martes 26  de  marzo 2024
ANÁLISIS

La incertidumbre empaña el futuro de Cuba

El economista y analista político argentino Luis Palma Cané asegura que los ideales carentes de innovación de Castro dejaron una nación devastada y un pueblo degradado

Por STEFANO PORCILE
Especial

BUENOS AIRES.- Una caravana de lágrimas despide a Fidel Castro en su último recorrido por la isla. Su muerte acapara la portada de medios australianos, tailandeses, rusos, qataríes, franceses, argentinos…

Inevitablemente, el fallecimiento del líder cubano nos recuerda a los argentinos a la figura de su compañero en armas Ernesto “Che” Guevara y a su famosa imagen reproducida en pullovers por todo el mundo, desde Buenos Aires hasta Palestina. Seguramente al “Che” no le hubiese gustado la banalización de su imagen, símbolo de lucha y de ´pertenencia´, comparado e industrializado como una taza de Sturbucks en la mano de un corredor de bolsas de Wall Street.

La caída del Muro de Berlín dejó a Fidel Castro como una imagen solitaria, única en su especie, el ´defensor´ del socialismo. Durante las últimas décadas, a excepción de Hugo Chávez, Castro fue el último animal de su especie. Un político de la antigua camada del siglo XX, con ideales poco innovadores y un manual de estilo a medida de la Rusia soviética. Esto llevó a que Cuba sufriera un aprisionamiento que le implicó importantes retraso en materia económica, social y política.

Luis Palma Cané, analista internacional, asegura: “Tanto al mando de Fidel como de Raúl, Cuba sufrió una dictadura política con fuerte castigo a la oposición y todos los condimentos que caracterizan a un sistema opresivo de partido único”.

Palma Cané sostiene que “hoy en día algunos segmentos de izquierda anacrónica aún consideran al ‘Comandante’ como un gran líder que supo encarnar sus ideales. Sin embargo, para quienes creemos en las libertades individuales y la propiedad privada como derechos fundamentales de la sociedad, Fidel ha sido un tirano nefasto que llevó a la muerte a miles de jóvenes latinoamericanos que intentaron replicar su ‘revolución”.

Desde lo social, el analista detalla: “La degradación del pueblo cubano fue terrible. La ciudad de la Habana está destruida, la gente se amontona en pequeñas viviendas. En mi visita a Cuba vi departamentos donde viven 15 personas en unos 60 metros”.

Además, Palma Cané recuerda haber visto “20 familias compartiendo un mismo baño en lo que llamamos conventillos (viejas estructuras habitacionales distribuidas a lo largo)”.

Las etapas

El analista insiste en que para desglosar el fenómeno cubano es importante dividir su historia en tres etapas: La Cuba de Fidel, la sucesión del poder a Raúl y la muerte del dictador y el futuro del país.

El castrismo

Dentro de la primera etapa, Parla Cané profundiza que “la economía se caracterizó por ser cerrada, planificada y desastrosa. Fidel vivió de Rusia hasta que apareció Chávez”. Para el analista internacional, el bloqueo económico, fomentado en parte por la negligencia del dictador y su soberbia, introdujeron a la isla a una suerte de cápsula del tiempo, donde hoy en día aún se ven autos de la década del 50 y 60 transitando por las calles de la vieja Habana.

La supresión de los partidos y el constante hostigamiento a los opositores políticos fueron algunas de las razones por las cuales miles de cubanos tomaron medidas extremas como escapar de su tan preciada isla en busca de mejores condiciones de vida.

Desde lo social, Palma Cané insiste en que “todos los cubanos viven miserablemente del Estado que es quien controla prácticamente sus vidas como marionetas. Con Fidel se han perdido dos generaciones de cubanos, muchos no saben oficios. El socialismo hizo que el pueblo se adormeciera en los brazos del partido”.

El paso de mando

En febrero de 2008, un Castro envejecido abandona el gobierno y le cede el poder a su hermano Raúl del cual se esperaban reformas importantes en materia política, social y económica.

Desde lo económico, Palma Cané argumenta: “Raúl aumentó un poco, muy poco, la libertad económica de los habitantes de la isla. Si bien ayudó a un leve desarrollo en el área, no es suficiente ya que aún el 80% de la economía sigue en manos del Estado”.

Con la llegada de Raúl se esperaba un cambio, un giro de al menos 90 grados en lo que venían siendo décadas de hostigamiento político y escases de recursos. Si bien hubo un primer acercamiento y un proceso de descongelamiento en las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, la comunidad internacional esperaba una mayor aceleración en los procesos.

El adiós al último socialista y el futuro de la isla

“Luego de la muerte de Fidel es importante hablar de las modificaciones como la libertad privada con cuentapropistas, donde aparecieron las peluquerías, heladerías y algunos pequeños servicios privados. En forma lenta y gradual irán aumentando las libertades privadas. La historia demuestra que cuando se aumenta la libertad económica, en última instancia, siempre termina en que esto conduce a una mayor presión para las libertades políticas. Es de esperar que en las próximas 2 o 3 décadas Cuba tenga libertad democrática” afirma Palma Cané.

Para el analista político “La ‘perestroika’ de Raúl permitiría a la sociedad cubana ir mejorando sustancialmente su bienestar económico a través de la implementación de un sector agrícola de alta productividad, una industria biotecnológica de avanzada y servicios médicos y de turismo. La apuesta a futuro, sería, entonces, que en el mediano plazo la mejora en el bienestar económico acabara por impulsar la transición hacia un régimen pluralista de verdadera democracia republicana, con respeto por los derechos humanos y las libertades individuales. El ciclo parece altamente probable; los tiempos, lamentablemente, no pueden determinarse con precisión”.

Una amenaza para Cuba

Según Palma Cané, el único fenómeno que podría interrumpir un desarrollo de la isla sería el presidente electo Donald Trump: “Él es una persona peligrosa para Cuba, dijo que no va aceptar las negociaciones con la isla. Cuba necesita mucho apoyo externo e inversión externa, totalmente en contra de lo que Trump le plantea a la isla”.

La muerte de Fidel Castro deja muchas dudas e incertidumbres sobre el futuro económico, político y social de la isla. El fin de su dictadura implica también el final del socialismo del siglo pasado. Cuba llora y festeja el fallecimiento de uno de los personajes más amados y odiados de los últimos tiempos. Las predicciones auguran buen tiempo a la vista.

¡Recibe las últimas noticias en tus propias manos!

Descarga LA APP

Deja tu comentario

Te puede interesar