Emma Coronel, esposa de Joaquín "El Chapo" Guzmán
CORTESÍA: Anabel HernándezWASHINGTON.- Emma Coronel vestía vaqueros, chaqueta negra y tacos altos y de uno de sus brazos llevaba colgado un bolso negro de Prada. A simple vista podía parecer una más de las jóvenes que en la mañana de este jueves caminaban por el centro financiero de Washington. Pero ella es la mujer de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
La esposa del que llegó a estar considerado como el narcotraficante más poderoso del mundo acudió a la capital estadounidense para defender a su marido, internado en una cárcel de alta seguridad de Ciudad Juárez y sometido a aislamiento para evitar otra fuga como la que en julio de 2015 puso mundialmente en evidencia al Gobierno de Enrique Peña Nieto. "El Chapo" escapó por un túnel de unos 1.500 metros que iba desde la ducha de su celda hasta una casa vacía.
La ex reina de la belleza, que tiene 27 años, hizo este jueves su primera aparición pública en Estados Unidos y se plantó ante la prensa delante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que instó a interceder por su esposo.
"Está muy mal por los derechos que le están violando en México", manifestó, seria pero amable.
Coronel asegura que la salud de su marido, capturado seis meses después de la espectacular huida, se agrava por las condiciones carcelarias en las que se encuentra, que sufre depresión y que él mismo teme no llegar vivo a diciembre. Pero a la vez que se queja de lo mal que supuestamente está siendo tratado el narco, su equipo de abogados se afana por evitar su extradición a Estados Unidos.
La mujer entró a la CIDH con la esperanza de que un equipo del organismo que vela por los derechos humanos en la región americana se desplazara a la cárcel a corroborar los abusos que asegura que sufre "El Chapo" y que han sido negados por México. Salió esperando "un escrito a las autoridades (del país) sobre lo que está pasando".
La CIDH realiza visitas a cárceles para investigar la situación en la que están en ellas los reclusos en general, no un interno específico. Seguramente alguien se lo explicó en su reunión, en la que aseguró haber aportado el peritaje de un psicólogo y un psiquiatra que concluye que su marido sufre depresión y estrés postraumático.
En mayo solicitó ya a la CIDH medidas cautelares ante la situación de grave riesgo de salud en la que asegura que está su esposo y en junio presentó una denuncia por presunta violación del debido proceso.
"El Chapo", que dobla la edad a su mujer, fue el jefe máximo del cártel de Sinaloa y, durante años, el capo más buscado del mundo. Antes de la fuga de 2015, protagonizó otra en 2001.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo catalogó como el líder de un "imperio criminal" de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas. Introdujo toneladas de drogas en el país vecino a México, dejando una estela de muerte y corrupción.
En la cárcel de Ciudad Juárez espera la extradición a Estados Unidos, donde lo reclaman una corte en Texas y otra en California. El Gobierno de Enrique Peña Nieto decidió extraditarlo en mayo, pero el proceso está aún en curso. Las autoridades mexicanas dijeron este mes que la entrega podría tener lugar en enero o febrero.
Coronel es la tercera compañera sentimental de "El Chapo". Se juntaron en 2007, cuando ella tenía 18 años. La mujer aseguró en Washington que su petición a la CIDH nada tiene que ver con la extradición de su marido y que no se plantea mudarse de Sinaloa a Estados Unidos, un país del que tiene la nacionalidad y en el que nacieron las gemelas que tiene con Guzmán.
"Todo es en base a su salud, para que paren la tortura psicológica que se le está haciendo. Sobre la extradición no vinimos a hablar aquí", aseguró. La defensa del narcotraficante ha interpuesto amparos en México para evitar la extradición, aunque la semana pasada un juez federal rechazó dos de esos recursos y archivó otros tres.
FUENTE: dpa
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