LA HABANA.- Un informe de la ONG Prisoners Defenders revela que aproximadamente el 68% de los prisioneros políticos en Cuba han sufrido episodios de agresiones físicas como parte de un sistema de tortura implementado por el régimen cubano para reprimir las voces críticas.
El estudio, titulado "La Tortura en Cuba. Primer estudio integral", se basa en el análisis de 181 casos de presos políticos, de los cuales se obtuvieron declaraciones en 168 casos, permitiendo realizar estadísticas y extrapolaciones. Durante el período de abril de 2022 a marzo de 2023, el régimen cubano ha encarcelado a un total de 1.277 personas.
Los resultados del informe revelan que las formas más comunes de tortura incluyen la privación de comunicación, humillaciones y maltrato verbal por parte de los guardias de prisiones cubanos. Del total de casos analizados, un 83,93% ha sufrido privación de comunicación, un 75,6% ha denunciado humillaciones y maltrato verbal, un 72,62% ha sido privado de atención médica, un 67,68% ha sufrido agresiones físicas y un 60,71% ha sido confinado en solitario.
La ONG destaca que estas torturas son realizadas mediante herramientas sencillas y directas, diseñadas para degradar tanto la psique como el cuerpo de los opositores y dejarles secuelas. Además, el informe resalta que cuatro de los casos analizados corresponden a menores de edad, quienes han denunciado la privación de atención médica, acceso a necesidades básicas, humillaciones, agresiones físicas y torturas.
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Entre los casos específicos mencionados por Prisoners Defenders se encuentra el de Gabriela Zequeira Hernández, una menor que denuncia un intento de violación, y Jonathan Torres, un joven de 18 años que fue encerrado, golpeado e insultado. También se menciona el caso de Leandro Cerezo Sirut, quien lleva tres años sin poder hablar por teléfono con su familia.
En el caso de las mujeres, que representan un total de 17 en el informe (incluida una mujer transexual, dos menores de 21 años y otra menor de 18), la mayoría destaca la privación de comunicación, la humillación y las amenazas a su integridad como principales formas de tortura. Brenda Díaz García, por ejemplo, denuncia haber sido denigrada y golpeada a pesar de su condición trans, mientras que Camila Acosta Rodríguez fue obligada a desnudarse en dos ocasiones de manera agresiva y humillante.
El informe también subraya que de los 168 casos analizados, 164 de los prisioneros poseen únicamente la ciudadanía cubana, lo que representa un 98%. En los otros cuatro casos restantes, los detenidos poseen además la nacionalidad canadiense, estadounidense, alemana y española.
La ONG destaca especialmente el caso de José Daniel Ferrer, líder de la organización disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), quien ha sido víctima de ataques sónicos constantes desde su ingreso en la prisión de Mar Verde en 2021, además de envenenamientos químicos en agua y comida, y confinamiento en aislamiento constante en una celda diseñada tecnológicamente para estas torturas. El informe describe su degradación física y psicomotriz como progresiva debido a esta tortura constante, que busca eliminarlo lentamente.
Prisoners Defenders enfatiza que las palabras de aliento de Ferrer y su fuerza de convicción recuerdan a mártires con paralelismos evidentes con figuras del imaginario colectivo como Gandhi o Jesucristo. Estos testimonios resaltan la difícil situación de los opositores cubanos en prisión y la urgencia de abordar las violaciones de derechos humanos en el país.
FUENTE: Con información de Europa Press