lunes 16  de  septiembre 2024
CUBA

Flota rusa en La Habana: despliegue militar simbólico e isla comprometida

En menos de dos meses, Rusia llevó dos veces buques de guerra hacia La Habana. La medida no representa un peligro, según expertos

Por Sofía Nederr

LA HABANA - El 27 de julio Cuba volvió a ser visitada en menos de dos meses por una flotilla de barcos de guerra rusos. A La Habana llegaron tres buques de guerra de la Flota del Báltico: el buque escuela Smolni, el buque patrullero Neustrashimiy y el petrolero de altamar Yelnya, los cuales llegaron al puerto de La Habana.

La flota rusa permanecerá pocos días en la isla. Según el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR), este despliegue es una visita de trabajo.

“Como hemos señalado en otras ocasiones, las visitas de unidades navales de otros países son una práctica histórica del gobierno revolucionario con naciones que mantienen relaciones de amistad y colaboración”, dijo el despacho ministerial.

Los tripulantes de los barcos rusos fueron recibidos por el capitán de flotilla Juan Alberto Vázquez Rodríguez, jefe de departamento de Navegaciones y Operaciones Navales de la Marina de Guerra Revolucionaria, y por Ana V. Kosenkova, encargada de negocios de la embajada de Rusia en Cuba.

El académico y analista político Juan Antonio Blanco, quien dirige el proyecto Cuba Siglo XXI, dice que el despliegue ruso en La Habana representa una señal más de que existe un conflicto global que no se puede ignorar.

“En Estados Unidos hay políticos que no acaban de tomar conciencia de que no es un problema de evitar la guerra. Es que estamos en guerra y esa guerra tiene frentes bélicos: en el Medio Oriente, en Gaza, en Israel, en el Líbano, en Teherán, en Ucrania”, indica.

En este sentido, señala que la guerra tiene otras manifestaciones de conflicto en el terreno diplomático, en el político y en el de las amenazas mutuas. También agrega que dentro del conflicto hay alianzas antioccidentales, dentro de las cuales Cuba, Venezuela y Nicaragua participan activamente.

“No se puede separar a Cuba del problema ruso, a Venezuela del problema iraní, todo forma parte de la misma problemática”, refiere.

Sin peligro para EEUU

Asimismo, Blanco enfatiza que el reciente despliegue de la flotilla de Rusia a Cuba no representa ningún peligro militar.

No tienen capacidad de ataque con ojivas nucleares contra EEUU ni ningún otro país de la región. Incluso la flota anterior, que fue en junio de este año, y es capaz de portar cohetes con ojivas nucleares, no las llevó, pese a que teníamos información de que Cuba lo solicitó”, refiere.

Blanco añade que una fragata que sea capaz de disparar cohetes que lleguen a Estados Unidos, pero con cargas convencionales, no es capaz de iniciar una guerra.

“Sería un suicidio para Rusia porque lo primero que van a recibir es una ráfaga de cohetes nucleares”.

Sin embargo, el académico puntualiza que “estos shows le sirven a Putin para dar una respuesta simbólica de que él es muy macho. La otra cosa es hacer una provocación que merecía la mayor respuesta política y militar de EEUU para demostrar a Putin que con este tipo de cosas no se juega”.

Estrategias y doctrina

Erick de la Fuente, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, indica que Rusia tiene una estrategia, una doctrina, según la cual, si Estados Unidos está cerca de Europa Oriental, ellos estarán cerca de sus costas o de sus fronteras. “Por eso la presencia en Cuba hace tiempo, tiene tropas en Nicaragua, en Venezuela y las agencias de inteligencia”, sostiene.

Añade que, con la guerra en Ucrania, Rusia no tenía los recursos para mantener la desinformación y la inteligencia. “La guerra está complicada para ambos lados, pero la guerra sigue siendo menos popular y ahora que Ucrania tiene permiso para disparar dentro de Rusia, Putin ve esto complicado y está tratando de elevar un poco las tensiones, al tener este tipo de ejercicios o presencia militar en las aguas cubanas, porque está al lado de EEUU”, indica el académico.

De la Fuente recalca que, con el despliegue en Cuba, Putin busca sumar a su discurso dentro de Rusia, sobre lo que hace contra Estados Unidos, porque internamente la guerra es presentada más como un conflicto contra EEUU que contra Ucrania.

Además, el profesor indica que los despliegues de buques de guerra rusos se dan en medio del peor momento económico de Cuba. Refiere que la electricidad falla, en muchos momentos, por 16 o 18 horas, la pensión de los jubilados equivale a $5 mensuales y un solo un paquete de huevos vale más que eso.

“Cuba se está quedando sin gente. En el último semestre se ha ido más de un millón de personas y gran parte de la población es también de mayor edad, por lo cual la parte económica no solo está muy mal, la perspectiva está mal y la escasez es grande. Si bien con Venezuela ha podido suplir algunas cosas, Cuba sabe que el régimen venezolano tiene problemas y que no es la garantía que estaba allí en los años de Hugo Chávez. Por eso, Cuba se juega las cartas con Rusia y con China”, expresa.

Añade también que, “aunque los chinos tienen bases de inteligencia” en territorio cubano, cuentan con pocas inversiones allí. Entonces, para traer ayuda económica, petróleo principalmente, y garantizar la estadía al régimen, resulta más útil Rusia.

“Cuba está en bancarrota, tiene problemas políticos, problemas grandes, sociales, aparte de la escasez. Rusia es como ese tipo de seguro para darle estabilidad al régimen y protegerlo y Cuba le hace el trabajo sucio a nivel diplomático, de desinformación, de jugarse las cartas”, insiste.

Juego geopolítico

Por otra parte, el profesor Erik de la Fuente destaca que, a diferencia de los tiempos de la Unión Soviética, no se trata de un asunto ideológico.

“Aquí no hay ningún tipo de comunismo en Rusia ni mucho menos. Rusia ve a Cuba como un aliado, pero no le va a regalar nada. Putin cobra y cobra caro y Cuba, obviamente, no tiene dinero con que pagarle y tiene una trayectoria de no pagar préstamos y a los rusos les debe más que a nadie, entonces le pagan de otra manera”, apunta.

Por su parte, Manuel Cuesta Moura, activista proderechos humanos y gestor de proyectos de oposición al régimen de La Habana, considera que con la presencia de la flotilla rusa se busca normalizar “el cierre o el círculo en el cual Cuba vuelve a convertirse en una pieza rusa en el conflicto con los Estados Unidos”.

Agrega que esto significa que la isla vuelve a ser, como se decía en la época de la Guerra Fría, cabeza de playa: “Una lanzadera flotante de Rusia en la cercanía de los Estados Unidos con un daño inmenso, una vez más, a la soberanía del país”.

Cuesta Moura explica que la situación actual difiere de lo que ocurría, en los años 60, cuando este tipo de acciones obedecía a un juego geopolítico sistémico.

“Cuba pertenecía al sistema llamado socialismo real y respondía a la geopolítica de la Guerra Fría en el enfrentamiento de dos sistemas. Aquí, el gobierno (régimen) está colocando a Cuba de nuevo en un juego geopolítico estrictamente imperialista dentro del frente contra EEUU. Pero, ahora, de alguna manera, en una recuperación rusa de ese impulso imperialista”, finaliza.

@snederr.

FUENTE: Diario de Cuba / CNN

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