viernes 15  de  agosto 2025
BOLIVIA

Evo Morales, el caudillo prófugo, se enfrenta al derrumbe de la izquierda en las elecciones

En las elecciones generales de este domingo, aspiraba a un cuarto mandato, pero un fallo judicial le cerró el paso; la ley prohíbe más de una reelección

Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

LA PAZ Evo Morales, el líder más influyente de la extrema izquierda en Bolivia, excluido de los comicios conforme a las leyes y prófugo de la justicia, se enfrenta al desafío de sobrevivir políticamente al probable ascenso al poder de sus adversarios de derecha.

Referente de la izquierda latinoamericana, el dirigente aimara de 65 años gobernó este país de 11,3 millones de habitantes por tres mandatos consecutivos, de 2006 a 2019.

En las elecciones generales de este domingo aspiraba a un cuarto mandato, pero un fallo judicial le cerró el paso al prohibir más de una reelección.

Mientras el país atraviesa una crisis económica, dos candidatos de derecha, el millonario Samuel Doria y el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), se perfilan en las encuestas para pasar a segunda vuelta.

Sin opciones de competir, sin candidatos que apadrinar y sin una bancada en el próximo parlamento, Morales ahora ve cómo el proyecto que creó y acaudilló durante dos décadas está por derrumbarse.

Esta vez "Evo", como los bolivianos llaman a su primer presidente indígena, hace campaña por el voto nulo desde el Chapare, una región cocalera donde tiene su bastión más fiel.

Abuso de una menor

"Nosotros no vamos a dar legitimidad a esa elección amañada", dijo en una entrevista. Atrincherado con una guardia campesina, se protege de una orden de captura por un caso de abuso sexual contra una menor.

Según la fiscalía, en 2015, cuando era presidente, Morales mantuvo una relación con una adolescente de 15 años con quien tuvo una hija un año después.

La acusación acusa a Morales de otorgar beneficios a los padres de la menor a cambio de su hija, que formaba parte de la "guardia juvenil" del partido del exgobernante.

Morales rechaza tajantemente la acusación, pero está contra las cuerdas. Los candidatos favoritos prometen arrestarlo. "No me voy a escapar" a Cuba u a otro país aliado, asegura. "Me voy a defender. No me voy a ir".

"Está enfermo de poder", critica Vania Salinas, una funcionaria municipal de La Paz de 42 años. "Ya tuvo su tiempo, ya no tiene que estar acá", agrega.

Su guerra durante meses por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) con el presidente Luis Arce, cuya elección impulsó en 2020, le dejó más daños que victorias.

En febrero tuvo que renunciar al partido que lideró por 27 años.

"Un culto peligroso"

Doria Medina y Quiroga prometen cambios radicales al modelo económico de corte estatista que impulsaron Morales y Arce, ante la aguda crisis económica por la falta de dólares, que el gobierno agotó para sostener una onerosa política de subsidios a los combustibles.

Morales asegura que con sus partidarios dará la batalla "en las calles y en los caminos".

Fue su estrategia con Arce: bloqueos de carreteras que agudizaron la crisis económica y avivaron el descontento popular.

Santiago Siles, un trabajador parlamentario, reconoce que Morales logró equilibrar "la balanza social". Y eso es "lo triste, porque al pasar los años fue abusando de esa figura que tenía", añade.

Violación a la voluntad popular y fraude

Durante su gestión, redujo la pobreza de 60% a 37% y triplicó la producción interna. Aunque fue muy popular por sus logros, también cosechó rechazo al no respetar un referendo en 2016 que le prohibía participar en las elecciones de 2019.

Se declaró ganador en medio de acusaciones de fraude y tuvo que exiliarse por un año en México y Argentina ante el estallido de una crisis social.

Evo Morales ostentó un liderazgo muy significativo, "pero lastimosamente no tuvo la mirada estratégica del repliegue en el momento oportuno", dice el sociólogo Juan Carlos Núñez, del centro de investigación Fundación Jubileo.

Su lucha con Arce minó las posibilidades de la izquierda en estas elecciones. El oficialista Eduardo del Castillo y el jefe del Senado Andrónico Rodríguez, distanciado del gobierno, aparecen muy rezagados en las encuestas.

Y aunque Morales "está manchando su legado por querer regresar siempre" al poder, aún goza de una lealtad ciega en algunos sectores, explica el internacionalista Pablo Calderón, profesor de la Northeastern University de Londres.

"Siempre va a tener sus seguidores, que le son fieles sin importar lo que pase. Y eso siempre es peligroso, es un culto a la personalidad", dice.

FUENTE: Con informaciòn de AFP

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