sábado 23  de  marzo 2024
COLOMBIA

Exlíder guerillero califica a Petro un peligro para la región

Everth Bustamante, excomandante del M-19, grupo en el que militó el candidato de la izquierda a la presidencia, lo describe como promotor de la teoría de la insurrección armada
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. - Gustavo Petro, uno de los candidatos a la presidencia de Colombia, es alguien que sigue promoviendo la teoría de la insurrección armada, con respaldo de las FARC [Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia], el ELN [Ejército de Liberación Nacional], el narcotráfico e incluso Rusia, aseguró Everth Bustamante, exjefe del extinto grupo guerrillero M-19, en el que Petro siendo muy joven militó.

En entrevista exclusiva con DIARIO LAS AMÉRICAS, Bustamante calificó a Petro “como un peligro para la región” por su cercanía con “Maduro y Putin”, y lo identificó como alguien “con trastornos de personalidad” y “aires de Mesías” que, en su opinión, si llegara al poder en las próximas elecciones, permitiría que las armas de las disidencias de las FARC y el ELN sirvieran de respaldo a su eventual gobierno.

El exlíder del M-19, agrupación que entregó sus armas y suscribió un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en marzo de 1990, aseguró que conoce muy bien a Petro, a quien describió como “un conspirador” que habría sido el artífice de las protestas callejeras que derivaron en actos vandálicos, causando muertes y destrucción en Colombia en los años 2020 y 2021.

-Colombia vive un momento político de suma importancia de cara a los comicios presidenciales. ¿Cómo analiza este proceso electoral?

Colombia se encuentra en una coyuntura muy importante para preservar el futuro democrático de la nación. Todos los procesos electorales de los últimos 40 o 50 años se habían surtido entre vertientes democráticas que, si bien tenían diferencias conceptuales, programáticas o ideológicas, coincidían en la preservación del modelo democrático y de libertades derivado de la Constitución de 1991, producto de esa gran confluencia de sectores, incluso de fuerzas como la guerrilla, que firmó un acuerdo de paz en 1990 y, por tanto, hizo parte fundamental de la nueva carta política. Hoy la diferencia es que, con seis o siete candidatos para la primera vuelta, hay uno que ha aparecido con cierto favoritismo en las encuestas, quien representa una expresión conspirativa frente al modelo democrático, un candidato que desconoce la construcción democrática que se ha hecho a lo largo de la historia. Nuestra democracia, debo aclarar, tiene defectos y faltantes, y nos toca trabajar mucho para superar diferencias de orden económico que han llevado a que tengamos cerca de 20 millones de pobres. Pero es un esfuerzo colectivo que tenemos que hacer sin afectar la defensa de nuestras libertades y nuestra democracia. Este candidato [al que me refiero] se llama Gustavo Petro, a quien conozco muy bien porque yo estuve en la parte fundacional del M-19 después de los años 1970 y Gustavo Petro llegó a finales de esa década a las células de apoyo del M-19. Petro, en la práctica, no reconoció el significado democrático de la nueva Constitución del 91 y sigue levantado en conspiración contra el modelo político. La mayoría de quienes firmamos el acuerdo de paz dimos el paso hacia el establecimiento de la democracia. Yo fui alcalde de mi ciudad natal [Zipaquirá, cerca de Bogotá], representante a la Cámara y senador. Gustavo Petro ha mantenido una postura de desconocimiento de esa institucionalidad, con una permanente convocatoria al levantamiento de los sectores menos favorecidos de la sociedad colombiana.

¿Se puede ver al señor Gustavo Petro como quien todavía estaría ejerciendo un rol de guerrillero, levantado simbólicamente en armas, conspirando contra esos procesos democráticos que usted resalta?

En Colombia el concepto de la combinación de las distintas formas de lucha, que fue una bandera del Partido Comunista hace más de 50 años, todavía se mantiene y Petro es una expresión de esa formulación teórica. Los acuerdos de La Habana, que hizo el gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC, entregan parte de la justicia a los alzados en armas. Las FARC, como tampoco el ELN, han logrado el triunfo por la vía militar, y Gustavo Petro, que ha acumulado respaldo político en algunos sectores marginales de la sociedad, ha venido cobrando un respaldo electoral frente a la ausencia de triunfo militar por parte de las FARC. Vivimos un momento en donde no están ausentes las armas. Detrás de Gustavo Petro están las disidencias de las FARC, el ELN, el dinero del narcotráfico, el apoyo de Nicolás Maduro y las primeras líneas que se estrenaron con los actos de violencia callejera del 2020 y 2021, todo articulado en un nuevo escenario donde la cabeza de la parte política, de agitación, conspirativa y de llamamiento al levantamiento es Gustavo Petro. Detrás de esa postura está el respaldo de las armas, y a nivel internacional toda esa línea que se expresa en los gobiernos dictatoriales de Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua y que está en estrecha relación con [Vladimir] Putin [gobernante ruso], sobre todo en esta coyuntura de agresión al pueblo ucraniano. Para los efectos de política internacional, una opción como la de Gustavo Petro es sumamente peligrosa, no solo para Colombia, sino para América Latina. Está en juego el rol estratégico de Colombia en América Latina, por esa relación con los regímenes populistas y dictatoriales. No me cabe ninguna duda de que la candidatura de Gustavo Petro es una expresión de la combinación de las distintas formas de lucha, donde en este momento las armas están en un segundo plano, pero las sacarán cuando consideren que llegó el momento insurreccional. Una diferencia pequeña en la votación a favor de Federico ‘Fico’ Gutiérrez podría ser el motivo que exacerbe el llamamiento por parte de Gustavo Petro a ese levantamiento.

- ¿Quién era Petro en las filas del M-19?

Petro hizo parte de unas células de apoyo cuando entró al movimiento, con una presencia secundaria. Él se otorga unos papeles determinantes dentro del proceso de que condujo al proceso de paz con el M-19. Dice en su libro que convenció a Carlos Pizarro, líder del movimiento, para que firmara la paz, pero después se contradice señalando que ese acuerdo traicionó el ideario del M-19. Todo esto hace parte de una personalidad muy particular, que está signada por una serie de trastornos que hacen que él asuma la postura de una especie de Mesías o de Salvador. En su libro hay varias páginas en las que levita presentándose como quien está llamado por la historia para salvar al pueblo colombiano. Petro sigue en la conspiración y no está realmente por ganar una elección, sino por ganar una insurrección porque él considera que los procesos políticos asociados con los sectores populares únicamente se consolidan mediante su levantamiento e insurrección.

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@danielcastrope

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