CARACAS - La Cumbre de los Países No Alineados (MNOAL} en la Isla de Margarita tenía como objetivo para el gobierno del presidente Nicolás Maduro mostrar al mundo no solo la importancia de Venezuela en la toma de decisiones sino también dejar evidencias ante éste de que tenía el aval del pueblo en este tipo de actos, sin embargo, medios de comunicación han expuesto la realidad fuera de las imágenes cómplices del Estado caribeño, donde el sexo, las drogas y el alcohol prevalecen en uno de los sitios de concentración más notorios donde se realiza la reunión internacional.
El campamento de carpas instalado por la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV} donde unos 10 mil jóvenes afectos a la revolución viajaron desde diversos estados del país para participar en talleres de formación política, social, y económico, se tenía previsto que fuera un modelo chavista para el mundo de cómo sus seguidores disfrutaban de una especie de plan vacacional, no obstante, un trabajo de la web Venezuela al día ha mostrado como la oscuridad y el vicio se apodera de los más débiles al caer la noche en la conocida “Perla del Caribe”.
“Es una locura, imagínate puros chamitos solos con alcohol y carpas. Esto es un desnalgue; hay desde aguardiente hasta drogas. A veces el olor es tan fuerte que algunos hemos reclamado que se vayan a otro lugar a fumar el monte (marihuana)”, expresó uno de los muchachos que hacen vida en el campamento “rojo”, consultado por la mencionada web.
El entrevistado relató como las personas que se encuentran en el sitio recibieron viáticos por un monto de Bs 8.000 bolívares, y en el que muchos, a su juicio, gastaron en licor y en condones para la actividad sexual en la noche, una en la que “se escucha de todo” por la cercanía de las carpas una con las otras.
“Como todas las carpas están pegadas, se escucha todo, en la madrugada es una locura, se escuchan gemidos y demás. Al otro día hay condones por todos lados. La mayoría gastó los viáticos en alcohol”, contó el joven.
Sostuvo que, si bien, contaron con baños portátiles, debido a la multitud, el acceso a los servicios fue difícil en medio de tanto caos.
“El agua se acaba rápido y los tanques los cambian diario. Cuando los baños están ocupados mucha gente se va para el monte a hacer sus necesidades. Algunos van a los centros comerciales. Las muchachas se están lavando el pelo un centro comercial que queda cerca”, expresó.
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FUENTE: REDACCIÓN