MADRID— Este 18 de abril se cumplen 203 años del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes, conocido por todos los cubanos como el Padre de la Patria y el iniciador de la Guerra de los Diez Años contra el colonialismo español.
MADRID— Este 18 de abril se cumplen 203 años del natalicio de Carlos Manuel de Céspedes, conocido por todos los cubanos como el Padre de la Patria y el iniciador de la Guerra de los Diez Años contra el colonialismo español.
Céspedes nació en Bayamo y durante su niñez en el campo asistió a clases de Gramática y Latín con los frailes del Convento de Nuestro Seráfico Padre, en dicha ciudad. También estudió Lógica y Ética y se graduó de bachiller en Derecho Civil a los 18 años.
En 1842 se exilió a Francia y desde allí visitó otros países de Europa. Al año siguiente regresó a Cuba y desde su ciudad natal comienza conspiraciones que llevarían a la Guerra del '68.
En 1867 compró el Ingenio de La Demajagua, en Manzanillo, lugar donde comenzarían las luchas de independencia.
En esa época comenzó una relación amorosa con Candelaria Acosta Fontaigne, una joven mestiza hija de su Mayoral en La Demajagua, y con quien tuvo dos hijos. Candelaria confeccionó la bandera que se izó al comenzar la Guerra.
Con todo listo para comenzar la rebelión el 14 de octubre de 1868, el día 7 del mismo mes el telegrafista Nicolás de la Rosa filtró a Céspedes un telegrama en el que el general español Valmaseda ordenaba su captura. Por esta razón Céspedes adelantó el alzamiento para el día 10, fecha en que liberó a sus esclavos y los llamó a unirse a las luchas para independizar a Cuba de España.
Al día siguiente, tras el primer combate y también la primera derrota, Céspedes, al conocer que solo quedaban doce hombres, pronunció una de sus más reconocidas frases: “Doce hombres bastan para alcanzar la independencia de Cuba”.
Durante la Guerra de los Diez Años Céspedes libró importantes combate y fue nombrado Presidente de la República en Armas, cargo que ocupó desde 1869 hasta 1873, año en que fue destituido por la Cámara de Representantes.
Poco después de ser separado del cargo, el 27 de febrero de 1874 fue sorprendido y asesinado por una tropa española en San Lorenzo, en la Sierra Maestra, donde se encontraba instalado.
Tras la destitución y muerte de Céspedes aumentaron el caudillismo y la desunión en el Ejército Libertador que llevarían a firmar el Pacto del Zanjón y al fin de la Guerra de los Diez Años.