MIAMI.- REDACCIÓN DLA
MIAMI.- En las redes sociales comienza a viralizarse la grabación de una manifestación en La Habana contra el régimen castrista ocurrida a principios de marzo. Los sucesos fueron registrados por un equipo reporteril de la Radio Televisión Nacional de Finlandia, quienes fueron detenidos por las autoridades para evitar la difusión del vídeo.
MIAMI.- REDACCIÓN DLA
Hace unas semanas, el tres de marzo para ser precisos, las periodistas Jessica Stolzmann (Finlandia) y Jaana Kanninen (Suecia), así como el camarógrafo cubano Oscar Romero, estaban en la intersección de las calles San Rafael y Galiano, en Centro Habana, realizando un reportaje especial para la Radio Televisión Nacional de Finlandia. De pronto, quedaron en la línea de acción de una manifestación contra el régimen castrista.
Como buenas reporteras, inmediatamente le dieron cobertura a un hecho que no suele difundirse fácilmente a través de los medios. La protesta era encabezada por dos activistas de la Unión Patriótica de Cuba identificadas como Sonia de la Caridad González Mejías y Melkis Faure Hechavarría. Sus consignas exigían respeto a los derechos humanos y la renuncia de los hermanos Castro.
Al principio del vídeo, se aprecia que nadie intenta reprimir la protesta. Sólo se observan algunos transeúntes grabando la situación con sus celulares. Luego, más adelante, algunas personas comienzan a atacar verbalmente a los opositores.
Periodistas detenidas
En un artículo publicado por las periodistas en www.yle.fi, se narra como a los quince minutos de iniciar su grabación se presentaron funcionarios policiales y reprimieron la manifestación. El equipo reporteril se separó involuntariamente, en medio de la confusión y el temor de la gente. A los pocos minutos, los tres comunicadores terminaron detenidos en una unidad policial.
Jessica Stolzmann narra que – a pesar de tener todos los permisos por parte del gobierno cubano para trabajar como periodista en la isla - los trasladaron “a una pequeña estación de policía, donde el tratamiento fue duro, a pesar de que respetaron nuestra integridad física. Pronto, nos llevaron a otra comisaría, pero continuaron con el mismo tratamiento frío. El policía se negó a darnos el nombre o facilitarnos hablar con el representante de prensa de la cancillería cubana con quien habíamos tratado antes", señala.
Luego, ocurrió un giro sorprendente, cuenta Jaana Kanninen. Los agentes de policía se volvieron corteses, incluso aduladores. Un representante del propio Servicio de Inmigración "se presentó y nos devolvió nuestros documentos y se disculpó. La policía dijo que estábamos libres, que nos podíamos ir. ¿Qué había ocurrido? Eso tampoco lo sabremos. Estuvimos en manos de la policía cerca de cuarenta minutos", relata.
Represión
En un trabajo de martinoticias.com se señala que el reportaje de las comunicadoras de Radio Televisión Nacional de Finlandia compara la represión en Cuba con países de Latinoamérica donde han estado. Ellas no vieron gases lacrimógenos, cañones de agua, balas de goma, o fuerzas especiales de la policía, pero afirman que fue otro tipo de represión: "La única conclusión es que querían asustarnos, influir en el contenido de nuestro trabajo. Tal vez para silenciarnos y acallar lo que acabábamos de ver", concluyó Jaana Kannine.
Martinoticas señala que las detenciones temporales han sido calificadas por observadores de Derechos Humanos, dentro y fuera de Cuba, como uno de los métodos más usados por la policía política cubana para reprimir, desestabilizar y controlar de modo férreo a periodistas independientes y activistas de la sociedad civil. Las autoridades ni siquiera asientan a los detenidos en los libros de control penal.
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