miércoles 20  de  marzo 2024
NICARAGUA

Comisión Interamericana investiga crímenes de Ortega en Nicaragua

Al menos 65 personas, la mayoría estudiantes universitarios, han muerto en Nicaragua a causa de las medidas represivas adoptadas por Daniel Ortega ante el reclamo de que abandone el poder
Por JUDITH FLORES

@FloresJudith7

En medio del llamado de los universitarios para incrementar las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, un equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA), investiga en Nicaragua los crímenes de más de 65 personas, la mayoría estudiantes universitarios, asesinados por la Policía Nacional y grupos paramilitares durante manifestaciones pacíficas que tuvieron lugar en Nicaragua.

Finalmente, después de varias negativas, el gobierno nicaragüense accedió permitir el ingreso de la CIDH, debido a la presión internacional. Aunque Ortega creo su “comisión”, integrada por funcionarios y aliados de su régimen, a falta de credibilidad en la población, la medida fue rechazada.

Las protestas sociales se llevan a efecto desde el pasado 19 de abril en la nación centroamericana. A los crímenes contra más de 65 personas, se suman más de 500 heridos, de ellos más de 200 presentan heridas con armas de fuego; un número no determinado de presos políticos, y personas desaparecidas que con el paso de los días algunos han ido apareciendo en las morgues.

Los 11 integrantes del equipo de investigación de la CIDH, permanecerán en Nicaragua hasta el 23 de mayo próximo, y se reúnen con diversos sectores que han solicitado la investigación de los asesinatos, tipo ejecución debido a que en su mayoría las víctimas recibieron disparos en la cabeza o el pecho.

Diálogo

La Conferencia Episcopal solicitó la presencia de la CIDH como condición para el “diálogo” propuesto por Ortega, que arrancó el pasado 16 de mayo, un comienzo que no vislumbra buenos augurios para el país debido a que Ortega ignoró la petición de los universitarios de poner cese a la represión, encuartelar a la Policía Nacional y a los grupos paramilitares.

Llaman a rebelión pacífica

Un día después de iniciado el diálogo, los estudiantes llamaron a los nicaragüenses a incrementar las protestas, a unirse a una “gigantesca rebelión pacífica”, en respuesta a la actitud a la que han denominado de “mentiras y burlas” asumidas por Ortega durante la mesa de diálogo, y para obligarle a aceptar las condiciones del diálogo como es el cese a la represión y el desmontaje a los grupos paraestatales.

El llamado es a la población a que se apodere de las calles para hacer presión al régimen, construyendo barricadas en los barrios, comarcas y comunidades del país. Al mismo tiempo exhortan a la población a no comprar combustible en gasolineras de la familia Ortega Murillo, obtenidas al amparo del gobierno, y a no pagar impuestos a las instituciones del Estado.

Los universitarios también han llamado a los campesinos a mantener el cierre de las vías en las zonas productivas de manera permanente.

La dirigencia del sector privado que participó en la instalación del diálogo manifestó sentirse decepcionada ante las pretensiones del gobierno de imponer una agenda económica e ignorar la grave crisis política por la que atraviesa el país.

“Es una decepción haber venido a un diálogo nacional con una agenda bien clara para que se llevara ante la justicia a los responsables de los crímenes cometidos, traíamos como agenda la democratización del país y se nos habló de otro mundo, de otra situación”, dijo el empresario Juan Sebastián Chamorro, que asegura que Nicaragua está ante un escenario peligrosísimo.

Ortega llegó al diálogo a asumir el papel de víctima. Aseguró que la Policía es blanco de una campaña de descrédito, y acusó a los universitarios de ser vándalos y de tener un arsenal de armas.

El mandatario ignoró las demandas de quienes en la mesa de negociaciones exigen su salida del poder.

Crisis económica

La crisis política está ocasionando pérdidas millonarias al país, sin embargo, para el sector privado, hasta hace poco aliado de Ortega, la represión gubernamental se antepone a los efectos de la crisis económica.

Los empresarios se han sumado a las demandas estudiantiles, quieren justicia y el retorno a la democracia.

Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), considera que el diálogo no dará buenos frutos porque a su juicio Daniel Ortega, no está viendo la realidad del país y por el contrario “vino a incrementar la crisis en el país”.

Healy se pronunció a favor de un nuevo gobierno.

Medardo Mairena, representante de los campesinos en el diálogo, dijo que se han unido a respaldar a los universitarios porque los campesinos también exigen justicia.

Las protestas en Nicaragua iniciaron hace un mes, tras la reforma a la Ley de Seguridad Social que incrementaba a trabajadores y empleadores el pago de las cotizaciones, mientras que a los jubilados les reducía las pensiones en un 5 por ciento. La medida unilateral del gobierno fue la chispa que encendió las protestas en las calles tras once años de represión en el país.

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