JOSUÉ BRAVO
Especial
Miles de hondureños se mantienen en incertidumbre porque tienen cuentas y depósitos en la banca local, además de los problemas de desempleo que podría aumentar con cierre de empresas de este grupo y por ende el despido de trabajadores
JOSUÉ BRAVO
Especial
La caída del Grupo Rosenthal, una de las familias más ricas y poderosas de Honduras, va más allá de las denuncias de Estados Unidos contra tres miembros de esta familia por lavado de activos a favor del narcotráfico.
Miles de hondureños se mantienen en vilo porque tienen cuentas y depósitos en la banca local, además de los problemas de desempleo que podría aumentar con cierre de empresas de este grupo y por ende el despido de trabajadores.
La liquidación forzosa del Banco Continental (BANCON), una de las empresas del poderoso emporio que inició operaciones en 1929, de parte de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) de Honduras; abarcó la incertidumbre a más de 220.000 clientes.
Clientes del Banco Continental esperan en la entrada de la agencia principal en Tegucigalpa. (EFE)
Incertidumbre
Y aunque las instituciones bancarias que participan en el proceso de liquidación, han empezado restituir los depósitos de casi 56.000 cuentahabientes de BANCON; la incertidumbre persiste para aquellos que superan en sus cuentas el techo de 9,400 dólares. El resto de su dinero será entregado en la medida que el liquidador obtenga recursos de los activos vendidos.
Nada sencillo para los clientes, que vieron desde un inicio, cuando Estados Unidos capturó a Yankel Antonio Rosental Coello, cómo la Oficina de Control de Lavado de Activos (OFAC, por sus siglas en inglés) le congelaba a BANCON 20 millones de dólares en cuentas bancarias en ese país.
Muchos hondureños se alarmaron por los múltiples mensajes, algunos anónimos, en redes sociales, indicando que después del Banco Continental viene la liquidación de otros importantes bancos del país, porque también se habrían dedicado al lavado de dinero.
Al menos dos de los bancos señalados en redes sociales reaccionaron para explicar que todas sus actividades son lícitas y están respaldadas por firmas internacionales, además de señalar su solidez y garantía de las cuentas y depósitos de todos sus clientes.
Ambos bancos también advirtieron de que se reservan el derecho de proceder legalmente contra quienes sigan con calumnias.
El patriarca de la familia, Jaime Rosenthal Oliva, su hijo Yani Rosenthal y su sobrino Yankel Rosenthal.
¿Lavado de dinero y apoyo al narcotráfico?
El Departamento del Tesoro de EEUU sancionó al presidente del Grupo Continental, Jaime Rosenthal; su hijo, el exministroYani Rosenthal, y a su sobrino y también exministro, Yankel Rosenthal, así como a siete compañías, entre ellas el Banco Continental, por contribuir al blanqueo de dinero y apoyar el narcotráfico.
Una delegación del Gobierno de Honduras viajó a Washington para reunirse con directivos del Departamento del Tesoro con el fin de revisar el proceso de liquidación forzosa del BANCON.
Según la denuncia, los tres miembros de la familia Rosenthal “proveen servicios de lavado de dinero y otros para apoyar actividades de tráfico internacional de narcóticos de múltiples traficantes de drogas centroamericanos y de sus organizaciones criminales”.
Como resultado de la acción, todos los activos quedaron congelados. Se habla afectaciones a las empresas que trabajaban con este Banco, aunque el reconocido político y empresario Jaime Rosenthal Oliva, patriarca y alto funcionario del emporio; dice que sus clientes no son muchos porque la institución trabaja más con las empresas de la familia.
Ante la alarma por el escándalo, Rosenthal Oliva dijo a través de un comunicado que para honrar sus compromisos, están dispuestos a vender sus activos.
Angustia entre los trabajadores
La tristeza también embarga a 11,000 trabajadores permanentes de las diversas empresas del Grupo Continental y unos 25,000 empleados indirectos que sí están en riesgo. Las angustias más evidentes se ven entre los trabajadores del diario Tiempo, propiedad de la familia, que piden el medio de comunicación no sea cerrado.
La justicia de Honduras ha embargado 62 bienes entre empresas y propiedades del grupo. Además de la banca, la familia maneja negocios como una empacadora de carne, crianza de ganado, fondo de inversiones, empresas inmobiliarias y hasta en el área de zoológicos.
Jaime y Yani, han reiterado que honrarán todos sus compromisos y que demostrarán su inocencia de las acusaciones que les ha hecho Estados Unidos.
La política hondureña también ha sido sacudida por este caso. Jaime, de 79 años, es un banquero, economista, empresario y político hondureño, miembro del Partido Liberal de Honduras. Nació el 5 de mayo de 1936 en San Pedro Sula y estudió ingeniería civil en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Estados Unidos.
Policías y militares aseguran la casa de Yankel Rosenthal en San Pedro Sula, una de las propiedades a la familia Rosenthal. (EFE)
Entre los millonarios de Centroamérica
El año pasado, la revista Forbes lo ubicó en la posición seis de los 12 millonarios más importantes de Centroamérica.
Don Jaime – como le llaman - fue vicepresidente del país, diputado ante el Congreso Nacional de Honduras, asesor presidencial de varios gobiernos liberales y se postuló para el cargo de presidente de la República. Su influencia era reconocida en diversos sectores, incluido el judicial. Fue vicepresidente de Honduras entre 1986-1990.
Al Partido Liberal igual pertenece su hijo Yani de 50 años, quien fue ministro de la Presidencia en la administración de José Manuel Zelaya Rosales en 2006 – 2007 y fue congresista.
Durante años el emporio de esta familia fue el más importante capital de Honduras. Su influencia política es tal que los Rosenthal apoyaron la llamada Alianza para la Gobernabilidad que el Partido Liberal y el Partido Nacionalista –las dos principales fuerzas políticas del país– firmaron para garantizar cierta estabilidad política en Honduras, nación que aún no se sacude los estragos del golpe de Estado perpetuado por las élites militares y políticos conservadores contra el ex presidente Manuel Zelaya, golpe que los Rosenthal condenaron.
Analistas políticos hondureños afirmaron que la familia contaba con su propia bancada en el Congreso hondureño, compuesta por 6 u 8 diputados leales, que votaban según los designios del patriarca Jaime; según el semanario nicaragüense Confidencial.
Con altos niveles de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero e impunidad; el caso Rosenthal es un fuerte mensaje para Honduras. Para los hondureños se ha caído la imagen de que los poderosos son intocables, aunque los Rosenthal hayan caído con un empujón externo.
Las imágenes de sus bienes incautados, sus casas resguardadas por agentes de la Policía y uno de sus miembros apresados en Estados Unidos rompe con la idea de impunidad tan arraigada en el país.
“Al final para la opinión pública en general en Honduras no ha dejado de ser una sorpresa importante. Hasta ahora se ha manejado en el imaginario colectivo hondureño que aquí en Honduras los ricos son intocables”, dijo Julio César Raudales, ex Ministro de Planificación, analista de asuntos financieros y políticos y actual Vicerrector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
“Esto viene a cambiar muchas cosas en el país, no sólo económicamente, sino políticamente. Es una familia de mucha tradición, hay muchos políticos que han estado muy de cerca con ellos en el pasado y que ahora van a ver de qué forman reaccionan ante esta situación para ver qué es lo mejor para el país”, dijo al mismo medio Pedro Barquero, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés.
Para el embajador estadounidense en Honduras, James Nealon, la denuncia contra los Rosenthal “dejan claro que la impunidad no se mantendrá”, según escribió en su cuenta oficial en Twitter.
Manifestantes hondureños exigen la devolución de sus ahorros. (EFE)
Según Estados Unidos, Don Jaime, Yani y Yankel, “proveen servicios de lavado de dinero y otros para apoyar actividades de tráfico internacional de narcóticos de múltiples traficantes de drogas centroamericanos y de sus organizaciones criminales ” .
Las acusaciones surgen después de que Honduras ha entregado desde 2014 en extradición a EE.UU, alrededor de una decena de presuntos narcotraficantes que reclamaban las autoridades de ese país.
Las acusaciones de Estados Unidos
Narcotraficantes de la familia Rivera Maradiaga, conocidos en Honduras como Los Cachiros, que hicieron negocios con empresas del Grupo Continental, incluyendo préstamos, en el pasado reciente, decidieron entregarse a las autoridades de Estados Unidos.
Estados Unidos los acusó de fraude y lavado de dinero por mantener negocios y otorgar préstamos a la mafiosa familia Rivera Maradiaga, alias
Los Cachiros, acusados de ser los mayores transportistas de droga de Honduras, mantenían negocios y recibían créditos de Bancon. Los Cachiros también son reconocidos como ladrones de ganado.
La revista Insight Crime explica que los Cachiros compraban la droga a los carteles colombianos para revendérsela al Cartel de Sinaloa en México. Se estima que controlaban el 90 por ciento de las pistas de aterrizaje clandestinas en Honduras y Nicaragua. El cartel era liderado por Javier Eriberto y Devis Leonel Rivera Maradiaga.
Según el diario La Prensa de Honduras, Los Cachiros “tuvieron un poder casi absoluto. Los protegieron políticos, empresarios, jefes policiales y militares, formando una estructura impenetrable que operó desde marzo de 2004 hasta enero de 2015”.
A partir de 2006 invirtieron en una amplia gama de negocios, entre ellos gasolineras, centros comerciales, procesadoras de palma, haciendas, un zoológico, hoteles y transporte, muchos de estos negocios fueron financiados por el Banco Continental.
En el año 2013, el presidente Barack Obama los señaló de ser uno de los más poderosos y peligrosos carteles de México y Centroamérica. El Gobierno de EEUU los incluyó en la lista OFAC y presionó al Gobierno hondureño para que les confiscara viviendas, empresas, ganado y grandes fincas de palma africana valoradas entre 500 y 800 millones de dólares.
Según comentó Jaime Rosenthal a la revista Insight Crime, la relación con Los Cachiros inició en la década de 1970 cuando Santos Rivera Maradiaga, el patriarca familiar, y su hijo Javier Eriberto, comenzaron a venderle ganado a la planta empacadora de carne de los Rosenthal en San Pedro Sula.
“Y él se fue haciendo grande con el tiempo. Uno ve a una persona que ha empezado y va después con su camioncito, y después con otro, y otro… estaban haciendo bien sus negocios; fue creciendo”, explicó Rosenthal.
La familia Rivera Maradiaga abrió sus cuentas en el banco (Continental), pero los Rosenthal insistieron a Insight Crime que esas cuentas estaban en consonancia con sus ganancias de esa época”.
Los grandes negocios entre Los Cachiros y los Rosenthal comenzaron en 2006, cuando el banco les prestó dinero para sus negocios de ganadería y leche. “Para el banco no era mal negocio, pues tenía buenas [reses]…”, comentó.
Los Rosentahl habían escuchado los rumores sobre Los Cachiros y sus vínculos con el narcotráfico. “Nosotros no teníamos motivos para creer que ellos eran tan pícaros como resultaron ser”, afirmó Rosenthal a Insight Crime.