Leopoldo López volvió a aparecer, esta vez no lo hizo desde la fachada de su casa. El líder opositor venezolano, que cumple detención domiciliaria, en Caracas, es el protagonista de un extenso trabajo del periodista Wil S. Hylton de The New York Times, titulado ¿Puede Venezuela ser salvada? En su texto, Hylton deja claro que se trató de una entrevista tejida en diversos contactos, mantenidos durante varios meses, muchas veces interrumpidos dada la condición del entrevistado.
Hylton entrevistó al "preso político" más emblemático del chavismo, quien a pesar de tener prohibido dar declaraciones públicas (es una de las condiciones para estar preso en casa) le habló sobre lo que aspira para Venezuela y cómo la experiencia de la prisión le ha cambiado en su interior.
"Mientras (Leopoldo López) hablaba me di cuenta de que lo que habíamos estado hablando durante todos esos meses, lo que había estado tratando de comunicar a través de este portal desde su silencio, nunca fue sobre el futuro de Venezuela o el papel que esperaba tener y no se trataba de su ambición política o el próximo capítulo de la historia del país. Fue algo fundamental que surgió en algunos comentarios improvisados. Fue algo que aprendió sobre la historia mientras estuvo en la cárcel", escribió Hylton en su texto.
El periodista de The New York Times cuenta que López ha estudiado a Martin Luther King, pero no cree que intente emularlo. Hylton resalta que López tiene más influencia de figuras venezolanas como Rómulo Betancourt (expresidente de Venezuela 1945-1948 y 1959-1964) o el propio abuelo de López, Eduardo Mendoza, que fue consejero de Betancourt.
En sus conversaciones con Hylton, López hizo referencias al "apartheid" en Suráfrica y el papel de Nelson Mandela para aliviar las divisiones, y a la lucha por los derechos civiles de la población negra en EEUU. "Es necesario forjar, como Mandela con F. W. de Klerk o King con Lyndon Johnson, cierta confianza entre la oposición y los partidarios del chavismo", le dijo al periodista.
Para Hylton, si se quiere entender el impacto que han tenido en López los cuatro años en prisión, hay que mirar el texto que se conoce como la “Carta desde la cárcel de Birmingham” que fue escrita por Martin Luther King Jr. en 1963, del que López destaca varios pasajes, entre ellos este: “La injusticia debe ser expuesta, con toda la tensión que su exposición provoca”.
El trabajo periodístico hace referencia al camino que ha seguido López en los últimos años: la prisión, las decisiones que ha tomado, los compromisos y equivocaciones, el precio que le ha costado tanto lo que ha dicho como lo que ha callado.
Entre datos biográficos del líder opositor y referencias a momentos vividos en los 3 años que estuvo preso en la cárcel de Ramo Verde, a 22 kilómetros de Caracas, Hylton descata que López ha aprendido a aplicar lo que aprendió en prisión en su vida diaria. Asegura que el político ahora es más flexible en sus ideas sobre una transición, que ha empezado a pensar diferente en cuanto a que “un mecanismo no deseado, podría generar un cambio que sería bienvenido”.
Lea también: Policía de inteligencia se encuentra en casa de Leopoldo López según su esposa
López habló de “golpe militar” y “golpes de Estado”. “En 1958, hubo un golpe militar que comenzó la transición a la democracia… Y en otros países de América Latina hubo golpes de Estado que convocaron elecciones. Entonces no quiero descartar nada, porque la ventana electoral se ha cerrado. Necesitamos avanzar en muchos niveles distintos. Uno son las protestas callejeras; otro es la coordinación con la comunidad internacional. Así es como estoy pensando ahora: necesitamos aumentar todas las formas de presión. Cualquier cosa, cualquier cosa que deba suceder para convocar una elección libre y justa”, le dijo López a Hylton.
Hylton dice que actualmente los críticos de López vienen de la izquierda y también de la derecha, así como de todos quienes lo vieron como un futuro presidente de Venezuela. “No entienden lo que López está haciendo dentro de esa casa… pero sospechan que se ha sentido cómodo allí… que la riqueza de su familia lo aísla de la crisis económica, que la policía secreta que rodea su hogar lo protege del crimen, y no pueden evitar preguntarse si Leopoldo López finalmente se dio por vencido. Ellos saben, como él, que si emite una declaración pública, divulga otro mensaje de video o si vuelve a trepar el muro de su casa para dirigirse a sus seguidores, la policía secreta se apresurará a encarcelarlo de nuevo. En el pasado, López nunca permitió que ese peligro lo detuviera. Al menos tendría una oportunidad de expresarse y muchos se preguntan por qué no lo ha hecho".
Al respecto, López dijo conocer sobre los "resentimientos" que cree tienen muchos de los que quieren un cambio para Venezuela. “Mucha gente de la oposición tiene resentimientos, y lo entiendo”, me dijo. “Pero creo que nuestra responsabilidad es ir más allá del resentimiento personal. Cuatro años de prisión me han dado la posibilidad de ver las cosas de otra manera, de poner la rabia en perspectiva”.
Lea también: Supremo venezolano ratifica la condena a Leopoldo López y cierra el caso
López relató que la prisión le ha enseñado a manejar las visiones diferentes. “Ahora entiendo que todas son necesarias para salir de este desastre”.
Sobre el reto personal que significa ser un preso político ante su familia, López reconoció que "no es fácil". "Pero tengo la responsabilidad de decir lo que pienso. Llevo cuatro años en prisión por decir lo que pienso y, si me censuro, la dictadura me derrota”.
López no tardó en responder cuando el periodista le preguntó si en algún momento ha pensado en escapar: “la mayoría de la gente me dice que debería… pero creo que el compromiso con la causa significa que tengo que correr el riesgo”.
El líder opositor está convencido de que Venezuela podrá recuperarse, con un buen liderazgo. Contó sus planes para lograrlo. Lo que haría para recuperar el Bolívar, hacer regresar la inversión privada, la producción petrolera. Incluso, un plan para hacer que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) sea verdaderamente del pueblo.
Dijo que no se impresionó cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1998, porque la historia venezolana ha tenido, en su mayor parte, militares en el Gobierno. “Eso ha creado una forma militarista de gobernar”. A la pregunta de Hylton de si en algún momento reconsideró su opinión sobre Chávez, López afirmó que “solo un día… cuando habló de microcréditos para los pobres”.