lunes 17  de  marzo 2025
Colombia

Consternación por regreso a las armas de un sector de las FARC 

La incertidumbre se ha apoderado de los colombianos tras el anuncio de varios líderes de esa guerrilla que dieron un paso hacia la clandestinidad, con lo que se pone en alto riesgo el pacto de paz sellado en La Habana 
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI.- Un reducto de las FARC dio un paso hacia la clandestinidad, posición desde la que por más de 50 años el grupo guerrillero mantuvo su actividad lucrativa asociada al narcotráfico. De esta forma, el acuerdo de paz firmado en 2016 con esa guerrilla quedó en un “limbo” que hace presagiar a los expertos una “muerte lenta” pero “segura” del controvertido pacto, si el Gobierno no impulsa las modificaciones pertinentes.

El jueves 29 de agosto el líder guerrillero Iván Márquez despertó a los colombianos con una declaración que puso a pensar lo peor: “Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (sitio en el que surgió las FARC) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión”.

Las palabras del cabecilla guerrillero generaron opiniones encontradas en Colombia y en el contexto internacional. Los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, por ejemplo, cuestionaron el paso dado por el grupo subversivo, mientras que senadores de izquierda como Iván Cepeda y Gustavo Bolívar justificaron la decisión y al mismo tiempo expresaron “dolor” frente al anuncio.

Una estrategia

Por su parte, el periodista colombiano Herbin Hoyos, quien se encontraba de paso por Miami, calificó la notificación de las FARC como una estrategia de esa organización para mantener una dualidad entre la política y el narcotráfico.

Hoyos es promotor del Referendo Colombia 2019 que busca derogar la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), organismo que nació a la luz de los acuerdos con esa organización guerrillera celebrados en La Habana.

El comunicador, conocido en Colombia por su programa Voces del Secuestro, agregó que las FARC nunca tuvo en su mente la posibilidad de desmovilizarse integral y totalmente, y siempre jugó una doble carta para mantener activas las diferentes formas de lucha, como una manera de llegar al poder”.

El promotor de la consulta, que busca también reducir el número de miembros del Congreso y remover a los actuales magistrados de las cortes en ese país, añadió que “estas personas retoman las armas porque fueron sorprendidos traficando droga después de los acuerdos y quieren salvarse de ser extraditados”.

Al respecto, Marlon Marín, sobrino de Márquez, quien se encuentra detenido en Estados Unidos, ha acusado a otro de los dirigentes de las FARC que regresa a la vida guerrillera, Jesús Santrich, como partícipe en una operación para enviar coca al cartel mexicano de Sinaloa, con destino a EEUU.

De igual forma, Iván Márquez está siendo investigado por la justicia de Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico a raíz de un video en el que supuestamente aparece realizando una negociación relacionada con droga, según The Wall Street Journal.

Para Hoyos, “las FARC han incumplido los acuerdos de paz, violó el pacto de La Habana, rompió e hizo trisas esos acuerdos y ahora le quieren echar la culpa a la sociedad y al Gobierno”.

Desde su óptica, lo que tiene que ocurrir luego de la notificación de ese sector de las FARC sobre su regreso a las actividades guerrilleras en la clandestinidad es que el presidente Iván Duque someta a una revisión todo lo pactado en La Habana. “Aquí se está tipificando un incumplimiento radical y rotundo de parte de las FARC”.

Desde su campaña política y luego ya en la Casa de Nariño, el mandatario colombiano también ha cuestionado los alcances del acuerdo logrado con esa organización guerrillera durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, a quien ese arreglo le permitió recibir el Premio Nobel de la Paz.

“Ellos [las FARC] les quieren hacer creer al país que están distanciados y que ahora han peleado y que son enemigos, pero realmente eso es una parte de la estrategia para que el pueblo se confíe y crea que hay dos sectores”, acotó.

Más adelante, insistió en que “esto es una gran estrategia socialista para generar una supuesta división, pero realmente el propósito de ellos es unirse más adelante para tomarse el poder, que es lo que siempre han querido”.

Recompensa y reacciones

Una vez difundido el mensaje de las FARC, el presidente Iván Duque hizo una alocución televisada a los colombianos para dar a conocer que las autoridades ofrecerán 3.000 millones de pesos (un millón de dólares) por información que conduzca a la captura de Márquez, Santrich, El Paisa y otros líderes que saltaron a la clandestinidad.

“Colombia no acepta amenazas de ninguna naturaleza, y mucho menos del narcotráfico. Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro”, dijo en tono enérgico el jefe de Estado.

A su turno, el expresidente colombiano Álvaro Uribe, férreo crítico del acuerdo negociado por el gobierno de Juan Manuel Santos, lamentó el anuncio y emplazó al país a tener una “política de seguridad muy estricta”.

Según Uribe, actual senador y máximo líder del Centro Democrático, partido que tiene a Duque al frente de la Casa de Nariño, “aquí [en Colombia] no hubo paz, sino el indulto para algunos responsables de delitos atroces a un alto costo institucional”.

El también expresidente Andrés Pastrana dijo que “esta es un día muy triste para Colombia. Es triste decirlo, pero lo dijimos”, a lo que anotó que “desafortunadamente nos tenemos que preocupar” porque —a su juicio— Colombia podría estar a las puertas de “una nueva guerra”.

Por el lado de la izquierda, el senador Iván Cepeda admitió sentir preocupación frente a la decisión de un sector de las FARC de volver a las armas. Además, resaltó la voluntad de la mayoría de desmovilizados que están “firmemente anclados en la legalidad”.

Horas después del anuncio, Timochenko, líder del naciente partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), que tiene representación en el Congreso colombiano como resultado del acuerdo de paz, condenó la decisión. “Proclamar la lucha armada en la Colombia de hoy constituye una equivocación delirante”, opinó el guerrillero desmovilizado.

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