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MIAMI.- “Propagación de epidemia” es el nuevo delito con el que el régimen de La Habana busca inculpar a la opositora Xiomara Cruz Miranda, a pesar de que la Dama de Blanco enfrenta un delicado de salud, con el que batalla hace varios meses, y quien, aseguran sus allegados, fue contagiada exprofeso con la inoculación de un virus o bacteria mientras cumplía prisión por su activismo en la isla.
La oposición cubana califica esta nueva acusación del régimen contra Cruz Miranda como otro intento por “regular” a la activista.
La información fue suministrada a DIARIO LAS AMÉRICAS por Clara Iznaga, hija de Cruz Miranda, quien afirmó que detrás de esta querella se encuentra la “directora municipal de Salud de Guanabacoa”, municipio habanero donde radica la opositora, bajo el argumento de que la activista no permitió ser “ingresada” cuando se le diagnosticó una tuberculosis.
Según Iznaga, los documentos que respaldan la denuncia fueron llevados “por un policía” al hospital Miguel Enríquez de La Habana, identificado por su antiguo nombre La Benéfica, en donde la Dama de Blanco completa este martes 12 días ingresada tras una recaída.
“Ella no quiso ingresarse en ese momento”, de acuerdo con el relato de Iznaga, dado el temor que tiene luego de que una noche observó “a un enfermero que le iba a poner algo en el suero y como se vio sorprendido, no lo hizo” cuando se encontraba internada en el hospital Salvador Allende [antigua clínica Covadonga].
En otra entrevista concedida a principio de enero, la misma Iznaga se preguntó: “Si lo iba a hacer esa noche ese enfermero [hace alrededor de tres meses], se imaginan ¿cuántas veces lo harían cuando mi mamá estaba dormida?”.
Cruz Miranda es sometida a tratamiento por una supuesta tuberculosis, diagnóstico que, según opositores como Berta Soler y Ángel Moya, tendría como finalidad “impedirle viajar al exterior” para tratarse sus problemas de salud.
“Como esa enfermedad es contagiosa, no la dejarían salir de la isla. Esa es la intención”, explicó Iznaga.
Dentro y fuera de la isla, organizaciones humanitarias, reconocidos activistas, líderes comunitarios, políticos y simpatizantes de la causa por la libertad de Cuba han emprendido una campaña para conseguir una visa humanitaria que le permita a Cruz Miranda desplazarse a Estados Unidos, con el fin de recibir atención médica de calidad y alejada de la influencia del régimen de La Habana.
Entretanto, en el sitio web change.org avanza una iniciativa en la que puede leerse: “Solicitamos su personal intervención [congresista Mario Díaz-Balart] ante las autoridades correspondientes de los Estados Unidos para que le sea otorgada una visa humanitaria a la valiente luchadora por la democracia Xiomara de las Mercedes Cruz Miranda, integrante de Las Damas de Blanco, quien se encuentra en grave estado de salud peligrando su vida”.
Sobre la denuncia contra la activista, el opositor Ángel Moya escribió en su cuenta de Facebook que “la nueva engañifa” es “un pretexto para regularla y todos sabemos que, en la nueva ley Migratoria del régimen comunista de Cuba, la categoría de regulado es un obstáculo para salir del país”.
Agregó que la acción emprendida por la dictadura “no se sustenta legalmente” porque —según Moya— “el régimen comunista de Cuba sabe muy bien que no puede sostener la mentira de la TB eternamente contra Xiomara y sabe bien que en cualquier momento le dan el alta médica por esta supuesta enfermedad”.
Además, dijo, “Xiomara Cruz, en la fase segunda del tratamiento, nunca salió de su casa. ¿Será que quieren poner otro pretexto (regularla) para que no pueda viajar a Estados Unidos?”.
Por su parte, Iznaga también puso en duda que su madre se encuentre en cama debido a una tuberculosis. En ese sentido, afirmó, “si eso fuera verdad, ya todos nosotros en la familia y sus hermanas y hermanos de lucha estarían contagiados desde hace tiempo”.
De acuerdo con la hija de Cruz Miranda, el policía que asistió al hospital a realizar la diligencia judicial de firma de la denuncia “quedó en que volvería otro día porque mi mamá no quiso firmar el papel”.
Cruz Miranda nuevamente fue hospitalizada el pasado 26 de diciembre debido a problemas pulmonares que estuvieron a punto de causarle un paro cardiorrespiratorio y múltiples episodios de taquicardias.
Previo a este nuevo periodo en terapia intensiva, la activista estuvo hospitalizada durante seis meses luego de enfermar en la cárcel de mujeres de Ciego de Ávila, de donde fue trasladada a la capital cubana.
Desde entonces, la opositora ha sido diagnosticada por diferentes galenos con supuestas enfermedades, desde cáncer hasta tuberculosis, sin que puedan verificar una u otra afección.
La Dama de Blanco fue condenada en 2018 a 16 meses de cárcel por un supuesto delito de “amenaza”, y en agosto de este año fue liberada bajo licencia extrapenal.