SAN JUAN.- Más de un millón de clientes en Puerto Rico permanecían sin electricidad el jueves después de que un incendio en una central eléctrica provocó un apagón en toda la isla que obligó al territorio estadounidense a cancelar clases y cerrar oficinas gubernamentales.
El apagón también dejó a unos 160.000 clientes sin agua y atascó el tráfico en toda la isla, donde el ruido de los generadores y el olor a diésel saturaban el aire. Aquellos sin generadores y con condiciones médicas como diabetes, que depende de la insulina refrigerada, se preocuparon por la falta de electricidad.
Luma, la compañía que se hizo cargo de la transmisión y distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico el año pasado, dijo que el apagón pudo deberse a una falla en el interruptor automático el miércoles en la planta de generación Costa Sur, una de las cuatro plantas principales en la isla.
“El sistema se está subiendo poco a poco”, dijo Kevin Acevedo, vicepresidente de Luma, y agregó que la empresa está tratando de completar el trabajo en 24 horas. “Tiene que entender el pueblo de Puerto Rico que es un sistema que tiene muchos años. Levantar el sistema de Puerto Rico es un proceso delicado y complicado”.
Luma dijo que se desconoce la causa exacta de la interrupción.
“Va a requerir una investigación exhaustiva”, dijo Acevedo, y agregó que el equipo cuya falla provocó el incendio recibía mantenimiento adecuado. “Va a requerir una investigación exhaustiva”, dijo Acevedo, y agregó que el equipo cuya falla provocó el incendio recibía mantenimiento adecuado.
Las autoridades dijeron que al menos tres unidades de generación estaban nuevamente en línea el jueves, y que hay cuadrillas trabajando para restaurar más.
El apagón ocurrió dos meses antes de que comience la temporada de huracanes en el Atlántico, lo que preocupa a muchos por la condición de la red eléctrica de Puerto Rico.
“Sí, el sistema esta frágil, nadie lo va a negar, pero estamos preparados”, aseguró Acevedo.
El apagón es uno de los más grandes de las últimas semanas y enfureció aún más a los puertorriqueños que ya estaban frustrados con un sistema eléctrico devastado por el huracán María de 2017. En ese momento se hicieron reparaciones de emergencia, pero los esfuerzos de reconstrucción aún no han comenzado, y los funcionarios de la compañía eléctrica atribuyen los frecuentes apagones al envejecimiento e infraestructura mal mantenida.
Una serie de fuertes sismos que azotaron el sur de Puerto Rico, donde se encuentra la planta Costa Sur, también la dañaron.
FUENTE: AP