@GrethelDelgadoA
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MIAMI.- El politólogo y periodista cubano Carlos Alberto Montaner ha recibido un premio que parece hecho a su medida. Con el reconocimiento "Una vida por la Libertad", la iniciativa Caminos de la Libertad resalta la trayectoria de Montaner y su papel dentro de la lucha por la democracia en un continente enfermo de regímenes dictatoriales.
En charla con DIARIO LAS AMÉRICAS indicó que recibir este premio "fue una sorpresa. Es un reconocimiento muy importante desde el punto de vista político y económico". Un grupo empresarial mexicano vinculado a TV Azteca otorgó este galardón, al tiempo que reconoció a los ensayistas Iván Carrino, Roberto Casanova, Edwin Iván Zarco, Enrique Edmundo Aguilar, Felipe Schwember Augier, entre otros.
Según dijo Montaner, este galardón "es la reiteración de un premio que me dieron hace 10 años, concedido por el Instituto Juan de Mariana. Este es un poco la culminación de ese reconocimiento. Eso me da entusiasmo, en primer lugar para saber que las cosas no son en balde y que el esfuerzo tiene algún eco", afirmó el autor de "Viaje al corazón de Cuba".
Desde muy joven, Montaner vivió en carne propia el asedio dictatorial en Cuba, la falta de libertades. El intelectual no ha dejado de ser consecuente con su línea en defensa de la democracia, siempre desde una postura certera, aguda y bien pensada. No en balde la revista Poder lo ha identificado como "uno de los columnistas más influyentes en lengua española", y en 2012 la revista Foreign Policy lo incluyó en su listado de los 50 intelectuales más influyentes de Iberoamérica. Y estos son apenas dos de muchos reconocimientos.
A través de su trabajo docente, sus conferencias, decenas de libros y miles de artículos -"de los cuales he tenido que arrepentirme de muy pocos", dijo- ha procurado desmontar las arquitecturas dictatoriales y sus estrategias de control sobre las sociedades. Lo ha hecho con un discurso atinado, fundado en amplias investigaciones y con un instinto especial para los temas políticos.
En particular, ha abogado por un cambio democrático en su isla natal, basado en un empeño no violento y en una voluntad de acero por rescatar la Historia, ese animal que se repite una y otra vez gracias a la ignorancia. La respuesta del régimen cubano ha sido la difamación y el veto a sus trabajos, una actitud lógica y común a los regímenes autoritarios.
Como destacó el autor de "Libertad: la clave de la prosperidad", este premio "sirve como una especie de apoyo moral para resaltar que no es verdad que los esfuerzos son el balde. El hecho de que yo no haya podido regresar a Cuba o que no se haya podido recuperar la democracia en Cuba, no quita que hay personas o grupos que tienen el oído puesto en la tierra para enterarse de las gestiones que se han hecho a lo largo de los años".
En el acto de entrega de los reconocimientos, Sergio Sarmiento, presidente de Caminos de la Libertad, enfatizó que "algo bueno debe tener la libertad que todos los políticos siempre la alaban; pero no debe ser tan fácil la libertad que ya cuando llega el momento que están en el poder, la atacan a la primera oportunidad". Como dijo, "los enemigos de la libertad son incansables", hecho que impulsa a esta iniciativa a seguir fomentando el discurso en torno a las libertades.
Por su parte, en sus palabras de agradecimiento, Montaner dedicó este premio "a Linda, mi mujer, sin cuya ayuda e inteligentes críticas no hubiera podido dedicarme en cuerpo y alma a estos menesteres". Siguió su discurso citando ejemplos de populismo, caudillismo e implantación de regímenes autoritarios, entre otras formas de amordazar la libertad.
En torno al caudillismo, y al caudillo en particular, señaló que a este tipo de persona "se le atribuyen todas las virtudes y se le asigna de hecho ser el gran intérprete de la voluntad popular. Alguien que trasciende a las instituciones y cuya palabra se convierte en dogma sagrado de la patria. Mussolini, Hitler, Franco, Perón, Fidel Castro, Juan Velasco Alvarado, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, cada uno a su manera, son verdaderos ejemplos de caudillos".
Al hacer un recuento del "clientelismo" en América Latina explicó que "los gobernantes populistas no tienen partidarios; tienen clientes que les deben cosas. Entienden que la política es para generar millones de estómagos agradecidos, que les deben todo al gobernante que les da de comer y acaban por constituir su base de apoyo".
"En Argentina, por ejemplo, 20 millones de personas viven de impuestos que solo pagan 8 millones. En Venezuela utilizan las cajas de alimentos CLAP para fidelizar a las fuerzas de la población. CLAP son las siglas del Comité Local de Abastecimiento y Producción. En Cuba han declarado paladinamente que la universidad es un privilegio de los revolucionarios. Los que no lo sean, o los que no simulen serlo, no pueden acceder a ella, especialmente en ciertas especialidades que son un coto cerrado para los partidarios", añadió Montaner.
Hacia el final de su intervención resaltó que en los regímenes abunda el doble lenguaje, donde "la semántica se transforma en un campo de batalla y las palabras adquieren una significación diferente. Libertad se convierte en obediencia, lealtad en sumisión".
Por último señaló "la desaparición de cualquier vestigio de cordialidad cívica, que es un elemento fundamental de la democracia y la libertad. Se utiliza un lenguaje de odio, que preludia la agresión. El enemigo es siempre un gusano, un vende patria, una persona entregada a los peores intereses".