LA HABANA.- El respaldo político del régimen de Cuba a Rusia, durante la visita a la Isla del presidente de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Viacheslav Volodin, tendrá un impacto en la vida de los cubanos, por la dependencia de La Habana de Moscú en sectores como el turismo, los créditos, la industria y la tecnología.
Cuba calificó las posturas de EEUU y las potencias occidentales ante la invasión a Ucrania como una "injerencia" e "histeria propagandística".
Pero ser aliado de Vladimir Putin en estos momentos y en el futuro cercano tendrá consecuencias. Rusia se convertirá en un paria mundial por los próximos años y tendrá que enfrentar condenas y medidas unánimes del mundo democrático. Incluso formaciones y gobiernos progresistas, como son partidos comunistas europeos, los ejecutivos de Chile y Argentina y la propia Organización de Naciones Unidas, ya han repudiado la invasión a Ucrania.
Secundar políticamente a Rusia ahora mismo es, según reseña Diario de Cuba, apoyar al matón mundial y caer junto con él en la telaraña de la exclusión política y de medidas que desde ya se dirigen al corazón de su sistema.
Por otra parte, el castigo a la economía rusa, que ya empieza, con fortísimas y duraderas sanciones industriales, financieras, tecnológicas y bancarias a detallarse en las próximas horas, provocará un fuerte daño en Moscú. Su bolsa ya perdió hasta un 40% de su valor en el primer día de la guerra.
Rusia es uno de los diez primeros socios comerciales de Cuba, y ambos definen su asociación como "estratégica". El golpe a la economía rusa recrudecerá aún más el ya dramático nivel de vida de los cubanos.
En 2014, Moscú condonó el 90% de la deuda contraída por La Habana, valorada en 35.300 millones de dólares.
En días recientes, Rusia prorrogó hasta 2027 la devolución de los créditos que concedió a su aliado cubano entre 2006 y 2019 para financiar proyectos en las esferas de la energía, la industria metalúrgica, el transporte y el desarrollo económico.
Todo esto está en riesgo, pues las medidas para castigar a Moscú golpeando su economía podrían agudizarse aún más si sigue la escalada del conflicto bélico.
El régimen cubano no ha condenado hasta el momento la invasión militar a Ucrania y tampoco ha reconocido a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, pero ha respaldado a Rusia en sus tensiones con Estados Unidos y las potencias occidentales.
Este respaldo alejará también la posibilidad de un nuevo deshielo o política de acercamiento desde Washington.
Por la cercanía con Rusia y por los puntos anteriores —alineamiento político con Moscú, vínculos y dependencia económica de un sistema que será castigado, y distanciamiento de Washington y de la posibilidad de un nuevo deshielo—, Cuba será uno de los países del mundo que más se resentirá con la guerra. Será, sin dudas, el mayor damnificado en América Latina. El apoyo del régimen a Rusia en su embestida a Ucrania saldrá caro, y lo pagaran los cubanos.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba