WASHINGTON.- Estados Unidos acogió con optimismo la dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry, marcando así el inicio de una fase de transición hacia la estabilidad en medio de la tumultuosa situación generada por las actividades de las bandas armadas en el país caribeño.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, expresó en una conferencia de prensa el valor de este paso, subrayando que allana el camino para un traspaso pacífico del poder, la continuación del gobierno y la implementación de un plan de acción centrado en la seguridad a corto plazo.
Esta medida incluye la implementación de una misión internacional de apoyo a la seguridad y una hoja de ruta hacia la celebración de elecciones justas. Además, se elogia la decisión del primer ministro Henry por priorizar el interés nacional y aceptar su dimisión en un momento crucial.
Ante el rechazo de las pandillas, Miller reiteró la urgencia de desplegar la mencionada misión internacional, destacando que son los líderes de estas pandillas quienes se benefician del caos que prevalece en Haití.
El Departamento de Estado espera que los miembros del Consejo de Transición sean designados en los próximos días, aunque no se ha establecido un cronograma específico para la selección de un primer ministro interino, se espera que ocurra en un futuro cercano.
Estas declaraciones tienen lugar tras la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a Jamaica, donde participó en una reunión de alto nivel sobre Haití para abordar la actual crisis humanitaria en el país. Estados Unidos anunció un paquete de asistencia de 33 millones de dólares, así como una partida adicional de 100 millones de dólares para apoyar a Haití en este período crítico.
Escalada de violencia en Haití
La reciente escalada de violencia en Haití, que afecta incluso a los aeropuertos, llevó al gobierno a declarar el estado de emergencia y un toque de queda tras una fuga masiva de presos de las principales cárceles de la capital, Puerto Príncipe.
En medio de este panorama desafiante, líderes criminales como Jimmy Chérizier, alias Barbecue, han amenazado con sumir al país en una guerra civil si no se produce un cambio de liderazgo. Estos desafíos se suman a la crisis previa, exacerbada por el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021.
A pesar de haber asumido el cargo solo dos días antes del asesinato de Moise, Henry buscó desde entonces la unidad política y un consenso en la formación de un gabinete, aunque la falta de un calendario electoral acordado ha generado preocupación entre la población haitiana.
FUENTE: Con información de Europa Press