ARNALD D. BORGES/ESPECIAL
ARNALD D. BORGES/ESPECIAL
MADRID.- “¡Hola Habana, buenas noches mi gente de Cuba! Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba. Y ahora aquí estamos. Yo canto para ustedes. Pienso que, finalmente, los tiempos están cambiando".
Fue el saludo Mick Jagger, cantante de The Rolling Stones, a la eufórica y sorprendida audiencia que asistió al concierto de sus “satánicas majestades” el 25 de marzo de 2016 en la capital cubana.
La película ‘Havana Moon-The Rolling Stones Live in Cuba’, del director Paul Dugdale, que recoge ese momento, llega este viernes 23 de septiembre a los cines de todo el mundo.
El documental rememora aquel viernes cuando miles de cubanos se dieron cita en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de La Habana para sucumbir ante el potente y agresivo rock and roll de la emblemática agrupación.
Después de dos horas de rock y éxitos de la banda se escuchó la primera falsa despedida Jagger: "Muchas gracias Habana, buenas noches", para luego entre aplausos regresar con un ¿Están listos?" y dejar escuchar los primeros acordes de 'Satisfaction'. El público cubano empezó a saltar y bailar y el concierto alcanzó su clímax perfecto.
La Habana, antes y después:
"Tengo una casa en el Caribe y no dejaba de pensar que tenía que ir como turista antes del concierto. Así que fui el pasado octubre-noviembre, con mi hijo Lucas. Fuimos solo a La Habana y fuera de temporada, por lo que había un ambiente muy tranquilo, encantador. Fui a ver muchas discotecas y sentí la energía del lugar. No había turistas, así que fue algo ‘solo entre cubanos’. Conocí personas, supe qué sentiría al tocar allí y me di cuenta de si sería excitante o no y de lo que pensaba la gente. Estaba investigando, pero me estaba divirtiendo muchísimo. Dijo Mick Jagger a la prensa, y continúa:
"Quise hacer un reconocimiento de los lugares, pero no había muchos. Todo el mundo me dijo que lo único que había era la plaza de la Revolución y el estadio Panamericano, donde se organizaron unos juegos hace años, pero no fue posible usarlo porque no estaba bien. Otro lugar era el estadio de béisbol, un poco pequeño para lo que necesitábamos. De camino al aeropuerto vi las instalaciones para atletismo y sabía que presentaban muchos problemas. No estaba ciento por ciento seguro de que la gente fuera a recibir bien el evento.
Al referirse al público cubano Jagger comentó:
"Fueron entusiastas y bailaron. Parecían saber las canciones y en muchos sentidos se comportaron del mismo modo que en otros países de América Latina. No parecía que estuviéramos en otro mundo. Agitaron sus teléfonos inteligentes. A simple vista, su situación parece ser como la nuestra, pero si uno se adentra hay problemas. Aunque todos están acostumbrados a eso. Me encantaría volver, fue estupendo y la gente fue muy amable. La música era genial. La historia del lugar también es muy interesante.