jueves 28  de  marzo 2024
COLUMNISTA

Mirando a los ojos

Pablo Iglesias, que ya demostró su poca sensibilidad al no apoyar en la Comisión Europea la defensa de los derechos humanos en Venezuela, se olvida de la historia de una ciudad y ahora favorecerá  que José Abaurrea esté en los puestos de Gobierno

Por DAVID F. AGÜERA

David F. Agüera

@DavidAguera_4G 

Poco más de diez días han bastado para saber, de primera mano, hasta donde están dispuestos a llegar desde Podemos para alzarse con el poder en las administraciones. Con pena, con un dolor profundo asisten los que defienden (los que defendemos) que la violencia no se justifica bajo ningún concepto, al primer acuerdo que Pablo Iglesias y su partido llegan con otra formación para auparla al poder: ese otro partido es Bildu.

Bildu, brazo político de la banda terrorista ETA, gobernará en Pamplona (Navarra) gracias al apoyo de Aranzadi, la plataforma en la que están integrados Podemos, Izquierda Unida y PNV que pertenece a Geroa Bai.

Gobernarán los que siempre se negaron a condenar los 43 asesinatos que ETA llevó a cabo en Navarra. 43 asesinatos llenos de odio, sinrazón e indignación… allí los asesinos dejaron sin vida, por ejemplo, a un niño de 13 años que jugaba en la puerta de su casa.

Pablo Iglesias, que ya demostró su poca sensibilidad al no apoyar en la Comisión Europea la defensa de los derechos humanos en Venezuela, se olvida de la historia de una ciudad y ahora favorecerá  que José Abaurrea esté en los puestos de Gobierno.

Abaurrea concejal de Bildu ahora y de Herri Batasuna en 1998, permaneció entonces callado ante las lágrimas y dolor del resto de concejales el día en que ETA asesinó a su compañero de corporación Tomás Caballero. Mientras toda España sufría la violencia de los terroristas, este personaje se limitó a asegurar que aquello no era más que un “conflicto político de carácter violento”.

Este desgraciado insensible gobernará y se sentará en esta nueva Legislatura frente a María Caballero, concejala de Unión del Pueblo Navarro, e hija de Tomás Caballero. María mirará a los ojos a un tipo que despreció la muerte de su padre, un tipo que nunca lamentó que ETA lo matará y que ahora será Gobierno en Pamplona gracias al apoyo de Pablo Iglesias.

Pero la lista de despreciables políticos que ahora representarán a la ciudad no se queda ahí. El proetarra que aspira a ser alcalde, Joseba Asirón, después de la marea de indignación que recorrió Pamplona tras el asesinato de Caballero en 1998, firmó un manifiesto contra ETA. Hoy, 17 años después, reniega de aquella firma y asegura que no recuerda haberlo suscrito.

La memoria humana tiende a ser selectiva. Nadie hubiera imaginado, después de la muerte de Caballero, que los que defendían la postura de ETA desde la política, llegaran años después a mandar en Panplona. Y llegan con el apoyo de los que prometieron en precampaña regeneración política: para Podemos, Bildu es esa regeneración.

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