NUEVA YORK.- Cerca de la media noche del lunes, los abogados y la Fiscalía introdujeron ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York sus respectivas presentaciones posteriores a la audiencia. Estos informes, de 30 páginas cada uno, resumen los argumentos planteados en las audiencias de supresión de evidencias del 8 y 9 de septiembre.
Tanto la Fiscalía como la defensa de Efraín Campo Flores y Franqui Francisco Flores De Freitas, mantuvieron los mismos argumentos que han expuesto desde el principio del caso.
La defensa asegura que las evidencias deben ser eliminadas del caso por haber sido obtenidas ilegalmente. “Se deben suprimir las declaraciones posteriores a la detención hechas por los acusados; suprimir las grabaciones realizadas por los informantes confidenciales; y eliminar las imágenes de la supuesta panela de "cocaína" y toda referencia a ella”, solicitan en el documento. Pues, intentar probar la inocencia de los acusados es una estrategia que podría resultar más complicada en vista del material que la Fiscalía posee en contra de los Flores. La confesión de ambos a los agentes de la DEA, las grabaciones y los videos de las reuniones son evidencias muy fuertes dentro de un juicio. Por lo tanto, buscan la forma de evitar que, de llegar a él, las pruebas puedan ser presentadas.
Aseguran, que hubo manipulación de la evidencia, que la DEA y la Fiscalía actuaron de mala fe al no proveer el material exculpatorio y que la detención se realizó de forma irregular. Además, de que los informantes de la oficina antidrogas de Estados Unidos, mintieron y por lo tanto carecen de toda credibilidad.
“Se le instruyó explícitamente, a uno de los informantes, que grabara la reunión inicial con los demandados, pero más tarde afirmó que no poseía ninguna grabación, mintió a la DEA acerca de por qué supuestamente no pudo grabar la reunión, y en última instancia se negó en repetidas peticiones a entregar los registros de esa reunión, aparte de una sola fotografía”, sostienen los abogados defensores de los sobrinos de Celia Flores, Primera Dama de Venezuela.
“Otros dos informantes debían grabar todos sus encuentros con los demandados, pero eligieron por su cuenta no registrar ciertas reuniones e iniciar y detener las grabadoras a discreción durante otras reuniones. Uno de estos informantes, que mintió y ocultó a la DEA su hábito de consumir cocaína, tomó una muestra de una supuesta cocaína en sus manos, la única presunta sustancia controlada en este caso y decidió, sin ninguna instrucción de los agentes, desechar la muestra en lugar de someterla a cualquier prueba científica” explican.
Fiscalía no cede
Como es natural en los casos ante la Corte, defensa y Fiscalía pulsan hasta lograr que alguno ceda. El equipo de abogados liderados por Prett Bharara, quien está al frente de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, no ha cedido ni un milímetro frente a las presiones del agresivo equipo de defensa de los sobrinos Flores. En el documento entregado a la Corte aseguran que la defensa falló en probar que se eliminó evidencia exculpatoria, que hubo mala fe en las actuaciones de DEA, informantes y Fiscalía o que hubo alguna irregularidad en la detención de los acusados.
“En la audiencia de supresión de evidencias, del 8 y 9 de septiembre, el Gobierno (Fiscalía) llamó a nueve testigos, mientras que la defensa a ninguno. Las declaraciones juradas de los acusados (dos de Campo y una de Flores) no fueron entregadas como prueba en la audiencia y, en cualquier caso, tienen poco, o ningún, peso en relación con el testimonio de testigos del Gobierno”, esgrime la Fiscalía.
“La audiencia no ofreció ninguna prueba para que esta Corte pueda afirmar que el Gobierno destruyó alguna prueba, ni mucho menos que las pruebas de descargo fuesen destruidas o que el Gobierno actuó de mala fe. La evidencia irrefutable en la audiencia también mostró que las declaraciones posteriores a la detención de los acusados fueron de forma voluntaria, después de las renuncias válidas a los derechos de Miranda, y no hubo retraso en la presentación de los acusados ante un juez. Además, los agentes no llevaron a cabo interrogatorios de dos pasos”, se lee en el documento.
Decisión vital
Luego de que ambas partes expusieran sus respectivos argumentos, la decisión de admitir, o no, las evidencias queda en el Juez Paul Crotty. De fallar a favor de la defensa, la posibilidad de la Fiscalía de lograr una condena se pone cuesta arriba. Por el contrario, de fallar en contra de la defensa podríamos empezar a ver las negociaciones con la Fiscalía para obtener reducciones de pena.
Un tercer escenario posible es que Crotty suprima algunas evidencias, pero admita otras. De ser así, las partes podrían negociar para evitar llegar a juicio, según explican expertos. Pues, por lo general, en casos como estos la defensa siempre evita tener que presentarse en frente al jurado. La ficha fijada para el inicio del juicio es el 7 de noviembre de este año.