleo que me brinda estabilidad laboral y económica. Mi trabajo es valorado; semanalmente recibo capacitación. Ecuador me brinda tranquilidad, puedo salir a la calle sin preocupaciones y si no tengo algo en casa, lo consigo fácilmente en el supermercado”,relató Ochoa.
Por su parte Anitza Fréitez, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, sostuvo que el fenómeno migratorio ha debido ser aprehendido por la población venezolana desacostumbrada a la diáspora. "Nosotros no tenemos eso en nuestro ADN, lo estamos empezando a procesar”, afirmó.
Fuga de la población con alto nível crítico e intelectual
Iván de la Vega, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, subraya la desventaja que implica para el país despojarse de una cantidad importante de profesionales de alto nivel.
De acuerdo a las investigaciones que ha emprendido de la Vega, "más del 51% del total son profesionales con especializaciones, postgrados, maestrías o doctorados. Esto representa una pérdida importante del capital intelectual. A la fecha, no existen políticas públicas por parte del Gobierno para aminorar este éxodo masivo, no hay medidas para contactarlos y captarlos”.
Venezuela, según De la Vega, es el único país que no ofrece cifras oficiales sobre migraciones, a pesar de que los venezolanos están presentes en 94 de los 193 países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Más lamentable es todavía que el país no se esfuerce por captar de nuevo a los profesionales que han emigrado, por lo que el especialista desestima que la nación suramericana, en estas circunstancias, se dirija en el mediano o corto plazo hacia el desarrollo.
"Es una pérdida significativa. Venezuela está perdiendo su capital intelectual. Si no se toman medidas, el impacto será muy negativo en los próximos años”, enfatiza de la Vega.
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